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Voto de Vivoleyendo:
6
Drama Steve Butler (Matt Damon), un ejecutivo de una gran empresa, llega a un pueblo con una compañera de trabajo (Frances McDormand) para comprar los derechos de perforación a los propietarios de las tierras, casi todos ganaderos. En esa población, asolada por la crisis económica de los últimos años, Steve intentará convencer a la gente de los beneficios de perforar sus tierras, pero también tendrá ocasión de reconsiderar lo que ha sido su ... [+]
30 de diciembre de 2013
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
No tengo ni idea de cómo hacen las compañías para contratar a los agentes que han de ir puerta por puerta captando clientes. Tendrán que atenerse a un perfil concreto, supongo. No sé si tienen que pasar pruebas de esas psicotécnicas ni si les hacen test psicológicos, en fin, que dudo que acepten al primero que se presente.
Para ser un agente de esos que van cacareando las virtudes de su empresa hay que tener, digamos, un poco de jeta. Lo mismo que los operadores de tal o cual compañía telefónica o de lo que sea que llaman continuamente por teléfono a las casas de la gente (dando un por culo irritante), los papparazzis que corren detrás de los famosos, el gran chollo en alza de los pseudo-famosetes que sueltan un rollo en el programa-gallinero de turno para cobrar exclusivas, el cobrador del frac que asedia a los morosos y otros que se tienen que dedicar a convencer de esto o aquello a la potencial clientela. No son profesiones, creo yo, para gente tímida, apocada, con muchos escrúpulos o con mucho sentido del tacto y de la prudencia. Y además, desde que aceptan esos empleos deben asumir que se van a encontrar con muchas puertas cerradas en sus narices, mucha gente harta de que el teléfono suene a todas horas con propaganda de la empresa X, aburrida de vendedores ambulantes, agentes de seguros, timadores varios y testigos de Jehová.
Entonces, si el tipo de esta peli, Steve, no daba el perfil... ¿Por qué lo contrataron en una gran compañía de gas natural para ir a cantar a la gente de regiones con dificultades económicas las virtudes y el lucro de la extracción del gas en sus terrenos? ¿Sabiendo que es un hombre decente que no será capaz de engañar a nadie? A no ser que ahora la estrategia de esos monstruos que facturan muchos millones al año consista en captar a agentes realmente honrados y ofrecerles una visión idealizada de las empresas para las que van a trabajar y pintárselo todo muy bonito para que crean que están en un auténtico paraíso, y así cuando vayan a camelarse a los incautos darán una imagen de personas sinceras y muy cercanas, no el típico papagayo buitre. Pero no me cuela que esos empleados sea tan ingenuos. Todos saben con quién se están ganando las habichuelas y de qué pie cojean. Por eso no me termino de creer lo de Steve. Pega tanto en ese sitio como un santo con dos pistolas.
La historia no me llega mucho. Yo personalmente pienso que sí, que lo del desarrollo sostenible es fundamental. Pero también pienso que el que se queja constantemente de que el gas natural es muy malo, de que el petróleo es muy malo y de que todo es tan malo, que se vaya a vivir a las cavernas y que vuelva a las costumbres de la Prehistoria. Radicalmente, no como el gilipuertas de Chris McCandless en "Hacia rutas salvajes".
Lo mismo que no entiendo que algunos ultra-ecologistas usen vehículos que consumen combustibles que contaminan y otras cosas que contradicen sus ideales.
No soy partidaria de los extremos. Soy partidaria de que todas las corporaciones deberían investigar los medios menos contaminantes y buscar recursos no perecederos, que todas lo podrían hacer. Me encanta mi planeta y lo respeto todo lo que puedo. Separo las basuras para que las reciclen (incluso sabiendo que a menudo los que recogen las basuras las mezclan todas en el camión, pasándose por el forro que yo me tome la molestia de separarlas), procuro no malgastar la electricidad ni el agua, prefiero ir andando antes que ir en coche si la distancia me lo permite... Pero por mi parte no estoy por la labor de volver al tiempo de las cavernas.
En fin, que todo lo del ecologismo está muy bien, la gente se debe concienciar. Debemos sentir respeto hacia el entorno, tratarlo como un préstamo precioso en el que estamos de paso, que no nos pertenece.
Pero que no me vengan con demagogias ni monsergas. Mucho quejarse de cómo se extrae el gas natural porque se corre el riesgo de contaminar el terreno, pero que yo sepa en sus viviendas el agua se calienta con termos de gas, y usan vehículos de motor que consumen derivados del petróleo que sueltan CO2 y otras sustancias a la atmósfera, por citar un par de ejemplos.
La película no me pasa más allá de interesante, y me resulta poco creíble. Ni Damon ni McDormand la levantan demasiado, no me llegan pese a sus muy correctas actuaciones. Lo del tonteo con la maestra borrachuza a dos bandas y con el tío de la tienda lo habrán metido porque siempre tiene que haber lío romántico de por medio, porque tiene menos chispa que un mechero escacharrado.
El giro final es un buen golpe de efecto, aunque sigue siendo inverosímil te hace reflexionar sobre lo que los peces gordos son capaces de maquinar con tal de mantener su poder.
Vivoleyendo
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