Las películas etiquetadas de intimistas, que dotan al ambiente,en este caso a Ons de un carácter oscuro, gris, feo, casi al igual que los personajes, me parecen aburridas y se me hacen en ocasiones eterna, pasé 50 minutos esperando que sucediera algo, porque si no, me quedaría dormida, como así sucedió. Termine de ver el somnífero film al día siguiente, por aquello de saber si pasaba o no pasaba algo en esta trama carente de contenido.

Previsible final después del vía crucis de tedio.

El reparto ni fu ni fa, pero poner a Antonio Durán de casi 70 años, como marido de la protagonista de treinta 37, es desacertado totalmente. Hacer ver que es un donjuan, ya para morirse de risa, es un grandísimo actor, pero este papel no le va nada

Resumiendo que es gerundio, un auténtico coñazo