Creo que ya se ha dicho todo lo que se puede decir sobre la peli, y es que saltan a la vista sus decorados, efectos “especiales”, gazapos, interpretaciones (no toda la culpa es del señor Wood).. y todo lo relacionado con la “calidad y talento” de este mito a la hora de dirigir.. pero de lo que se habla poco es de su actitud frente a la vida. Todo el mundo se ríe de sus obras (ahora y antes), evidentemente tuvo que luchar mucho, y supo siempre seguir, y así conseguir realizar su sueño de ser un director de cine (que para serlo, recordemos, hay que rodar películas, que a muchos se le llena la boca muy pronto..). Hizo un bodrio tras otro bodrio, y pese a ello, consiguió financiación para su próxima película, tiró de lo que tenia y si había que cambiar algo se hacia, si fallaba algo, ya encontraría otra cosa como recambio; este tipo puede servirnos a muchos como espejo, al menos en lo que se refiere a ganas, espíritu y actitud hacia vida, y no solo a los que quieren hacer de este complejo mundo del cine su profesión (no es mi caso), sino a cualquiera que tenga un sueño, y que lo abandona antes de intentarlo. Por cierto, vaya chorrada de guión.. tenia que decirlo.. jaj.

PD.- Vean si no lo han hecho aun Glen y Glenda, y me comentan que opinan de la frase del Dragón verde que come niños, colitas de perros y caracoles... mágica!! Jaj. Un saludo.