Siempre nos quedará mañana
2023 

7,4
5.546
28 de junio de 2024
28 de junio de 2024
5 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Italia, 1946, un país recién salido del fascismo y la II Guerra Mundial. Una familia 'tradicional' de la época con marido autoritario e hijos subyugados a la autoridad patriarcal. Una madre que, a pesar de ser maltratada por el marido, quiere una nueva vida y una hija mayor que terminará igual que la madre si elige lo que el corazón le dicta. Trata temas muy necesarios que parece que van desapareciendo en los tiempos actuales, y que nunca deberían desaparecer, ni en 1946 ni en 2024. Porque una mujer nunca debe seguir lo que se le impone.
Paola Cortellesi se ha marcado una auténtica obra maestra que recomiendo ver, si puede ser, en VO con subtítulos.
Paola Cortellesi se ha marcado una auténtica obra maestra que recomiendo ver, si puede ser, en VO con subtítulos.
27 de noviembre de 2024
27 de noviembre de 2024
2 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
El tema es peliagudo pero Paola Cortellesi se las apaña para introducirnos con cierta suavidad, en modo costumbrista (comedia en ocasiones), las vicisitudes de una mujer italiana de clase humilde en pleno período de postguerra. La gestualidad, la música, la rebelde resignación de las "donnas", un guión efectista que diluye en teatralidad un tema tan serio...; consiguen, en el aliño, que el proyecto de denuncia de la violencia de género, como elemento cultural, patriarcal y vertebrador de la sociedad italiana de los años 40 del siglo pasado, no sea un culebrón al uso ni un dramón apocalíptico. Sin restar, eso sí, un ápice a tan justa acusación.
La realizadora, y protagonista, utiliza un blanco y negro muy contrastado, luminoso en ocasiones, que tiene la virtud de incorporar al espectador muy próximo al lugar y las fechas en que tienen lugar los acontecimientos que se relatan.
Es un film más que recomendable salvo para quienes, circunspectos, opinen que no se deben hacer gracietas sobre anormalidades tan monstruosas.
El inesperado final recomienda no entrar en detalle alguno de la trama para no dar excesivas pistas.
La realizadora, y protagonista, utiliza un blanco y negro muy contrastado, luminoso en ocasiones, que tiene la virtud de incorporar al espectador muy próximo al lugar y las fechas en que tienen lugar los acontecimientos que se relatan.
Es un film más que recomendable salvo para quienes, circunspectos, opinen que no se deben hacer gracietas sobre anormalidades tan monstruosas.
El inesperado final recomienda no entrar en detalle alguno de la trama para no dar excesivas pistas.
24 de enero de 2025
24 de enero de 2025
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Violencia de género, machismo y feminismo narrado con encanto y socarronería en “Siempre nos quedará mañana”, película protagonizada y dirigida (ópera prima) por Paola Cortellesi, una de las actrices y cantantes más reconocidas de Italia.
“Siempre nos quedará mañana” nos traslada a la Roma de posguerra, una ciudad que sobrevive a la miseria y en la que habita la familia protagonista: un matrimonio humilde con sus tres hijos. Y es Marcella, la primogénita, la que ahora, a punto de casarse, corre el peligro de vivir la misma pesadilla en la que se ahoga su madre. Una cinta singular que habla de esperanza y reencuentros y en la que la comicidad y el dramatismo se encargan del resto. Rodada en blanco y negro emulando al más puro neorrealismo italiano, siempre apegado y comprometido con la realidad de su pueblo. “Por terrible que sea, la realidad se puede explicar con humor", declara la autora. Y lo consigue.
“Siempre nos quedará mañana” nos traslada a la Roma de posguerra, una ciudad que sobrevive a la miseria y en la que habita la familia protagonista: un matrimonio humilde con sus tres hijos. Y es Marcella, la primogénita, la que ahora, a punto de casarse, corre el peligro de vivir la misma pesadilla en la que se ahoga su madre. Una cinta singular que habla de esperanza y reencuentros y en la que la comicidad y el dramatismo se encargan del resto. Rodada en blanco y negro emulando al más puro neorrealismo italiano, siempre apegado y comprometido con la realidad de su pueblo. “Por terrible que sea, la realidad se puede explicar con humor", declara la autora. Y lo consigue.
22 de mayo de 2025
22 de mayo de 2025
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Una grata sorpresa y una gota de agua en un Cine, como es el italiano, que cada vez es más malo.
Excelente realización, típico realismo italiano en blanco y negro con originalidad y buen gusto.
La directora está de notable para arriba, muy buena dirección de actores, hábil en la narración y ganas de ofrecernos emociones visuales fuera de la vulgaridad. Muy atractiva en conjunto.
Inteligente historia, para mucho pensar, hábilmente desarrollada, con un regate final sorprendente, y con un intenso humor negro, negrísimo.
Los protagonistas están de lujo, excepto el par de niños cretinos que, si hubieran aparecido lo justito mucho mejor.
Excelente realización, típico realismo italiano en blanco y negro con originalidad y buen gusto.
La directora está de notable para arriba, muy buena dirección de actores, hábil en la narración y ganas de ofrecernos emociones visuales fuera de la vulgaridad. Muy atractiva en conjunto.
Inteligente historia, para mucho pensar, hábilmente desarrollada, con un regate final sorprendente, y con un intenso humor negro, negrísimo.
Los protagonistas están de lujo, excepto el par de niños cretinos que, si hubieran aparecido lo justito mucho mejor.
30 de mayo de 2025
30 de mayo de 2025
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El cine puede entretener y, al mismo tiempo, ser un acto de resistencia. C’è ancora domani lo entiende bien. Bajo la reconstrucción de un momento histórico, expone sin concesiones el papel que la sociedad impuso a la mujer: callar, aguantar, obedecer. Pero en esa aparente sumisión se gesta algo más grande. La represión no solo oprime, también alimenta la posibilidad de cambio.
El uso del blanco y negro y la reconstrucción minuciosa de la época remiten al neorrealismo italiano, pero la película no se aferra a la nostalgia. Más que un homenaje, estos elementos funcionan como un espejo del presente, recordando que ciertas sombras del pasado siguen proyectándose sobre hoy. Su estética no embellece, enfatiza; no endulza, subraya la crudeza de una historia que aún resuena.
La violencia en la película no es solo un acto físico, sino una coreografía cotidiana que se despliega en el hogar. La directora la transforma en una danza macabra, donde los golpes y las humillaciones se convierten en una performance inquietante. Esta teatralidad, lejos de suavizar la crudeza, la amplifica, mostrando cómo la brutalidad se infiltra en la rutina, donde la sumisión convive con la estrategia, y el miedo con la certeza de que algo debe cambiar.
El uso del blanco y negro y la reconstrucción minuciosa de la época remiten al neorrealismo italiano, pero la película no se aferra a la nostalgia. Más que un homenaje, estos elementos funcionan como un espejo del presente, recordando que ciertas sombras del pasado siguen proyectándose sobre hoy. Su estética no embellece, enfatiza; no endulza, subraya la crudeza de una historia que aún resuena.
La violencia en la película no es solo un acto físico, sino una coreografía cotidiana que se despliega en el hogar. La directora la transforma en una danza macabra, donde los golpes y las humillaciones se convierten en una performance inquietante. Esta teatralidad, lejos de suavizar la crudeza, la amplifica, mostrando cómo la brutalidad se infiltra en la rutina, donde la sumisión convive con la estrategia, y el miedo con la certeza de que algo debe cambiar.
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