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España España · Madrid
Voto de Scumm:
8
Aventuras. Acción. Romance En el año 1193 A.C. el joven Paris (Orlando Bloom), hijo de Príamo y príncipe de Troya, rapta a su amada Helena (Diane Kruger), esposa de Menelao, el rey de Esparta, lo que desencadena la Guerra de Troya, en la que se enfrentan griegos y troyanos. Comienza entonces el asedio de la ciudad de Troya por parte del ejército griego, que duraría más de diez años. Aquiles (Brad Pitt) era el gran héroe de los griegos, mientras Héctor (Eric ... [+]
13 de septiembre de 2008
3 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
La primera vez que vi Troya en el cine, me gustó sin llegar a entusiasmarme, lo reconozco. Buena película, pero se trataba de una versión bastante light y comercial de lo que es la tragedia griega de una guerra.

Sin embargo, aquí está el tema: tras un par de revisiones en su versión del director y en el original inglés, se ha convertido en una de mis películas favoritas. No por sus grandes planos de gigantescos ejércitos, ni por su ritmo trepidante que consigue que 200 minutos de película se hagan cortos. Es por su trabajo con los actores.

Esto es lo que siempre me ha encantado de Wolfgang Petersen. Petersen es un director capaz de coger una historia más bien normalita en su concepto, y convertirlo en una gran película a base de trabajar bien con los actores. Esto era lo que pasaba en "Air Force One" (¿se imaginan a Bill Clinton en la época acabando con todos los malos?, pero en aquella hasta Harrison Ford, por no mencionar al siempre genial Gary Oldman, hacían un papelón) o "La tormenta perfecta"(¿qué interés puede tener la historia de una tormenta en el mar?, pero Clooney y Walbergh lo salvaban). Y Troya no es una excepción.

En esta, Brad Pitt es un guerrero que descubre que su vida no tiene sentido, porque no sabe hacer más que matar. Eric Bana es un príncipe guerrero que no sabe cómo va a salvar a su pueblo. Incluso Orlando Bloom cumple con creces en su papel de niñato capaz de ver cómo su hermano se mata por su capricho. Sobresaliente la secuencia del encuentro entre Aquiles y el suplicante Rey Príamo (genial Peter O'Toole), los hachazos que les caen a los adivinos y leedores de augurios, a los reyes que buscan pretextos absurdos para hacer la guerra por más poder, absolutamente salvaje la secuencia final...

La recomiendo, insisto, en su montaje del director, y a ser posible en versión original.
Scumm
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