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España España · Córdoba
Voto de El Libanés:
6
Bélico. Acción Segunda Guerra Mundial. El Afrika Korps del Mariscal Edwin Rommel dominó el norte de África hasta su derrota en El Alamein. A medida que pasa el tiempo, Rommel, cada vez más decepcionado, llega a la terrible conclusión de que el Führer acabará destruyendo Alemania. Así las cosas, su estricto sentido del deber lo llevará a participar en una conspiración contra el tirano. Al fracasar el atentado del 20 de julio de 1944, recibe la orden de suicidarse. (FILMAFFINITY) [+]
17 de diciembre de 2011
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Durante los momentos de su máxima fama, los altos mandos británicos mandaban comunicados a sus soldados en el frente del norte de África, exonerando a sus mandos a enfatizar que el mariscal Rommel no era otra cosa que un hombre, ya que era tal la paranoia presente, que se temía incluso que la tropa llegase a ver a su enemigo como una especie de fantasma que aparecía y desaparecía a su antojo de las arenas del desierto.

Henry Hathaway narra con buen pulso una edulcorada biografía de uno de los mejores militares del aborrecible Reich de Adolf Hitler. Héroe bélico desde su juventud, el ambicioso y brillante Erwin Rommel, fiel marido, devoto patriota y buen padre, terminaría pasando de considerar "gentuza" al partido nazi, a prestar su apoyo a su führer y hacerse amigo de gente como Goebels, el gran artífice de que los naciolsocialistas bávaros pasasen de ser unos violentos agitadores a una gran farsa de poder imperial que supieron emplear los más bajos instintos de su patria tras la humillante y poco caballerosa Paz de Versalles.

James Mason cumple a la perfección como el mítico general, un hombre que verdaderamente, dentro de los horrores de toda guerra, mostró un comportamiento caballeroso con prisioneros y un trato humano (dentro de lo coyunturalmente posible) a los soldados bajo su mando. No obstante, siempre será curiosa su falta de crítica a Hitler y fenómenos como los campamentos de concentración.

Como uno de los personajes le reprocha, el savoir faire del líder del Afrika Korps en el campo de batalla y su sensatez, no parecía aplicarse a la hora de cuestionarse más allá del patriotismo, las monstruosas locuras que se ordenaban y ejecutaban desde una Berlín adulterada que había marcado el inicio de una oleada de destrucción.

Formalmente impecable y rodada con estilo, casi con aire de documental, es para lamentar la falta de profundidad y de sacar heridas recientes. Las cotas que alcanzaría la obra podrían llevarla a ser mucho más.
El Libanés
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