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Voto de El Libanés:
7

Voto de El Libanés:
7
7,2
26.995
4 de marzo de 2020
4 de marzo de 2020
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Guy Ritchie no es Quentin Tarantino. Sin embargo, saca varios estadios de ventaja a muchos de los otros clones que han intentado seguir la estela del creador de "Pulp Fiction". Bebiendo de algunos de sus mejores trabajos propios, "Snatch:Cerdos y diamantes" y "RocknRolla", el autor británico nos sumerge en un film de acción mafioso sazonado de inteligente humor negro.
Todo funciona en un metraje que nunca se hace pesado. Los intérpretes desprenden carisma y la violencia es tan irreal, como de cómic, que casi resulta atractiva. Matthew McCoanughey se convierte en un despiadado rey de la selva que intenta retirarse con honor de un indigno negocio. Contará con la ayuda de un eficiente ayudante (soberbio Charlie Hunnam), pero sus enemigos en los tabloides ingleses intentarán aprovechar la ocasión.
Comenzará entonces un juego de gatos y ratones, con traiciones constantes que llevarán a giros de guión inesperados, si bien aquí la película peca, en ocasiones, de creerse más lista de la que es. No solamente va a tomar prestado de Tarantino, un mítico episodio de "Black Mirror" es asimismo recuperada otra vez sin rubor.
El ritmo, la soltura, ver a actores como Hugh Grant o Colin Farrell reverdeciendo con magnetismo viejos laureles, casi nos hace olvidar que el contenido está vacío. Que hay un envoltorio fantástico para tener poco botín en realidad. No es que haga falta una moraleja, pero la historia de "The Gentlemen" es vacua en cuanto se rasca un poco.
Posee estilo, un poco de metaficción y toneladas de buen cine de acción, si bien su oda visceral termina sin que haya variaciones de su principio. Todo funciona, lo único que le falta es haber tenido alma.
Todo funciona en un metraje que nunca se hace pesado. Los intérpretes desprenden carisma y la violencia es tan irreal, como de cómic, que casi resulta atractiva. Matthew McCoanughey se convierte en un despiadado rey de la selva que intenta retirarse con honor de un indigno negocio. Contará con la ayuda de un eficiente ayudante (soberbio Charlie Hunnam), pero sus enemigos en los tabloides ingleses intentarán aprovechar la ocasión.
Comenzará entonces un juego de gatos y ratones, con traiciones constantes que llevarán a giros de guión inesperados, si bien aquí la película peca, en ocasiones, de creerse más lista de la que es. No solamente va a tomar prestado de Tarantino, un mítico episodio de "Black Mirror" es asimismo recuperada otra vez sin rubor.
El ritmo, la soltura, ver a actores como Hugh Grant o Colin Farrell reverdeciendo con magnetismo viejos laureles, casi nos hace olvidar que el contenido está vacío. Que hay un envoltorio fantástico para tener poco botín en realidad. No es que haga falta una moraleja, pero la historia de "The Gentlemen" es vacua en cuanto se rasca un poco.
Posee estilo, un poco de metaficción y toneladas de buen cine de acción, si bien su oda visceral termina sin que haya variaciones de su principio. Todo funciona, lo único que le falta es haber tenido alma.