Una comedia satírica, tragicómica y grotesca adaptada de la novela autobiográfica de Mario Tobino "Il deserto della Libia" y de "Il soldato Sanna" de Giancarlo Fusco, divertida y a la italiana (es decir con una intención cómica y no realista), del director Mario Monicelli en sus 91 años y 65 películas desde 1935, representa un grupo de sanidad militar del ejército italiano enviado a Libia en 1940 (pero filmada en Marruecos), que comienza como un campamento turístico tomando sol y sacando fotos hasta que empiezan a ser atacados por la aviación británica y deben replegarse junto a los alemanes. Extraordinarios personajes: el mayor Strucchi (Alessandro Haber), jefe del grupo, que escribe cartas de amor a su esposa con el pretexto de estar escribiendo informes de guerra, un capellán cristiano y locuaz, Simeone, (Michele Placido) que casa a un muerto por poder, y una bellísima muchacha israelí (Moran Atias) que ante el médico y por una consulta se quita los atuendos que la ocultan. Un general muy cómico hace contraste con la fama contemporánea del "zorro del desierto".