Rey Gitano

Es el principal problema de esta película, es mas fácil entender matrix la primera vez que la ves que Rey gitano, de la pelicula salvo a Manuel Manquiña y Karra Elejalde, que están muy por encima del resto de elenco. El guion de la pelicula no es malo, lo que si esta mal es el montaje, que te despista en varias ocasiones. Arturo Valls es un showman extraordinario, pero no lo veo como actor, cada vez que pone acento gitano me pitan los oidos, y los responsables de la película estoy seguro de que lo sabían, pero han querido aprovechar el tirón de Arturo. No la recomiendo la verdad, eso si, para verla con unas caladas de maripepa se es mas ameno. A todo esto aplaudir el cambio de rumbo que desde años se viene dando en el cine español, nadie podía imaginar hace 20 años que nos llegarían de tan seguido películas como 8 apellidos vascos, Los otros, El desconocido, Grupo 7, La isla mínima y un gran etcétera de filmes que está poniendo el cine español en lo mas alto así como series de tv, aunque ahí podemos dar mucho más, aunque no se preocupen las altas esferas de este país en financiar mas cultura.

El regreso de Bajo Ulloa es casi una parodia de sí mismo. Lástima que dos grandes actores cómicos como los magníficos Elejalde y Manquiña estén tan por encima de un despropósito total de película en la que hasta la gran Sardá hace el ridículo. Y Charo López, ya mayor, ensucia su aura de gran actriz dramática. Y es que la película no sólo es mala, es aburrida y daña a actrices como estas. Todo es absurdo y sólo algún diálogo entre Manquiña y Elejalde eleva el nivel y logra la risa del espectador. Qué lejos está Bajo Ulloa del buen director que fue. Esta película imita en todos sus defectos a Airbag y nos muestra las carencia de Arturo Valls o María León, sobre todo del primero. Escenas copiadas del original casi al milímetro nos hacen añorar más aquél, sin duda.

Hace 20 años, cuando algunos éramos adolescentes, Bajo Ulloa triunfó con Airbag. Una película que sin ser artísticamente muy bollante alcanzó un éxito comercial apabullante debido a la innovación que supuso. Pues bien, en El rey gitano ya no queda nada de eso. Los chistes que hacían gracia con 15 ó 16 años ya no tienen tal efecto a estas alturas. Pero es que en esta película directamente no hacen ni pajolera gracia. Abusando además de gags escatológicos. Es más, ni tan siquiera funciona en su vertiente de crítica social y política, que termina reduciéndose a la familia real y amaga con tocar más palos. Pero lo hace de forma muy banal.

Y eso que recupera a unos cuantos actores como Karra Elejalde, Manuel Manquiña o Sardá. Esta última con un insulso papel reservado, pero no peor que el de Arturo Valls que ganaría con toda justicia el razzy al peor actor español del 2015. Es tan pésima su actuación que imita el acento gitano según le venga o entona su registro normal. María León, por su parte, está mucho más aceptable y luciendo palmito (que tampoco era necesario, pero no daña a la vista ni mucho menos). En cuanto a la pareja de cantamañas, verdaderamente no sé qué demonios pintan. Encarnando situaciones tan absurdas como innecesarias.

No me quiero olvidar de la pareja protagonista, representantes de las dos Españas que son una especie de Mortadelo y Filemón. Ya que vienen a realizar una misión secreta y encima se llaman de usted. No lo hacen mal, pero las escenas que supuestamente son humorísticas, como vengo diciendo, harían gracia en los años noventa. Hoy día quedan rancias y dan algo de más sopor que risa. Y eso, en una película que se supone que es una comedia es la antesala del fracaso. Destaco algunas what-the-fuck scenes en spoiler.

En definitiva, aburrimiento se alarga y se termina pidiendo la hora. Sólo recuerdo haberme reído al final, que establece una conclusión bastante interesante.

Una de las películas más desagradables, estúpidas y dolorosamente malas con la que he tenido la desgracia de toparme. Observo que el que escribe es el mismo que el que dirige. Mi curiosidad por descubrir cine es bastante vasta, pero creo que después de esto se me han quitado las ganas de visualizar algo que lleve el nombre de este tipo en algún lado. Nunca he sido un defensor de la censura, pero pienso que si le retiraran la licencia yo no me indignaría, pues opino que si a alguien que tras once años sin dirigir nada (y habiendo pasado penurias económicas) le llega una oportunidad y use 116 minutos de celuloide para hacer esto, pues difícilmente tendrá algo interesante que filmar a lo largo del resto de su vida.

Todos tenemos que comer, eso lo entendemos todos, pero uno no puede evitar sentirse profundamente decepcionado con las caras famosas que han arrastrado a uno a contemplar semejante bazofia.

Los influencers (lo son casi por sugestión, te terminas tragando cosas suyas aunque no quieras, salen en todas partes y te los meten hasta en la sopa) de este país deberían de tener un poco más de responsabilidad con los espectadores y tratar de evitar que estos tengan que verse expuestos a lidiar con mierdas de tamaño calibre. O si ya no es por eso, que sea por amor propio. Aunque entiendo que una vez habiéndose montado uno/a en el euro, es ya como una adicción, mientras que mantengas tu lugar y nadie te desplace todo parece valer (habrá ahí gente necesitada de verdad pero todos tampoco), sobre todo cuando eres consciente de que en realidad no vales tu cotización actual y que en cualquier momento se te puede acabar el chollo.

En verdad no sé qué es peor: o ya hay que tener mal gusto o que de verdad no te importe prostituirte (apuesto más por eso último, tonto ahí no hay nadie), pues el dinero nunca será suficiente y tengo que reconocer que me aterra pensar cuánto habrá podido costar eso, y lo que es aún peor, de dónde habrá salido el montante del presupuesto.

Estoy asombrado por algunas críticas que he leido. Ponen esta película de vuelta y media y no lo entiendo. Es una comedia, una sátira que mezcla muchos matices de los muchos tópicazos de nuestra España querida. El primero es la corrupción, pero creo ya demostrado que no es tan "topicazo", sino mas bien un hecho. La película tiene ritmo, sin sentimentalismos (que están muy de moda en la comedia últimamente) y es entretenida. Buen guión y buenas actuaciones. Sé que no es de 10, pero un 6 ó 6,5 para mí sería lo mas justo.