Erase una vez... en la Francia ocupada por los Nazis...

Estamos ante una película de autor, uno que todo el mundo conoce, y que tiene tantos adeptos, como detractores a su trabajo.

He de confesar que me encuentro entre los adeptos, los trabajos anteriores de Quentin Tarantino, me han ganado casi en su totalidad, y soy admirador del estilo que infunde en cada una de sus películas.

En Malditos Bastardos, nos encontramos en plena 2ª Guerra Mundial, cuando una niña judía presencia la muerte de su familia a manos de los nazis, esta consigue escapar, y se hace con una nueva identidad. En otro lugar se forjará un grupo de judíos americanos, cuya única misión es la de exterminar nazis, a los que se conoce como Los Bastardos.

El destino querrá que sus distintos planes de venganza contra los nazis, se acaben cruzando.

Ya tenía ganas de ver a Brad Pitt trabajando con Tarantino, y el resultado no defrauda en absoluto, aunque he de decir que no es el que más brilla, descubrimos a Christoph Waltz, y a la impresionante construcción de personaje que es el coronel Hans Landa... se come a todos los demás...

Algo que me gusta especialmente del estilo de Tarantino, es su dominio de la tensión y la expectación, y en esta película lo acentúa tremendamente en 2 o 3 escenas sublimes... es impresionante lo elaborado de unos diálogos casi interminables, se recrea enormemente en ellos, sabes que algo "malo" va a pasar, y no llega nunca... te mantiene con angustia pegado a la butaca, y cuando por fin llega... sigue siendo igual de sorpresivo...

La violencia, por supuesto está muy presente en la película, con maravillosas muerte líricas, y otras cruelmente brutales.

Es tremendamente divertido, como mezcla la ficción dentro de un contexto histórico, cambiando a su antojo el curso de la Historia... de veras genial...

Uno se pregunta... ¿Cómo se hace un Espagueti Western, dentro de un contexto bélico? creo que la única respuesta aceptable es, llamándote Quentin Tarantino... de hecho ha vuelto a utilizar piezas de Ennio Morricone, que ya usó en kill Bill, dicen que por las prisas de producción para conseguir participar en Cannes 2009, y aunque por momentos parece un remake de su anterior gran éxito, la música sigue siendo cojonudamente acertada...

Si te gusta el trabajo de este director, disfrutaras de su estilo como nunca, y si por el contrario te encuentras dentro del grupo de los detractores, no creo que esta película te haga cambiar de opinión, porque aunque demuestra una vez mas que es de los pocos directores de la gran industria, que puede hacer absolutamente lo que quiera, sigue fiel al estilo que tanto lo caracteriza...

Altamente recomendable y de obligado visionado...