No soy muy partidario de los remakes con carácter general, y en este caso, podríamos decir que la película de Luca Guadagnino no aporta a la historia demasiado, pues la recrea con bastante fidelidad, y es muy fiel a la misma.

En cualquier caso, viendo el cine de Guadagnino, entiendo que este no haya podido resistirse a recrear "La piscina" (1969) de Jacques Deray, puesto que la cinta original muestra mucha de la imaginería del director italiano, donde la comida, las pasiones soterradas, cierta ambivalencia moral y la quietud son elementos fundamentales de su cine.

Los escenarios de Guadagnino, son sitios donde una querría estar, y esa casa, el sol, el entorno, resultan envidiables. Sensualidad, contemplación, y luminosidad, en una historia turbadora, que mezcla la depresión de fondo de algunos, con la alegría de vivir de otros, y que culmina en un desenlace que incomoda, por lo terrible del hecho, por los sentimientos encontrados de quienes lo viven y que dota de un fondo de incomodidad a quien lo ve.

Casi me gustan más Fiennes y Johnson, que la pareja protagonista, y esta quizás sea la diferencia más evidente respecto al film precedente, un exuberante Fiennes, junto al cuidado estético de alguna secuencia, como la del suceso clave en la piscina, rodada con una maestría y virtuosismo extraordinarios.

Interesante, luminosa y turbadora.