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Voto de Jose_Lopez_5:
8
Ciencia ficción. Fantástico. Cine negro John Murdoch se despierta solo en un extraño hotel y comprueba que ha perdido la memoria y es perseguido como el autor de una serie de sádicos y brutales asesinatos. Mientras intenta juntar las piezas que componen el puzzle de su pasado, descubre un submundo habitado por unos seres conocidos como "los ocultos" que tienen la habilidad de adormecer a las personas y alterar a la ciudad y a sus habitantes. (FILMAFFINITY)
16 de julio de 2023
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Imagine un mundo que no es lo que parece. Una realidad ficticia en donde sus habitantes viven con falsos recuerdos, aunque ellos no lo sepan. Es un lugar extraño, controlado por unas criaturas poderosas que moldean la realidad a su antojo. Pero una persona, un elegido, uno que nadie pensaba que podría existir, descubre esa farsa y se propone ponerle fin.

¿Está pensando en "Matrix" (1999) y en Neo? No le culpo. Pero "Matrix", aun teniendo sus aciertos, no fue tan original como las hermanas Wachowski nos quisieron hacer creer. Porque un año antes se estrenó una película que encajaba con esa descripción, "Dark city" (1998), del ahora defenestrado Alex Proyas.

"Dark city" nos proponía una historia de realidades falsas y de humanos reducidos a experimentos científicos. Uno controlado por unas criaturas inquietantes que, cuando les placía, y tras dormir en masa a todos los sujetos, les cambiaban sus recuerdos y les alteraban la materia circundante a voluntad. "Imprimir" y "sintonizar" lo llamaban, respectivamente.

Una película que, contra toda justicia, pasó desapercibida, pues pronto fue eclipsada por la obra de las Wachoswski, cuya parafernalia visual brilló mucho más que el tono de cine negro, gótico y decadente que se gastó Alex Proyas. Una lástima, porque las influencias son tan innegables que las sospechas de plagio acucian. Quizás el año de diferencia entre ambas producciones pueda exculpar a las hermanas de pecado ya que, para cuando esta cinta se estrenó, "Matrix" ya estaba muy avanzada. Sea como fuere, la cuestión es que las similitudes son innegables aunque, claro, si nos ponemos a pasar revista al trabajo de Proyas, descubriremos que tampoco es tan novedoso.

Sin ir más lejos, la estética de "Los ocultos" está calcadísima de los cenobitas de "Hellraiser" (1987); la idea de unos seres todopoderosos que alteran la realidad según sus planes ya fue planteada por Philip K. Dick en su relato corto "Equipo de ajuste" (1954), llevada a su vez al cine en el 2011 con el título español de "Destino oculto"; su estética es heredera de "El halcón maltés" (1941); la idea de un hombre atrapado en una realidad que no comprende, corriendo por edificios y pasillos en donde nunca se ve el Sol, no solo es kafkiano, como dice la Wikipedia, sino propio de la novela "Memorias encontradas en una bañera" (1961) de Stanislaw Lem, que no lo dice. Y podríamos seguir, porque algo se ve de "Doce monos" (1995) o de "Desafío total" (1990), con ese protagonista sin saber quién es.

Por su parte, la obra de Proyas ha tenido influencias posteriores aunque, para no extenderme, citaré ese gran videojuego que es "Bioshock" (2007), cuya estética, oscuridad, herrumbre y pasión por el metal, remaches y humedad perpetua lo hacen digno de ser reconocido como un descendiente. O la inmerecidamente olvidada "Nivel 13" (1999), que tuvo la tremenda mala fortuna de estrenarse el mismo año que "Matrix", aunque si a está última la excusamos por su cercanía en el tiempo, no menos podemos hacer con aquélla.

La cinta de Proyas, además, cuenta a su favor con actores de valía, como la siempre hermosa Connelly, el potente Hurt y un Kiefer Sutherland inolvidable. Sí que es verdad que su montaje se me ha hecho algo raro, en especial durante la primera mitad, aunque imagino que debe ser por las tremendas influencias que he experimentado en este cuarto de siglo. En su momento no me chirrió ni éste ni la forma tan peculiar de usar la música.

Cabría citar, eso sí, la existencia de un montaje del director que, según he leído, la mejora aportándole más misterio. Yo, tras ver el montaje cinematográfico hace décadas, tuve la mala suerte de toparme con una extraña versión extendida que mezclaba ambas, lo que daba pie a una película peor. Si se la encuentra, evítela. Para que se haga una idea, el montaje del director carece de prólogo, frente a la versión cinematográfica, que sí. Además, esta versión "pastiche", en su doblaje al castellano, tiene fragmentos en inglés subtítulados. O la cinematográfica, o la del director, pero no mezclas raras.

"Dark city" es una película potable de ciencia ficción. Luce buen músculo y atrapa, aun cuando no deje de tener sus defectos. Es una lástima que su director, Proyas, lleve años encerrado en eso que llaman "la jaula del director"; metáfora con la que referir al ostracismo en el que algunos realizadores acaban cuando la pifian a lo grande tras haber triunfado en el pasado.

Y es que la chorrada de "Dioses de Egipto" (2016) es un error que Alex sigue pagando caro. Misma situación, por cierto, en la que andan las hermanas Wachowski, aunque lo de éstas es peor, porque encadenaron varias pifias taquilleras descomunales. En Hollywood, como ve, hay distintas varas de medir.

En resumen, si está harto de la basura que se estrena en los cines desde hace años, aquí tiene un material que difícilmente le defraudará.
Jose_Lopez_5
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