Titanes del Pacífico
6,0
43.963
Ciencia ficción. Acción
Cuando legiones de monstruosas criaturas, denominadas Kaiju, comienzan a salir del mar, se inicia una guerra que acabará con millones de vidas y que consumirá los recursos de la humanidad durante interminables años. Para combatir a los Kaiju gigantes diseñan un tipo especial de arma: enormes robots, llamados Jaegers, que son controlados simultáneamente por dos pilotos cuyas mentes están bloqueadas en un puente neural. Pero incluso los ... [+]
16 de agosto de 2013
16 de agosto de 2013
8 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
La creación del genero Kaiju (Monstruo gigante en japones) se la debemos al director Ishiro Honda, padre de 'Japón bajo el terror del monstruo' o comúnmente conocido como 'Godzilla'. El inicio del genero era un contexto para hablar de temas serios pasando por temáticas simples, el espectador lo ve, explican que el monstruo nació por la radiación y ya tenemos una excusa para no estar a favor de la energía radioactiva. Después evoluciono a un genero sin mensaje que lo único que buscaba era la diversión del espectador viendo como monstruos luchaban entre sí, una delicia. Fue evolucionando al digital y poco a poco, el género se fue perdiendo en el cine. Cuando más posibilidades de crear verdaderos monstruos en pantalla, era cuando nos acobardábamos en hacerlos, pero el salvador, no ya de un verano de Blockbusters mediocres, si no defensor de un género perdido, llega ‘Pacific Rim’.
Los revienta taquillas de este verano han sido realmente decepcionantes. El principal fallo de todos ellos se basa en la ‘creación de un mundo’. Puede sonar absurdo pero, aun enseñando la trama, los personajes, eso no significa en absoluto que estés enseñando el mundo donde viven los personajes. La creación de la atmosfera y del mundo en general es puramente brillante y de genio. Guillermo del Toro realmente consigue crearlo. Pero en este caso, hemos hablado de un universo variado en el que te puedes sumergir, pero, tú no vas a verla por eso, la vas a ver por las peleas.
Las batallas de ‘Pacific Rim’ son lo mejor que se ha visto en el cine de Kaiju. Sí, las mejores. Son algo sublime, y ni siquiera sé por dónde empezar. Contemos los diseños de los Jaegers, que son geniales, inspirándose en diseños de otros mechas de animes pero sin copiarlos, cada uno tiene su propia personalidad. Al contrario de cómo pasaba en ‘Transformers’, aquí los robots se diferencian ya no solamente por el color si no por la forma de ellos.Centrándonos ahora en los diseños de los Kaiju, son de lo mejor de la película. Si en cada mecha era un estilo único, en este caso cada monstruo tiene su propio espíritu, tipo de ataque, forma de moverse distinta… Es increíble el trabajo que han realizado con las criaturas, se nota unas ganas mágicas, esas mismas con las que se hacían esas primeras películas de Kaiju. Si Honda levantara la cabeza, amaría a Guillermo del Toro y a ‘Pacific Rim’. Tiene una forma elegante de enseñarte todo lo que ocurre y procurar que disfrutes de cada puñetazo, de cada explosión y de cada plano. Una película bien rodada que ayuda mucho a sentirte cerca de la batalla y pequeño antes tremendas criaturas luchando entre sí.
Es más interesante hablar de los propios personajes que de los propios actores. Los actores en su mayoría hacen el trabajo ninguno sobresale especialmente, excepto Idris Elba que tiene una carisma en pantalla demoledora. Charlie Hunnam interpreta al protagonista y debo decir que es un personaje simple con ciertos problemas para darle a la película un carácter más humano. Pero las quejas hacia su personaje son bastante fuertes, calificándolo como vacio. Este tipo de personajes suelen encontrarse como protagonistas en la ciencia ficción comercial, ya sea ‘Star Wars’ con Luke o ‘Star Trek’ con Kirk, no son personajes con carisma, pero los secundarios sí. Idris Elba, Charley Day, Perlman o Rinko Kikuchi. Son realmente personajes interesantes que conocemos gracias a la perspectiva del protagonista. No son grandes personajes ni la mejor creación de un personaje en el cine blockbuster generacional, pero tiene ese algo, esa capacidad para hacerte sentir por esos personajes.
Cabe destacar la capacidad de la película, y esto es una de sus principales bazas, de no tomarse en serio así misma. Es una película realmente divertida sin caer en el chiste fácil o en la vergüenza ajena. Ya no solamente en la trama en sí, si no en personajes como Charlie Day que sirven como comedia en momentos de drama. La película es capaz de unir los dos conceptos y que funcionen… Aunque en algunos momentos no funcionen por igual y el drama se pierda por comedia y viceversa. En su mayoría funciona y engancha con un ritmo trepidante.
Si algo debe destacar de ‘Pacific Rim’ es su sinceridad. Es una película con alma y corazón que te da lo que le pides. Si necesitas un film basado en peleas entre gigantescas criaturas, aquí la tienes. Si buscas algo serio, profundo, esta no es tu película. Pero ‘Pacific Rim’ se podría volver uno de esos clásicos del ‘Cine con amigos’, porque, dios, cuantos momentos impresionantes hay en esta película. Triunfa como entretenimiento pero podría dar mucho más de sí. Con toda esta presentación y con Guillermo del Toro trabajando en la secuela, hace falta esperar que esta nueva entrega profundice más en los temas que trata, en los personajes pero más importante, en las peleas. ‘Pacific Rim’ es el sueño de cualquier niño criado con la cultura japonesa, es ese producto que todos esperaban, y ha llegado. Merece la pena verla en cines os lo aseguro. Guillermo del Toro hace la película más, con palabras textuales suyas, gozosa que ha realizado nunca, el espectador captara eso y se divertirá desde el minuto 1 hasta el último, porque este es el cine comercial de calidad, luchemos por él.
Crítica extendida sin acortar y algunas referencias de la película en: http://nachogrimfandango.blogspot.com.es/2013/08/pacific-rim-carta-de-amor-los-kaiju.html
Los revienta taquillas de este verano han sido realmente decepcionantes. El principal fallo de todos ellos se basa en la ‘creación de un mundo’. Puede sonar absurdo pero, aun enseñando la trama, los personajes, eso no significa en absoluto que estés enseñando el mundo donde viven los personajes. La creación de la atmosfera y del mundo en general es puramente brillante y de genio. Guillermo del Toro realmente consigue crearlo. Pero en este caso, hemos hablado de un universo variado en el que te puedes sumergir, pero, tú no vas a verla por eso, la vas a ver por las peleas.
Las batallas de ‘Pacific Rim’ son lo mejor que se ha visto en el cine de Kaiju. Sí, las mejores. Son algo sublime, y ni siquiera sé por dónde empezar. Contemos los diseños de los Jaegers, que son geniales, inspirándose en diseños de otros mechas de animes pero sin copiarlos, cada uno tiene su propia personalidad. Al contrario de cómo pasaba en ‘Transformers’, aquí los robots se diferencian ya no solamente por el color si no por la forma de ellos.Centrándonos ahora en los diseños de los Kaiju, son de lo mejor de la película. Si en cada mecha era un estilo único, en este caso cada monstruo tiene su propio espíritu, tipo de ataque, forma de moverse distinta… Es increíble el trabajo que han realizado con las criaturas, se nota unas ganas mágicas, esas mismas con las que se hacían esas primeras películas de Kaiju. Si Honda levantara la cabeza, amaría a Guillermo del Toro y a ‘Pacific Rim’. Tiene una forma elegante de enseñarte todo lo que ocurre y procurar que disfrutes de cada puñetazo, de cada explosión y de cada plano. Una película bien rodada que ayuda mucho a sentirte cerca de la batalla y pequeño antes tremendas criaturas luchando entre sí.
Es más interesante hablar de los propios personajes que de los propios actores. Los actores en su mayoría hacen el trabajo ninguno sobresale especialmente, excepto Idris Elba que tiene una carisma en pantalla demoledora. Charlie Hunnam interpreta al protagonista y debo decir que es un personaje simple con ciertos problemas para darle a la película un carácter más humano. Pero las quejas hacia su personaje son bastante fuertes, calificándolo como vacio. Este tipo de personajes suelen encontrarse como protagonistas en la ciencia ficción comercial, ya sea ‘Star Wars’ con Luke o ‘Star Trek’ con Kirk, no son personajes con carisma, pero los secundarios sí. Idris Elba, Charley Day, Perlman o Rinko Kikuchi. Son realmente personajes interesantes que conocemos gracias a la perspectiva del protagonista. No son grandes personajes ni la mejor creación de un personaje en el cine blockbuster generacional, pero tiene ese algo, esa capacidad para hacerte sentir por esos personajes.
Cabe destacar la capacidad de la película, y esto es una de sus principales bazas, de no tomarse en serio así misma. Es una película realmente divertida sin caer en el chiste fácil o en la vergüenza ajena. Ya no solamente en la trama en sí, si no en personajes como Charlie Day que sirven como comedia en momentos de drama. La película es capaz de unir los dos conceptos y que funcionen… Aunque en algunos momentos no funcionen por igual y el drama se pierda por comedia y viceversa. En su mayoría funciona y engancha con un ritmo trepidante.
Si algo debe destacar de ‘Pacific Rim’ es su sinceridad. Es una película con alma y corazón que te da lo que le pides. Si necesitas un film basado en peleas entre gigantescas criaturas, aquí la tienes. Si buscas algo serio, profundo, esta no es tu película. Pero ‘Pacific Rim’ se podría volver uno de esos clásicos del ‘Cine con amigos’, porque, dios, cuantos momentos impresionantes hay en esta película. Triunfa como entretenimiento pero podría dar mucho más de sí. Con toda esta presentación y con Guillermo del Toro trabajando en la secuela, hace falta esperar que esta nueva entrega profundice más en los temas que trata, en los personajes pero más importante, en las peleas. ‘Pacific Rim’ es el sueño de cualquier niño criado con la cultura japonesa, es ese producto que todos esperaban, y ha llegado. Merece la pena verla en cines os lo aseguro. Guillermo del Toro hace la película más, con palabras textuales suyas, gozosa que ha realizado nunca, el espectador captara eso y se divertirá desde el minuto 1 hasta el último, porque este es el cine comercial de calidad, luchemos por él.
Crítica extendida sin acortar y algunas referencias de la película en: http://nachogrimfandango.blogspot.com.es/2013/08/pacific-rim-carta-de-amor-los-kaiju.html
13 de octubre de 2013
13 de octubre de 2013
9 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
Es probablemente el desastre cinematográfico más caro de la historia después del Titanic (el barco, no la película). Aburrida hasta el sueño a pesar de la acción. No entiendo como tiene 6 estrellas de promedio, quizá ya estamos siendo atacados por aliens que destruyen el cerebro de los críticos cinematográficos. Sólo pude aguantar no sin esfuerzo hasta el minuto 70 pero ya imagino el resto. Es una película para la matiné de un público no mayor de 6 años.
9 de agosto de 2013
9 de agosto de 2013
8 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
Señoras y señores; damas y caballeros, bienvenidos a la Grand Arena de Anchorage. Les pedimos, por favor, que tomen sus asientos y que desconecten sus teléfonos móviles: el espectáculo está a punto de empezar. El programa de hoy, que les recordamos que es apto para toda la familia, empezará con una breve introducción; un impresionante repaso histórico de la sangrienta rivalidad entre nuestros gladiadores favoritos. Reviviremos los espantosos episodios de San Francisco y Manila e indagaremos, muy brevemente en los extraños fenómenos registrados en las profundidades del Océano Pacífico. Un pequeño descanso antes de pasar al plato fuerte de la noche. El evento principal, aquel por el que ha estado ahorrando durante los últimos meses: el combate del siglo.
La batalla que tanto tiempo llevábamos esperando. Se acabó el mirar continuamente al reloj del fin del mundo, pues los contendientes, todos ellos en pleno estado de forma, ya aguardan ansiosos en sus posiciones. En la esquina roja, con 79 metros de altura, 1980 toneladas de peso y cinco aplastantes victorias consecutivas en su hoja de servicios, el terror de la costa oeste de los Estados Unidos, una de las más valiosas perlas del Jaeger Team... Gypsy Danger! En la esquina de color azul, y en representación del equipo Kaiju: Knifehead! El aspirante de categoría 3 más grande que jamás hayan visto. Conocido por los pescadores de los mares helados como el ''tsunami de Alaska'', este monstruo surgido de las profundidades de la Tierra hará todo lo posible para revertir la desastrosa dinámica derrotista en la que lleva sumida su especie desde hace meses. Tanto un luchador como el otro saben que la única norma vigente será la del ''último-hombre-en-pie''. Ganará quien sobreviva al otro, sin importar las armas, artimañas y ayudas externas de las que haga uso. Por cierto, la organización no se hace responsable de los destrozos ocasionados por el espectáculo. Una vez aclarado esto: Ladies and gentlemen... let’s get ready to rumble!
Showtime. Que no confunda el tono épico con el que haya podido venderse el producto. La mística epopeica realmente está presente en 'Pacific Rim', sin embargo ésta se encuentra en las antípodas de la que pregonan gurús como, por ejemplo, Christopher Nolan. Seriedad la justa. De lo que se trata aquí es de servir a un propósito tan sencillo como noble y, en esencia, puro: el de hacer que el circo de tres pistas sea, si cabe, todavía más impactante, más colosal, más impresionante. Guillermo del Toro se desquita del maleficio que venía cebándose con su carrera desde después del estreno de 'Hellboy 2: El ejército dorado', su última película hasta la fecha. Tras aproximadamente un lustro rebotando de un sitio a otro, se sacude los fantasmas que le acosaban de la única manera que a estas alturas podría considerarse como ''satisfactoria'': a lo grande.
Tanto como todo lo que implica el muy ilustrativo (una vez analizado en detalle) título 'Pacific Rim', sorprendentemente -y afortunadamente- exento de traducción garbancera para nuestro territorio. Este anglicismo corresponde al término usado para referirse a todo el territorio, que no es precisamente pequeño (continentes, archipiélagos, países, ciudades y un larguísimo etcétera), bañado por el Océano Pacífico. Navegando por esta inmensa masa de agua, a Guillermo del Toro se le reactiva (si es que alguna vez le dejó de funcionar) el chip aventurero-explorador, con que decide hacer parada en cuantos puertos se crucen en su itinerario y asimilar todos los inputs que allí se le presenten. Desde las soleadas playas de California le llegan las inconfundibles grandes magnitudes hollywoodienses; de las cálidas aguas de su México natal importa la marrullera y muy lúdica lucha libre, en la que parece que todo vale; mientras, en los mares libres de ballenas de Japón, se deja empapar por las holocáusticas olas propiciadas por la adoración profana a un particularísimo Olimpo poblado de divinidades con exoesqueleto de acero.
Así es el retrato robot de la bestia, suficiente para hacerse a la idea de por dónde y cómo nos va a atacar, pero al mismo tiempo no todo lo acurado como para poder predecir con exactitud todos sus movimientos. Y es que identificar y contabilizar las series, películas, libros, cómics, videojuegos y novelas gráficas sobre los que se levanta esta película es casi como ponerse a contar las gotas de agua que componen el Océano Pacífico. Será, tal vez porque el híper-prolífico (en todos los niveles) país del sol naciente se lleva la palma a la hora de proveer influencias. Ultraman, Mazinger Z, Godzilla, Gamera, EVAs, Ángeles y, como suele decirse, ''muchos más''. Rarillos de todo el mundo, regocijaros, ésta es la película que os merecíais, la que hará enarbolar por todo lo alto el orgullo nerd que, en mayor o menor medida, reside dentro de cada uno (no en vano, ya es parte de la intra-historia twittera la entusiasta reacción de Hideo Kojima, tras salir de su primer, y probablemente no-último visionado). En este sentido, la primera conquista de del Toro consiste en la nada fácil labor de erigir, en medio de la sala de proyección, un templo marciano cuyo barroquismo arquitectónico se oculte detrás de una fachada relativamente (sobre todo por lo que cabía esperar a priori) libre de filigranas. La aglomeración convertida en pura fluidez.
Llegados a este punto, y por insistente petición de las autoridades, no está de más recordarle al espectador que, mientras pierde el tiempo leyendo, una inmensa brecha ubicada en el fondo del mar conecta dos mundos teóricamente destinados a destruirse el uno al otro. Una vez puesta sobre la mesa la mayoría de antecedentes (como se ha dicho, es técnicamente imposible detenerse en todos), ya puede pasarse a hablar del principal rasgo distintivo de 'Pacific Rim', que es a la vez su principal -y obligadamente arriesgada- apuesta para alcanzar el éxito: su naturaleza bidimensional. Consciente de que con estos referentes la conquista
La batalla que tanto tiempo llevábamos esperando. Se acabó el mirar continuamente al reloj del fin del mundo, pues los contendientes, todos ellos en pleno estado de forma, ya aguardan ansiosos en sus posiciones. En la esquina roja, con 79 metros de altura, 1980 toneladas de peso y cinco aplastantes victorias consecutivas en su hoja de servicios, el terror de la costa oeste de los Estados Unidos, una de las más valiosas perlas del Jaeger Team... Gypsy Danger! En la esquina de color azul, y en representación del equipo Kaiju: Knifehead! El aspirante de categoría 3 más grande que jamás hayan visto. Conocido por los pescadores de los mares helados como el ''tsunami de Alaska'', este monstruo surgido de las profundidades de la Tierra hará todo lo posible para revertir la desastrosa dinámica derrotista en la que lleva sumida su especie desde hace meses. Tanto un luchador como el otro saben que la única norma vigente será la del ''último-hombre-en-pie''. Ganará quien sobreviva al otro, sin importar las armas, artimañas y ayudas externas de las que haga uso. Por cierto, la organización no se hace responsable de los destrozos ocasionados por el espectáculo. Una vez aclarado esto: Ladies and gentlemen... let’s get ready to rumble!
Showtime. Que no confunda el tono épico con el que haya podido venderse el producto. La mística epopeica realmente está presente en 'Pacific Rim', sin embargo ésta se encuentra en las antípodas de la que pregonan gurús como, por ejemplo, Christopher Nolan. Seriedad la justa. De lo que se trata aquí es de servir a un propósito tan sencillo como noble y, en esencia, puro: el de hacer que el circo de tres pistas sea, si cabe, todavía más impactante, más colosal, más impresionante. Guillermo del Toro se desquita del maleficio que venía cebándose con su carrera desde después del estreno de 'Hellboy 2: El ejército dorado', su última película hasta la fecha. Tras aproximadamente un lustro rebotando de un sitio a otro, se sacude los fantasmas que le acosaban de la única manera que a estas alturas podría considerarse como ''satisfactoria'': a lo grande.
Tanto como todo lo que implica el muy ilustrativo (una vez analizado en detalle) título 'Pacific Rim', sorprendentemente -y afortunadamente- exento de traducción garbancera para nuestro territorio. Este anglicismo corresponde al término usado para referirse a todo el territorio, que no es precisamente pequeño (continentes, archipiélagos, países, ciudades y un larguísimo etcétera), bañado por el Océano Pacífico. Navegando por esta inmensa masa de agua, a Guillermo del Toro se le reactiva (si es que alguna vez le dejó de funcionar) el chip aventurero-explorador, con que decide hacer parada en cuantos puertos se crucen en su itinerario y asimilar todos los inputs que allí se le presenten. Desde las soleadas playas de California le llegan las inconfundibles grandes magnitudes hollywoodienses; de las cálidas aguas de su México natal importa la marrullera y muy lúdica lucha libre, en la que parece que todo vale; mientras, en los mares libres de ballenas de Japón, se deja empapar por las holocáusticas olas propiciadas por la adoración profana a un particularísimo Olimpo poblado de divinidades con exoesqueleto de acero.
Así es el retrato robot de la bestia, suficiente para hacerse a la idea de por dónde y cómo nos va a atacar, pero al mismo tiempo no todo lo acurado como para poder predecir con exactitud todos sus movimientos. Y es que identificar y contabilizar las series, películas, libros, cómics, videojuegos y novelas gráficas sobre los que se levanta esta película es casi como ponerse a contar las gotas de agua que componen el Océano Pacífico. Será, tal vez porque el híper-prolífico (en todos los niveles) país del sol naciente se lleva la palma a la hora de proveer influencias. Ultraman, Mazinger Z, Godzilla, Gamera, EVAs, Ángeles y, como suele decirse, ''muchos más''. Rarillos de todo el mundo, regocijaros, ésta es la película que os merecíais, la que hará enarbolar por todo lo alto el orgullo nerd que, en mayor o menor medida, reside dentro de cada uno (no en vano, ya es parte de la intra-historia twittera la entusiasta reacción de Hideo Kojima, tras salir de su primer, y probablemente no-último visionado). En este sentido, la primera conquista de del Toro consiste en la nada fácil labor de erigir, en medio de la sala de proyección, un templo marciano cuyo barroquismo arquitectónico se oculte detrás de una fachada relativamente (sobre todo por lo que cabía esperar a priori) libre de filigranas. La aglomeración convertida en pura fluidez.
Llegados a este punto, y por insistente petición de las autoridades, no está de más recordarle al espectador que, mientras pierde el tiempo leyendo, una inmensa brecha ubicada en el fondo del mar conecta dos mundos teóricamente destinados a destruirse el uno al otro. Una vez puesta sobre la mesa la mayoría de antecedentes (como se ha dicho, es técnicamente imposible detenerse en todos), ya puede pasarse a hablar del principal rasgo distintivo de 'Pacific Rim', que es a la vez su principal -y obligadamente arriesgada- apuesta para alcanzar el éxito: su naturaleza bidimensional. Consciente de que con estos referentes la conquista
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
de la taquilla es poco más que una quimera, buena parte de los esfuerzos del cineasta mexicano (que contrariamente a lo que apuntarán sus detractores, no sólo se vuelcan en el, por otra parte, asombroso, como cabía esperar, diseño de producción) se focalizan en tratar de conciliar y complementar las dos caras que, por capricho y por pura necesidad, se muestran al público.
Así, la mejor manera de sintetizar la propuesta de 'Pacific Rim' es la de dibujar una criatura con la estructura interna del clásico ''mecha'' nipón (en su vertiente más descaradamente Serie B), pero con el empaque de lujo de los mejores manga / anime. Lo mismo que un robot gigante con el cerebro de Kamen Rider y las armas más avanzadas de la corporación Nerv. Supongamos que Shotaro Ishinomori y Hideaki Anno se fusionan, bajo la atenta mirada de un extranjero plenamente conocedor de la causa, en pos del ennoblecimiento del tokusatsu. La lástima es que en este logrado proceso de lavado de cara no se haya logrado la universalización del ''género''. Para entendernos, ¿es lo nuevo de Guillermo del Toro una sólida Meca para su target? Sin duda. Lo que está por ver es si el espectador ''profano'' va a salir del cine con la misma sonrisa que la de su amigo el friki.
En este sentido, y siguiendo con el estudio de la anatomía bicéfala del filme, a pesar de que Travis Beachman y del Toro describan y respeten unas reglas de juego lo suficientemente atractivas como para ''terraformear'' un universo entero (que por si fuera poco tiene las puertas abiertas a futuras entregas), la verdad es que, al menos de momento, los refugios para la audiencia poco iniciada / predispuesta, son más bien ineficaces. Es por esto que los tramos más convencionales de 'Pacific Rim' pueden malinterpretarse como tiempos muertos, por encima de todo aburridos e insustanciales. Minutos de la basura, para emplear la jerga deportiva, que descompensan al conjunto y en los que el ''hijo de la anarquía'' Charlie Hunnam intenta reivindicar sin demasiado acierto un factor humano que si acaso hay que atribuir al gran Idris Elba, así como a la habitual ráfaga de pinceladas / números cómicos a manos de los también habituales secundarios roba-escenas.
A pesar de las cojeras mencionadas, es reconfortante comprobar la capacidad de la cinta a la hora de recomponerse y reivindicarse, cuando más falta (le) hace, en una colosal película de destrucción masiva. Su trepidante recta final está sustentada principalmente por un tremendo set piece en Hong Kong, colorista y espectacular balón de oxígeno para el cine de acción a gran escala, cuya deslumbrante y sesuda utilización de CGIs (por petición expresa del capitán del barco no se echó mano de la captura de movimiento) redunda de nuevo en las tesis de del Toro sobre la dualidad, demostrándose así que la realidad y la fantasía pueden coexistir en plena armonía. Del mismo modo, mientras los monstruos creados por el hombre intercambian puñetazos, patadas voladoras y mordiscos con los leviatanes de inspiración lovecraftiana (tarde o temprano, los genios siempre se las ingenian para sacarse, de un modo u otro, las espinas que tenían clavadas), el cinéfilo de pura cepa entiende que esta tempestad de apariencia digital tiene en realidad espíritu analógico. Por si fuera poco, mientras la cámara se planta en un ascensor que desciende hasta laboratorios subterráneos donde aguarda pacientemente una troupe compuesta por científicos locos, frascos llenos de formol y amiguetes de toda la vida (por supuesto, ni Ron Perlman ni Santiago Segura faltan a la cita), y mientras dentro del Jaeger se escucha la voz de GLaDOS (mítica cyber-villana de la saga Portal, seguramente la gema más reluciente de la factoría Valve), el espectador con un mínimo de educación fílmica, congenie o no con el freak show, se da cuenta de que tiene ante sí, y ahí es nada, a un señor blockbuster de autor en plena cruzada para reventar el box office -esperemos- sin necesidad de perder la personalidad.
Así, la mejor manera de sintetizar la propuesta de 'Pacific Rim' es la de dibujar una criatura con la estructura interna del clásico ''mecha'' nipón (en su vertiente más descaradamente Serie B), pero con el empaque de lujo de los mejores manga / anime. Lo mismo que un robot gigante con el cerebro de Kamen Rider y las armas más avanzadas de la corporación Nerv. Supongamos que Shotaro Ishinomori y Hideaki Anno se fusionan, bajo la atenta mirada de un extranjero plenamente conocedor de la causa, en pos del ennoblecimiento del tokusatsu. La lástima es que en este logrado proceso de lavado de cara no se haya logrado la universalización del ''género''. Para entendernos, ¿es lo nuevo de Guillermo del Toro una sólida Meca para su target? Sin duda. Lo que está por ver es si el espectador ''profano'' va a salir del cine con la misma sonrisa que la de su amigo el friki.
En este sentido, y siguiendo con el estudio de la anatomía bicéfala del filme, a pesar de que Travis Beachman y del Toro describan y respeten unas reglas de juego lo suficientemente atractivas como para ''terraformear'' un universo entero (que por si fuera poco tiene las puertas abiertas a futuras entregas), la verdad es que, al menos de momento, los refugios para la audiencia poco iniciada / predispuesta, son más bien ineficaces. Es por esto que los tramos más convencionales de 'Pacific Rim' pueden malinterpretarse como tiempos muertos, por encima de todo aburridos e insustanciales. Minutos de la basura, para emplear la jerga deportiva, que descompensan al conjunto y en los que el ''hijo de la anarquía'' Charlie Hunnam intenta reivindicar sin demasiado acierto un factor humano que si acaso hay que atribuir al gran Idris Elba, así como a la habitual ráfaga de pinceladas / números cómicos a manos de los también habituales secundarios roba-escenas.
A pesar de las cojeras mencionadas, es reconfortante comprobar la capacidad de la cinta a la hora de recomponerse y reivindicarse, cuando más falta (le) hace, en una colosal película de destrucción masiva. Su trepidante recta final está sustentada principalmente por un tremendo set piece en Hong Kong, colorista y espectacular balón de oxígeno para el cine de acción a gran escala, cuya deslumbrante y sesuda utilización de CGIs (por petición expresa del capitán del barco no se echó mano de la captura de movimiento) redunda de nuevo en las tesis de del Toro sobre la dualidad, demostrándose así que la realidad y la fantasía pueden coexistir en plena armonía. Del mismo modo, mientras los monstruos creados por el hombre intercambian puñetazos, patadas voladoras y mordiscos con los leviatanes de inspiración lovecraftiana (tarde o temprano, los genios siempre se las ingenian para sacarse, de un modo u otro, las espinas que tenían clavadas), el cinéfilo de pura cepa entiende que esta tempestad de apariencia digital tiene en realidad espíritu analógico. Por si fuera poco, mientras la cámara se planta en un ascensor que desciende hasta laboratorios subterráneos donde aguarda pacientemente una troupe compuesta por científicos locos, frascos llenos de formol y amiguetes de toda la vida (por supuesto, ni Ron Perlman ni Santiago Segura faltan a la cita), y mientras dentro del Jaeger se escucha la voz de GLaDOS (mítica cyber-villana de la saga Portal, seguramente la gema más reluciente de la factoría Valve), el espectador con un mínimo de educación fílmica, congenie o no con el freak show, se da cuenta de que tiene ante sí, y ahí es nada, a un señor blockbuster de autor en plena cruzada para reventar el box office -esperemos- sin necesidad de perder la personalidad.
1 de septiembre de 2013
1 de septiembre de 2013
7 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cierto es que el cine ha revolucionado desde la aparición de Avatar y nos encontramos ante una época en la que Hollywood se queda sin ideas, y para compensarlo hace megaproducciones que te dejan con la boca abierta babeando como cuando estás viendo porno. Una vez que acabas la peli hasta que piensas paso a paso sobre ella, y te das cuenta de que el éxito radica en unos cuantos efectos punteros hechos con ordenador, tras los cuales hay un superequipo de superfrikazos apoyados por una superproducción de superforrados( Hollywood).
Pero no todo va a ser malo; démosles una alegría, en cuanto a efectos especiales diseños y todo lo relacionado merece un 10 así que mis felicitaciones a los que estuvieron horas y horas delante del ordenador, libreta, iPad,... comiéndose el cotarro hasta las tantas de la noche.
Ahora bien a los guionistas les digo un 5 y dad gracias de que no sea un 4, la trama es de risa la primera vez que la leí ,momento en el que pude corroborar que Pacific Rim sería de este tipo .A parte de que el factor humano apenas cuenta en esta megaproducción con lo cual las actuaciones de los susodichos actores se queda reducida a casi nada al lado de toda esta pelea de bichitos.
Pero no todo va a ser malo; démosles una alegría, en cuanto a efectos especiales diseños y todo lo relacionado merece un 10 así que mis felicitaciones a los que estuvieron horas y horas delante del ordenador, libreta, iPad,... comiéndose el cotarro hasta las tantas de la noche.
Ahora bien a los guionistas les digo un 5 y dad gracias de que no sea un 4, la trama es de risa la primera vez que la leí ,momento en el que pude corroborar que Pacific Rim sería de este tipo .A parte de que el factor humano apenas cuenta en esta megaproducción con lo cual las actuaciones de los susodichos actores se queda reducida a casi nada al lado de toda esta pelea de bichitos.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Hubiera llegado muy alto y hubiera sido un 10 sino fuera porque eta peli es un copia y pega de otras. No hay que ser muy listo para darse cuenta de que es una mezcla entre Transformer y Godzilla.
El diseño de los monstruos es una gozada me han encantado esta todo perfecto, quitando algún nombre que tenían los robots(Romeo Blue: parece el nombre de un club gay), de las peleas digo lo mismo: ARTE, además que los dibujos entran por la vista como un manjar no es de estos dibujos y efectos que te dejan epiléptico aun no siéndolo.
Pero se nota que todo esto se hace con un fin: entretenimiento puro y duro que te deje diciendo alaaaaaaaaaa!!!!!! y he de decir que lo han conseguido, ahora solo me queda deciros que la visualiceis y empecéis a Twittear con vuestra opinión.
El diseño de los monstruos es una gozada me han encantado esta todo perfecto, quitando algún nombre que tenían los robots(Romeo Blue: parece el nombre de un club gay), de las peleas digo lo mismo: ARTE, además que los dibujos entran por la vista como un manjar no es de estos dibujos y efectos que te dejan epiléptico aun no siéndolo.
Pero se nota que todo esto se hace con un fin: entretenimiento puro y duro que te deje diciendo alaaaaaaaaaa!!!!!! y he de decir que lo han conseguido, ahora solo me queda deciros que la visualiceis y empecéis a Twittear con vuestra opinión.
10 de agosto de 2013
10 de agosto de 2013
6 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Guillermo del Toro es un prolífico director famoso por sus películas fantásticas y de acción, tales como las dos de Hellboy, El Laberinto del Fauno, Blade II, el Espinazo del Diablo o Mimic. En Pacific Rim también aporta sus grandes dotes imaginativas al traernos a gigantescas criaturas dispuestas a invadirnos pero además hace una gran oda al gran género de películas de los kaiju (Godzilla, King Kong…) y los mechas, muy famosos en Japón y en el género del manga/anime gracias a series como Evangelion, Mazinger Z.
La película no se anda con miramientos , en cinco minutos nos pone en situación: en el 2020 empezaron a aparecer unos Kaijus de otra dimensión que salen del Océano Pacifico y empiezan a atacar a las ciudades, mostrando la destrucción de San Francisco, Manila y otras capitales. Para luchar contra los monstruos la humanidad dejo atrás todos los rencores entre las naciones y se unió para crear a los Jaegers, robots gigantescos controlados por dos humanos, al estilo de Avatar.
La guerra fue yendo a nuestro favor hasta que Raleigh Becket, el protagonista, fracasa en una misión y pierde a su hermano. Ambos eran los mejores pilotos y se empieza a pasar del proyecto Jaeger para construir un gran muro defensivo. Pero los ataques Kaijus continúan y cada vez son más mortíferos y frecuentes por lo Becket debe volver a la acción, encontrarse con otros grandes pilotos, descubrir importantes secretos y dar de nuevo la fe a la esperanza.
El guión es pura ciencia ficción y los efectos especiales están muy bien conseguidos aunque la mayoría de las peleas se desarrollan en el agua o en la oscuridad. Los diseños de los Kaijus son bestiales, algunos pueden parecer grandes orangutanes, otros como lagartos deformados, etc. Sin duda una gran imaginación, igual que con los robots jaegers aunque se centre casi toda la acción en Gipsy Danger.
Los actores también realizan un gran papel y Charlie Hunman se sale en su interpretación, al igual que Idris Elba, Ron Perlman y Rinko Kikuichi. Cabe destacar que también aparece Santiago Segura, un gran amigo del director, que le encanta matarlo en sus películas. Sin duda la acción es lo más llamativo del film así como cierto amor y el valor del respeto.
Disfrutaran como niños los adultos y los niños disfrutaran sin conocer toda la filmografia que esta cinta arrastra, uno de los grandes éxitos cinematográficos en Japón y no es para menos, dado que casi ha sido pensada para ese mercado.
La película no se anda con miramientos , en cinco minutos nos pone en situación: en el 2020 empezaron a aparecer unos Kaijus de otra dimensión que salen del Océano Pacifico y empiezan a atacar a las ciudades, mostrando la destrucción de San Francisco, Manila y otras capitales. Para luchar contra los monstruos la humanidad dejo atrás todos los rencores entre las naciones y se unió para crear a los Jaegers, robots gigantescos controlados por dos humanos, al estilo de Avatar.
La guerra fue yendo a nuestro favor hasta que Raleigh Becket, el protagonista, fracasa en una misión y pierde a su hermano. Ambos eran los mejores pilotos y se empieza a pasar del proyecto Jaeger para construir un gran muro defensivo. Pero los ataques Kaijus continúan y cada vez son más mortíferos y frecuentes por lo Becket debe volver a la acción, encontrarse con otros grandes pilotos, descubrir importantes secretos y dar de nuevo la fe a la esperanza.
El guión es pura ciencia ficción y los efectos especiales están muy bien conseguidos aunque la mayoría de las peleas se desarrollan en el agua o en la oscuridad. Los diseños de los Kaijus son bestiales, algunos pueden parecer grandes orangutanes, otros como lagartos deformados, etc. Sin duda una gran imaginación, igual que con los robots jaegers aunque se centre casi toda la acción en Gipsy Danger.
Los actores también realizan un gran papel y Charlie Hunman se sale en su interpretación, al igual que Idris Elba, Ron Perlman y Rinko Kikuichi. Cabe destacar que también aparece Santiago Segura, un gran amigo del director, que le encanta matarlo en sus películas. Sin duda la acción es lo más llamativo del film así como cierto amor y el valor del respeto.
Disfrutaran como niños los adultos y los niños disfrutaran sin conocer toda la filmografia que esta cinta arrastra, uno de los grandes éxitos cinematográficos en Japón y no es para menos, dado que casi ha sido pensada para ese mercado.
Cancelar
Limpiar
Aplicar
Filters & Sorts
You can change filter options and sorts from here