Tu última oportunidad
5,7
5.011
Romance. Drama. Comedia
Harvey Shine (Dustin Hoffman), un neoyorquino maduro que compone música publicitaria, está pasando por un mal momento tanto profesional como personal. De repente, surge una novedad en su vida: durante un viaje a Londres para asistir a la boda de su hija, conoce a Kate (Emma Thompson), una peculiar soltera cuya vida social es bastante anodina. Harvey se siente inmediatamente atraído por su inteligencia y su espontaneidad, y pronto se ... [+]
5 de septiembre de 2015
5 de septiembre de 2015
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
El amor es imprevisible, puede aparecer en cualquier momento y lugar, cuando menos te lo esperas. No entiende de edades, clases sociales o culturales, así que cuando hace acto de presencia su certeza lo embriaga todo. La película que nos concierne, titulada "Nunca es tarde para enamorarse", se centra en este concepto para mostrarnos como dos personas, de países distintos (él estadounidense y ella británica) y en su madurez, se encuentran y salta a chispa del amor.
Harvey Shine, un neoyorquino maduro que compone música publicitaria, está pasando por un mal momento, tanto profesional como personal. De repente, surge una novedad en su vida: durante un viaje a Londres para asistir a la boda de su hija, conoce a Kate, una peculiar solterona cuya vida social es bastante anodina. Harvey se siente inmediatamente atraído por su inteligencia y su espontaneidad y pronto se establece entre ellos una relación que puede cambiar el curso de sus tristes y solitarias vidas.
En "Nunca es tarde para enamorarse" se dan cita los ingredientes básicos que habitualmente conforman las comedias románticas ligera, como son los caprichos del destino y azar, la mala fortuna y la ordinariez en la vida de cada uno de los implicados, la naturalidad que desprenden sus acciones cuando se conocen, etc; no obstante, aunque tal premisa puede echar hacia atrás, en esta ocasión hace que se desmarque (levemente eso sí) de las otras propuestas del género debido al aplomo de su pareja protagonista: Dustin Hoffman y Emma Thompson. Es un verdadero placer disfrutar de su enorme talento interpretativo y demuestran tener muy buena química. Ellos sostienen una película con una premisa sin sobresaltos y cogida con pinzas, propiciando que rezume encanto; en otras palabras, de haber tenido una pareja de actores más jóvenes posiblemente su resultado no hubiera sido el mismo.
En definitiva, "Nunca es tarde para enamorarse" es una película bonita y muy entretenida, sostenida por sus dos grandísimos interpretes, las acertadas pinceladas tanto de humor como de drama, haciendo que se vea con agrado.
Harvey Shine, un neoyorquino maduro que compone música publicitaria, está pasando por un mal momento, tanto profesional como personal. De repente, surge una novedad en su vida: durante un viaje a Londres para asistir a la boda de su hija, conoce a Kate, una peculiar solterona cuya vida social es bastante anodina. Harvey se siente inmediatamente atraído por su inteligencia y su espontaneidad y pronto se establece entre ellos una relación que puede cambiar el curso de sus tristes y solitarias vidas.
En "Nunca es tarde para enamorarse" se dan cita los ingredientes básicos que habitualmente conforman las comedias románticas ligera, como son los caprichos del destino y azar, la mala fortuna y la ordinariez en la vida de cada uno de los implicados, la naturalidad que desprenden sus acciones cuando se conocen, etc; no obstante, aunque tal premisa puede echar hacia atrás, en esta ocasión hace que se desmarque (levemente eso sí) de las otras propuestas del género debido al aplomo de su pareja protagonista: Dustin Hoffman y Emma Thompson. Es un verdadero placer disfrutar de su enorme talento interpretativo y demuestran tener muy buena química. Ellos sostienen una película con una premisa sin sobresaltos y cogida con pinzas, propiciando que rezume encanto; en otras palabras, de haber tenido una pareja de actores más jóvenes posiblemente su resultado no hubiera sido el mismo.
En definitiva, "Nunca es tarde para enamorarse" es una película bonita y muy entretenida, sostenida por sus dos grandísimos interpretes, las acertadas pinceladas tanto de humor como de drama, haciendo que se vea con agrado.
4 de abril de 2016
4 de abril de 2016
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Buenas a todos, el oto día vi esta gran película y ya tengo mis impresiones.
Para comenzar, diré que la película nos plantea uno de los mayores problemas en mi opinión que tiene el ser humano: la falta de empatía. A eso hay que sumarle la falta de interés en otras personas y cómo a algunos humanos pueden llegar a hacerle el vacío a los que son de su propia familia. Sin embargo, como todo lo malo, eso tiene algo bueno y es que cuando uno ha tocado fondo ya no puede bajar más e inevitablemente irá recuperando su amor propio gracias a otra persona que no conocía, o a una nueva ilusión cualquiera que sea. De eso trata esta película.
Se nos pone en la piel de dos personas que son dejadas de lado, son ceros a la izquierda y nadie parece necesitarlas, y se aborda de manera magistral uno de las grandes cuestiones de los seres humanos: que a todos y cada uno de nosotros nos gusta que nos amen, que nos necesiten, que nos busquen, que nos anhelen. No conozco a ninguna persona que sea inmune a estos reconfortantes sentimientos. Esto genera una comedia romántica, a veces comedia, a veces romántica, y a veces cruda como la vida misma que, sin embargo, creo que no cae en los tópicos de otras películas, ofreciendo una cinta realista y muy agradable.
Como principales ``culpables´´ (gracias Dios por poner a estos dos ``culpables´´ de protagonistas de la película) son los incombustibles Dustin Hoffman y Emma Thompson que simplemente enamoran a todo aquel que quiera ver esta película. Son como dos ángeles caídos del cielo que sacan lo mejor de su interpretación, para regalarnos sendas actuaciones que bien merecieron sus nominaciones a los globos de oro. El encanto que derrochan ambos actores tendría difícil explicación, y menos siendo un simple mortal que nunca llegará a entender si quiera cómo pueden ponerse ante la cámara y ser tan naturales. La naturalidad es lo que reina en la película y hace de esta historia humana, que yo odio con todas mis ganas este tipo de argumentos, en un metraje agradable, encantador y hasta simpático de ver.
El argumento es muy sencillo; un compositor de sintonías para anuncios entrado en años (Dustin Hoffman) se cruza un día por casualidad con Kate, (Emma Thompson) una solterona cuya vida social se limita a informar por teléfono a su madre sobre su situación sentimental. Para mi gusto tiene un argumento bastante sencillo y sin embargo los acontecimientos se precipitan cual cascada de agua fresca y eso es precisamente lo que irradia esta película, frescura por donde uno quiera mirarla. Además, presenta una pareja de protagonistas que no son niños y, sin embargo, eso le da todavía más ternura a la película; como un mensaje esperanzador que te ilumina con su brillante luz diciéndote: nunca es tarde para enamorarte, nunca pierdas la esperanza, todo el mundo tiene derecho a amar y ser amado. Me parece un mensaje precioso que debería extenderse por todo el mundo porque éste está muy falto de ese amor.
La música fue otro punto que me interesó bastante. He de decir que en los últimos tiempos me he aficionado a las bandas sonoras, género que nunca escuché no sé porqué, y he reconocido una banda sonora agradable que acompaña a la acción perfectamente.
Para acabar mi valoración recomiendo esta película no por comedia, ni por romántica, ni tan siquiera por drama sino por todas esas cosas en su debido momento, algo que no es fácil de encontrar en las películas de hoy día.
Lo mejor: la historia, la aguda mezcla de géneros, la belleza de la historia, el mensaje tan precioso, la música, los actores, su sencillez y calidez.
Lo peor: si alguien le encuentra algo malo que me lo diga porque yo ni con lupa le encontré ni una sola cosa mala.
Nota: 6.6
Para comenzar, diré que la película nos plantea uno de los mayores problemas en mi opinión que tiene el ser humano: la falta de empatía. A eso hay que sumarle la falta de interés en otras personas y cómo a algunos humanos pueden llegar a hacerle el vacío a los que son de su propia familia. Sin embargo, como todo lo malo, eso tiene algo bueno y es que cuando uno ha tocado fondo ya no puede bajar más e inevitablemente irá recuperando su amor propio gracias a otra persona que no conocía, o a una nueva ilusión cualquiera que sea. De eso trata esta película.
Se nos pone en la piel de dos personas que son dejadas de lado, son ceros a la izquierda y nadie parece necesitarlas, y se aborda de manera magistral uno de las grandes cuestiones de los seres humanos: que a todos y cada uno de nosotros nos gusta que nos amen, que nos necesiten, que nos busquen, que nos anhelen. No conozco a ninguna persona que sea inmune a estos reconfortantes sentimientos. Esto genera una comedia romántica, a veces comedia, a veces romántica, y a veces cruda como la vida misma que, sin embargo, creo que no cae en los tópicos de otras películas, ofreciendo una cinta realista y muy agradable.
Como principales ``culpables´´ (gracias Dios por poner a estos dos ``culpables´´ de protagonistas de la película) son los incombustibles Dustin Hoffman y Emma Thompson que simplemente enamoran a todo aquel que quiera ver esta película. Son como dos ángeles caídos del cielo que sacan lo mejor de su interpretación, para regalarnos sendas actuaciones que bien merecieron sus nominaciones a los globos de oro. El encanto que derrochan ambos actores tendría difícil explicación, y menos siendo un simple mortal que nunca llegará a entender si quiera cómo pueden ponerse ante la cámara y ser tan naturales. La naturalidad es lo que reina en la película y hace de esta historia humana, que yo odio con todas mis ganas este tipo de argumentos, en un metraje agradable, encantador y hasta simpático de ver.
El argumento es muy sencillo; un compositor de sintonías para anuncios entrado en años (Dustin Hoffman) se cruza un día por casualidad con Kate, (Emma Thompson) una solterona cuya vida social se limita a informar por teléfono a su madre sobre su situación sentimental. Para mi gusto tiene un argumento bastante sencillo y sin embargo los acontecimientos se precipitan cual cascada de agua fresca y eso es precisamente lo que irradia esta película, frescura por donde uno quiera mirarla. Además, presenta una pareja de protagonistas que no son niños y, sin embargo, eso le da todavía más ternura a la película; como un mensaje esperanzador que te ilumina con su brillante luz diciéndote: nunca es tarde para enamorarte, nunca pierdas la esperanza, todo el mundo tiene derecho a amar y ser amado. Me parece un mensaje precioso que debería extenderse por todo el mundo porque éste está muy falto de ese amor.
La música fue otro punto que me interesó bastante. He de decir que en los últimos tiempos me he aficionado a las bandas sonoras, género que nunca escuché no sé porqué, y he reconocido una banda sonora agradable que acompaña a la acción perfectamente.
Para acabar mi valoración recomiendo esta película no por comedia, ni por romántica, ni tan siquiera por drama sino por todas esas cosas en su debido momento, algo que no es fácil de encontrar en las películas de hoy día.
Lo mejor: la historia, la aguda mezcla de géneros, la belleza de la historia, el mensaje tan precioso, la música, los actores, su sencillez y calidez.
Lo peor: si alguien le encuentra algo malo que me lo diga porque yo ni con lupa le encontré ni una sola cosa mala.
Nota: 6.6
11 de junio de 2023
11 de junio de 2023
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Película de situación amorosa con dos grandes actores Dustin Hoffman y Emma Thompson.
Harvey Shine (Dustin Hoffman) es un neoyorquino maduro que compone música publicitaria. No se encuentra bien en lo personal, ni tampoco en lo profesional. En un desplazamiento a Londres para asistir a la boda de su hija conoce a Kate (Emma Thompson) una mujer soltera con poca vida social que trabaja en un aeropuerto.
De una situación surge el conocimiento mutuo, y de aquí la posibilidad de tener un romance.
La vi hace muchos años en la tele y me encantó, por eso la compré y la vemos ahora, Rosa y yo, en una tarde de domingo lloviendo.
Harvey Shine (Dustin Hoffman) es un neoyorquino maduro que compone música publicitaria. No se encuentra bien en lo personal, ni tampoco en lo profesional. En un desplazamiento a Londres para asistir a la boda de su hija conoce a Kate (Emma Thompson) una mujer soltera con poca vida social que trabaja en un aeropuerto.
De una situación surge el conocimiento mutuo, y de aquí la posibilidad de tener un romance.
La vi hace muchos años en la tele y me encantó, por eso la compré y la vemos ahora, Rosa y yo, en una tarde de domingo lloviendo.
27 de mayo de 2010
27 de mayo de 2010
5 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Da penita ver a estos dos grandes actores esforzarse por salvar una película tan floja, pelearse por sacar adelante personajes con tan poco misterio. De las comedias románticas no esperas reflexiones filosóficas ni grandes momentos de épica cinematográfica, pero sí esperas un poco de encanto, sí exiges un guión ágil y divertido, sí reclamas alguna propuesta novedosa, sí suplicas por personajes con entidad que no te abochornen.
La apuesta de esta peli es la gracia que nos tiene que hacer a los espectadores un amor de madurez entre dos personajes necesitados de compañía. Pero la aventura falla porque dibuja a un hombre tendente al ridículo y hasta a la estupidez que no nos place ni nos atrapa, aunque sea Hoffman. Ese personaje, además, resulta patético cuando el guión quiere hacerlo original y darle alma, y tópico cuando cree que ya marcha con velocidad de crucero. El personaje de ella es algo parecido. Saltamos de una solterona de vida triste, a una mujer-tópico culta, ingeniosa y maravillosa. El amor deforma la realidad, nos embriaga y saca lo mejor de nosotros, pero no tanto, sobretodo cuando el espectador no ha hecho el viaje que el guionista proponía.
El cine americano ya hace tiempo que abusa de sus tópicos y estereotipos, de sus códigos morales y sus momentos de mágico entente, de sus pausas dramáticas y sus miradas que lo dicen todo. Algunas películas lo disfrazan mejor que otras. Ésta lo intenta y le sale tan mal, que acaba peor.
La apuesta de esta peli es la gracia que nos tiene que hacer a los espectadores un amor de madurez entre dos personajes necesitados de compañía. Pero la aventura falla porque dibuja a un hombre tendente al ridículo y hasta a la estupidez que no nos place ni nos atrapa, aunque sea Hoffman. Ese personaje, además, resulta patético cuando el guión quiere hacerlo original y darle alma, y tópico cuando cree que ya marcha con velocidad de crucero. El personaje de ella es algo parecido. Saltamos de una solterona de vida triste, a una mujer-tópico culta, ingeniosa y maravillosa. El amor deforma la realidad, nos embriaga y saca lo mejor de nosotros, pero no tanto, sobretodo cuando el espectador no ha hecho el viaje que el guionista proponía.
El cine americano ya hace tiempo que abusa de sus tópicos y estereotipos, de sus códigos morales y sus momentos de mágico entente, de sus pausas dramáticas y sus miradas que lo dicen todo. Algunas películas lo disfrazan mejor que otras. Ésta lo intenta y le sale tan mal, que acaba peor.
10 de mayo de 2009
10 de mayo de 2009
3 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Con esa frase explico lo que para mí salva a esta película.
El argumento no estaba mal, yo creo que se pudo hacer algo mas inteligente, mas profundo porque amar de nuevo cuando ya se es un poco mas que un adulto amerita todo el respeto y la reflexión posible, en este caso me pareció un instantaneo del amor mas que algo estructurado.
El toque de humor negro no estuvo ausente, pero fue tan sutil que apenas nos dimos cuenta.
Ahora bien, la forma impecable de comunicarse con el espectador que consiguen Emma y Dustin, la mirada, los gestos sencillos, lo creible de los personajes ( ella una chica ya entrada en años, con kilos de mas, mas alta que el protagonista y el pequeño, canoso, torpe, y entrado en kilos y años) nos saca un poco de la habitual perfección y nos demuestra como ser el mejor no significa ser el perfecto. Por esto yo puntué con 6.
El argumento no estaba mal, yo creo que se pudo hacer algo mas inteligente, mas profundo porque amar de nuevo cuando ya se es un poco mas que un adulto amerita todo el respeto y la reflexión posible, en este caso me pareció un instantaneo del amor mas que algo estructurado.
El toque de humor negro no estuvo ausente, pero fue tan sutil que apenas nos dimos cuenta.
Ahora bien, la forma impecable de comunicarse con el espectador que consiguen Emma y Dustin, la mirada, los gestos sencillos, lo creible de los personajes ( ella una chica ya entrada en años, con kilos de mas, mas alta que el protagonista y el pequeño, canoso, torpe, y entrado en kilos y años) nos saca un poco de la habitual perfección y nos demuestra como ser el mejor no significa ser el perfecto. Por esto yo puntué con 6.
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