A simple vista, Elizabeth no es más que otro lujoso espectáculo de época de holgado presupuesto y vehículo de lucimiento para los actores populares. Nada más lejos de la realidad. Elizabeth es un hecho insólito en la historia Hollywoodiense, ya que se trata de una producción modesta, no americana, cuya protagonista no era popular, cuyo director no era conocido, pero que sin embargo se alzó con el beneplácito del público y de la crítica en un año en que el cupo histórico en los premios estaba cubierto con Shakespeare In Love, estrenándose nada menos que dos veces en salas comerciales y lanzando la carrera de su director, y sobre todo de su protagonista, al estrellato.
Más allá de lo extracinematográfico, Elizabeth es un complejo y exhaustivo análisis de los primeros años de una de las más controvertidas reinas de historia, Elizabeth I, cuya llegada al trono tras la muerte de su padre Enrique VIII y de su hermanastra María Tudor no sentó bien a la corte y al pueblo al ser bastarda y mujer, y al vaticano al ser protestante, pero su determinación a la hora de acabar con quienes conspiraron contra ella y en dar a Inglaterra un nuevo viraje, la hicieron pasar a la historia. Elizabeth es pues un complejo y tenso Thriller de intrigas palaciegas que con un fondo histórico da una redonda visión de su protagonista como personaje privado y público. La ajustada producción luce lujosa, el reparto se ajusta de manera exacta a la historia y la complejidad de los personajes (mención especial para Blanchett, que en una sobrenatural composición dio un preludio de lo que se nos avecinaba: una de las mejores actrices del próximo siglo) y la dirección da una lección de maestría no sólo por lo arriesgado del proyecto, sino por los aspectos formales del encuadre, que dan un ambiente a la historia íntimo y peligroso, con la elección de la cámara como un espía más en la corte de esos humanos, como siempre, obsesionados con el poder.

Film sobre los primeros años del reinado de Isabel I de Inglaterra, un reinado marcado por la división religiosa entre católicos y protestantes y la soltería de la reina. Película histórica bien ambientada y caracterizada. Blanchett hace una gran interpretación. Como curiosidad, el papel secundario como embajador de Francia de Eric Cantoná.

El imperio inglés tiene su base en el largo y cruel reinado de Elizabeth, la hija de Enrique VIII y Ana Bolena. Consigue la unidad religiosa a base de ponerse en la cabeza de la Iglesia de Inglaterra y actuar con gran dureza y osadía política. Para ensalzar a Isabel había que denostar a María, su hermana. Es lo que ha hecho desde entonces la historiografia inglesa, y a ello contribuye esta película. Asl , lado de una Cate Blanchett pelirroja y bellísima, nada tiene que hacer una mujer mayor, gorda, fanática e histérica, Al lado de un Joseph Fiennes, resulta ridículo un Felipe II bajito y negruzco. Tampoco los franceses salen bien parados, y el trato que se da al duque de Anjou es cruel. También son crueles todos los católicos. En resumen, solo los ingleses son guapos e inteligentes. Esto hace desmerecer todo lo demás, que es mucho. La puesta en escena y la interpretación, así como la música, son espléndidos. Y debo reconocer que la escena final en la que Isabel adopta su apariencia fantasmal para imponerse a todos, es impresionante.

Una -como siempre- brillantísima Cate Blanchett y un descomunal despliegue de recursos y bien hacer en vestuarios salvan por los pelos a este más bien pobre guión que no es capaz de sacar partido de una historia que, en otras manos, hubiera podido convertirse en una gran película.

Vi esta película porque me apetece ver la siguiente y saber de qué va. No tengo mucho que decir de la película porque me gusta el cine histórico y me suelen entretener este tipo de películas, pero tampoco me gustó demasiado. Tengo que decir en mi contra que no tengo ni idea de la historia de Isabel I, y la película no me pareció que pusiera mucho énfasis en explicar la historia, sino más bien, para explicar detalles a alguien que ya la sepa, por eso, yo no lo entendí todo demasiado bien. Los actores me parecieron todos muy creíbles, aunque Joseph Fiennes es un poco soso y Cate Blanchett siempre me parece adorable. Bueno, ahora me queda ver la segunda, a ver si con un poco de suerte me entero de algo más.