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España España · Málaga
Voto de flecha:
10
Aventuras. Acción Guerras napoleónicas, año 1805. Bonaparte domina Europa. Inglaterra consigue resistir porque es la primera potencia naval del mundo. Precisamente por eso los mares se convierten en un crucial y estratégico campo de batalla. En el Atlántico, el Surprise, un navío inglés capitaneado por Jack Aubrey (Crowe), es atacado por sorpresa por un buque de guerra francés. A pesar de los graves daños sufridos por la nave, Aubrey decide navegar a ... [+]
15 de septiembre de 2008
30 de 36 usuarios han encontrado esta crítica útil
Estamos ante un film de los que se merecen que se vea más de una vez y que se ha ganado mi más alta calificación. Todo es tan armonioso en esta película que cuando, al final, el capitán ordena seguir al navío capturado y suena la sublime melodía de Boccherini interpretada por el violín de J.Aubrey y el violoncelo de S.Maturin, mientras un infante de marina, mediante el tradicional redoble de un tambor avisa a la dotación de zafarrancho de combate, uno no puede reprimir una sonrisa y unas ganas de formar parte de ese complejo y a la vez simple mundo dentro del barco, o bien de querer que la peli continúe para poder presenciar otra batalla tan hábilmente rodada como las dos que aparecen, o incluso de leerse una de las veinte novelas de Patrick O´brian acerca de la vida de Jack y Stephen, de las cuales tengo la suerte de haberme leído varias y aseguro que son muy buenas.
Retrato exactísimo de cómo era la vida en una fragata británica en la lucha contra Napoleón: suenan unas cuantas campandas al amanecer, los hombres, silenciosos y algo resignados, suben a la jarcia, limpian y hasta le sacan brillo al barco, hacen guardia, reparan los desperfectos mientras el contramaestre les pita y les grita, comen, charlan en un mundo sólo de hombres, los guardiamarinas aprenden a calcular el movimientos de los astros, a gobernar un barco, a comportarse como oficiales y caballeros del Imperio Británico,los oficiales brindan en honor de Horacio Nelson, cuentan chistes machistas, narran antiguas anécdotas y gloriosas batallas, todos pelean contra los gabachos con sosprendente valentía cuando Inglaterra espera que cada uno cumpla con su deber...
Actores inmensos, desde el contramaestre hasta el piloto de derrota, destacándose sin duda un inconmensurable Paul Bettany y un Russell Crowe que parece que lo hayan sacado de los libros del autor irlandés, tanto en el arrojo en la batalla como en su carácter fuera de ella; guión adaptado con maestría, las conversaciones entre el capitán y el cirujano naval acerca de la psicología de los hombres o sobre la tiranía en el mundo son para disfrutarlas.
Escenas memorables como el suicidio del pobre guardiamarina, el castigo a latigazos del marinero insubordinado, las cenas entre los oficiales entonando viejas canciones de mar, la “autocuración” de Stephen poco después de que le disparasen accidentalmente (Bettany lo borda ahí), las escalofriantes miradas de los marineros supersticiosos que creen que hay un gafe en el barco,la ceremonia al acabar la última batalla acompañada de unas tristes y conmovedoras notas del compositor Eduard Grieg, la corta pero preciosa estancia en las Galápagos…
Una película de una belleza visual indudable, con una bso realmente magnífica, he hecho no pude evitar comprarme el CD de la misma. Está claro que P. Weir es uno de los mejores directores que hay en la actualidad, como demostró en “El show de Truman” o “El club de los poetas muertos”.
Un 9´7.
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