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España España · Barcelona
Voto de edgar_33:
8
Ciencia ficción. Comedia. Fantástico. Aventuras Aunque a Marty McFly todavía le falta tiempo para asimilar el hecho de estar viviendo dentro de la familia perfecta gracias a su anterior viaje en el tiempo, no le queda ni espacio para respirar cuando su amigo Doc aparece de improviso con la máquina del tiempo (mucho más modernizada), e insta a que le acompañen él y su novia a viajar al futuro para solucionar un problema con la ley que tendrá uno de sus futuros hijos. En la tremenda ... [+]
21 de octubre de 2015
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
2015, miércoles 21 de octubre.

Lejos del tumulto de Hill Valley, Barcelona aparenta un día normalito, cada habitante con sus rutinas, yendo en trasporte público o en coches terrestres hacia el trabajo, la escuela o la universidad. No hay ningún coche volador ni naves aéreas; las carreteras siguen estando a nuestra altura, se puede andar en ellas sin caer en un vacío.

De camino al bar de la esquina, hay un parque donde los skaters hacen malabarismos con la tabla. Son incapaces de alzar el vuelo los objetos, sólo giran en el aire gracias a los impulsos de sus propietarios, sin flotar.

Al lado del parque hay un bar café. El letrero apenas brilla ni se mueve. El bar ofrece refrescos de todo tipo, tan clásicos como la Coca-Cola, a falta de Pepsis Perfect. Sin orificios-robots que transporten la bebida allí donde uno se sienta, el camarero trae la bebida hasta el sitio correspondiente.

Por la calle hay personas andando con sus Nike, sus Vans o sus Puma, las cuales no disponen de propulsor aéreo. Tampoco hay perros paseándose solos.

Mi hogar es normal, con paredes pintadas, un salón en el que destaca una televisión con pantalla de plasma encima de un mueble y un sofá rojizo. No poseo el honor de tener paredes-televisión ni pantallas que sobresalgan de entre los armarios, aunque serían bastante prácticos. Tampoco tengo el privilegio de haber visto Jaws 19, y en el caso de que existiera, no sé si podría aguantarla.

Vivo en un entorno encabezado por ordenadores finísimos, pantallas de plasma, teléfonos táctiles y mecanismos de conexión de dispositivos electrónicos inalámbricamente, o lo que es lo mismo: Wi-Fi. Vivo bien, en una sociedad avanzada tecnológicamente, algo que se preveía en cierta manera hace 20 años en algunas películas de ciencia ficción.

Si mi padre en los 80, con tan sólo 20 años, hubiese viajado 30 años adelante, nunca se hubiese podido imaginar que la sociedad actual sería tal y como es. Marty McFly accidentalmente cambió la vida de sus padres en una época en la que él mismo ni tan siquiera había nacido, sucumbió a la tentación de cambiar el modo en que se enamoraron, y luego se marcó un rock and roll con Johnny B. Goode, una canción no escrita todavía (hito del cine). ¿Cuántos haríamos un viaje temporal para contemplar otras épocas? Los viajes en el tiempo en el cine suelen ser agradables de ver, aunque sean viajes previsibles de ida y vuelta.

Back To The Future es un icono dentro de un cine comercial familiar que tuvo su auge a partir de los 80; su imagen e idea ha influenciado producciones de generaciones futuras. Sencillamente, la diferencia entre lo comercial de ahora y lo de antes es su magia, una magia que ahora cuesta encontrar y/o creer. Pocas películas tienen un guión tan sencillo y tan eficaz como Back To The Future: una historia de amor rota con un cupido que cae del futuro para arreglarla. Igualmente gusta mucho; quizá peco de subjetividad, pero no puedo evitarlo: la vi con tan sólo 9 años y me invaden los recuerdos. Todos sabemos cómo acaba, e incluso Zemeckis le decidió dar bola a dos partes más; una infravalorada y la otra hecha un poco por obligación. La segunda parte comprende tres viajes temporales y tres generaciones distintas: la de los 50, la de los 80 y la de los 2010. Es una película caótica en cuanto al argumento e imprevisible, algo que se agradece. Y fue la que marcó un hito en la cultura pop porque Marty aterriza en nuestro 2015.

Después de tantos años de haber visto por primera vez la trilogía (y haberla repetido tantísimas veces), por fin traspasamos el lapso de 30 años entre la vida real de Marty y la de 2015. Me siento algo mayor porque hace unos años pensaba en el día en que Marty McFly llegaría y me quedaba lejísimos. Pero aquí estoy, escribiendo sobre algo que está sucediendo hoy mismo. Mañana Back To The Future logrará formar parte del pasado de una vez por todas. Quedará en nuestras cabezas y corazones como una de las pelis que más huella nos han dejado. Marty no va a volver más adelante, viajará atrás en el tiempo hacia un paisajístico oeste para después volver a vivir como debe en 1985.

Acertase o no Zemeckis con sus predicciones no es de importancia. Hoy celebramos algo ficticio que a tantos fascinó en su día. Por estas razones, el término “cine” es de tan complicada definición.
edgar_33
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