El patio de mi cárcel

Empezaremos por el final, áspero. Estamos ante el enésimo intento del cine español de demostrar lo mal que se vive en algunos lugares y la agonía que sufren, igual como las injusticias. Cuando sales del cine te preguntas el por qué de muchas, pero sobretodo, por qué he ido a ver esta película que me deja tan mal cuerpo. Luego dirán que el cine español no vende, pero esto es lo que hay, y aquí está la respuesta. Al final te acabas preguntando qeu por qué has visto ya esta película muchas veces.

Si en Francia, por ley la mitad de la cartelera tienen que ser películas francesas es por que se lo han ganado a pulso, y por que tratan los dramas como dramas y no como angustia (que no tienen por que ir de la mano). El problema de esta película es que es un "callejeros" a gran escala, y lo quieren dramatizar tanto que pierde la chispa de la película.

Eso sí, notables los papeles de Vero Echegui, Candela Peña, Blanca Portillo y Violeta Pérez y muy deficientes y difíciles de creer la crudeza de lo que hay entre rejas. El resto es hablar por hablar.

Correcto film realizado e interpretado por mujeres en las que destacan los papeles de Verónica Echegi y Candela Peña como rea y celadora respectivamente. La reinserción en los escenarios como salida a un mundo ordinario dominado por muros y barrotes lleva a un grupo de mujeres a su particular "huida" aunque les suponga superar prejuicios personales.

Rodada con sensibilidad y sin la dureza de la clase de películas ambientadas en cárceles asfixiantes y mal condicionadas, Belén Macías ha añadido algunos tópicos apreciables del submundo (drogas, venganza, agresividad, autoritarismo por parte de las funcionarias...) y situar cada una de sus protagonistas en dichas situaciones límite. Cervantes y Sófocles van a ser los únicos hombres (y algún guardia civil enamorado de por medio) que llevará a Isa y a sus compañeras a hallar el verdadero significado de la libertad.

Lo Mejor: el perfil de los personajes
Lo Peor: que nos resulte una historia un tanto tópica

Otra película más sobre la vida que se realiza dentro de una cárcel, pero notable ejecución.
Excelente Verónica Echegui, brilla sobre las demás actrices sin eclipsarlas. Gran talento en todo momento, haciendo un papel muy digno. Candela Peña hace un gran trabajo de secundaria, aportando su trayectoria en el cine, una gran actriz.

En la cárcel no sólo hay gente mala, sino también personas estupendas que han acabado allí por culpa de la sociedad, el azar o la injusticia.
No os droguéis, sed tolerantes, id a votar, apuntaos a un grupo de teatro, haced puenting, cuidad a los perricos.

Mensaje de catequista con guitarra desafinada para una cárcel que parece el instituto de Física o Química vigilado por los osos amorosos.
Ya lo habíamos visto antes, pero mejor hecho. En Carandiru, aunque te muestren presidiarios de gominola, se toman el esfuerzo de hacerlos verosímiles y dar un poco más de peso a su historia, que aquí son par de frases y un flashback para la prota. Además, Carandiru cuenta algo, sabe adónde va y cómo llegar.
Estos no han encontrado ni una gitana de verdad para hacer el papel, que ya es desgana.
Una vez más, Echegui tiene que tirar de un carro que va vacío. No sé si es peor eso o tirar de uno que va lleno de mierda, como en La Juani.

Más próxima al Aranoa de la irrisoria Princesas que al De la Iglesia del segundo Pico, que tan buenos y auténticos momentos aportó al subgénero carcelario. Esta no trae nada.

El patio de mi cárcel es una película interesante que podría haber sido pero que no llegó a ser una gran película.

La verdad que tiene todo el material para describir la problemática de las cárceles femeninas y la realidad social.

Tiene momentos buenos y momentos fáciles y baratos del cine español de los noventa, pero en ningún momento me comprometo ni con los personajes ni con la historia, es una película que se deja ver, que se ve bien pero que no me interesa demasiado.

Es una mezcla entre cine social y cine feminista, por eso no acaba de encajar todo en su sitio.

Las actuaciones son buenas y como he dicho antes, se deja ver aunque no me deja ninguna sensación especial.