Maravillosa película dramática, todo en ella es hermoso, tierno y a la vez muy duro, pero todo lo que rodea a Roma es pura verdad. La interpretación de su protagonista, la debutante Yalitza Aparicio es impresionante, es el núcleo de la historia. Todos los personajes tienen su hueco en esta historia donde se pone de manifiesto la diferencia de clases que existían en aquellos años setenta y a mi modesto parecer hoy día están todavía muy presentes. La fotografía en blanco y negro le da un toque nostálgico que encaja muy bien con la historia, todas las escenas están rodadas con un gusto exquisito el vestuario, la ambientación, todo es perfecto en esta película, quizá la mejor obra su su director. Hay una escena en la que la ternura de esa empleada del hogar llega a su punto más alto y es cuando toda la familia está reunida viendo la televisión y ella está recogiendo la mesa, se arrodilla para seguir recogiendo y se sienta un instante al lado de uno de los niños el cual le pone la mano encima del hombro y ella coge la mano del niño, es sencillamente hermosa. Un diez para Alfonso Cuarón y algún que otro Oscar conseguirá.