Lo que la distingue de casi todas las demás películas de este género, es la veracidad de los delitos que le imputan a Robert Hansen (John Cusack), de violación, secuestro y asesinato entre 1970 y 1983 de 17 a 30 chicas.

Una chica Cindy Paulson (Vanessa Hudgens), consigue escapar de la casa en la que Robert Hansen la retenía. Ante la falta de cualquier ser querido la chica vuelve a hacer la calle por la frías calles de Anchorage, Alaska. El asesino tratará de dar con su paradero para evitar que pueda ser reconocido. Tras acudir la chica a la policia local, el caso queda sobreseído.
Por otro lado al agente Jack Halcombe (Nicolas Cage), le hacen llevar el caso de un cadáver de una mujer joven que ha aparecido a orillas de un río cercano al mismo pueblo. Al inicio de su investigación le llega un sobre con el informe del caso de Cindy, e irá uniendo pizas, pero sin pruebas concluyentes.
Tanto Robert como Jack tratan de localizar Cindy lo que constiuye gran parte de la trama. Habilidoso final.

El film se desarrolla en su totalidad en Alaska y las vistas aéreas que ofrece de Anchorage y otros paisajes reflejan lo inmenso y basto que es el lugar en los que tuvieron lugar los hechos. La luz que consigue filmar en estas vistas aéreas, vienen a introducirnos en la oscuridad y frialdad de unos parajes sumamente inhópito.
Buen duelo en los planos cortos que nos ofrecen Nícolas Cage y John Cusack.
El guión tiene una historia real a la que acogerse, y lleva una secuencia de los hechos clara y fácil de seguir.