Haz click aquí para copiar la URL
Voto de Antonio Morales:
7
Intriga. Comedia El primer día del Carnaval, un sereno de Madrid encuentra el cadáver de una rica y avarienta prestamista, que ha sido asesinada. El principal sospechoso es un vendedor de relojes que le debía mucho dinero a la anciana. Tras ser detenido, su hija empieza a investigar por su cuenta para demostrar la inocencia de su padre. (FILMAFFINITY)
9 de febrero de 2016
5 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un cine original y atrevido para la época, charlatanes de feria, policías, ladrones, asesinos, misterio, en un sainete criminal durante el carnaval madrileño a principios del siglo XX, un detective novato y enamoradizo (Fernando Fernán Gómez), algo torpe y desgarbado, una chica intrépida encarnada por Conchita Montes, musa del cineasta, que investiga por su cuenta para librar a su padre de una acusación de asesinato. Donde la ciudad es plena protagonista, sus gentes en el Madrid de los Austria, la pradera de San Isidro.

Edgar Neville fue un autor polifacético que cultivó todos los géneros culturales, teatro, poesía, novela, cine, y en todos hizo del humor su profesión. Admirador de la cultura y el folclore hispano, tauromaquia, flamencólogo, eterno enamorado del Madrid castizo que tan magistralmente ha sabido plasmar en su filmografía, en esta ocasión combina, intriga, romance, retrato social, humor negro, costumbrismo, estética con influencias pictóricas y un cierto tono policíaco.

Excelentes secundarios, habituales en el cine de Neville: Julia Lajos, Guillermo Marín y un magistral Manuel Requena que encarna a una especie de Dr. Watson en el que se apoya el detective con aires de Sherlock Holmes, todo un homenaje a Conan Doyle. Con unos diálogos mordaces y atinados, llenos de ingenio, fiel reflejo de un costumbrismo que impregna todo un relato en el que también tiene cabida el gesto noble y altruista, que rige en la conducta humana, desde el anonimato y el sacrificio de un humanismo que siempre ha perdurado en su autor, un fabulador sagaz de gran inventiva. Edgar Neville fue maestro del sainete y el humor negro.
Antonio Morales
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow