Somos lo que somos

Sólido drama que bordea el horror mas puro y asienta sus bases en una premisa tan básica como espeluznante que (sorprendentemente) funciona en su vertiente de drama rural y también en el de horripilante thriller cotidiano. Es difícil hacer una crítica de "Somos lo que somos" sin desvelar su naturaleza, o lo que es lo mismo, desvelar que cuenta exactamente sobre la naturaleza humana. La película es necesariamente lenta, pero avanza dosificando inteligentemente la información para que el espectador empiece a comprender aquello que intuye (cual es esa verdadera naturaleza de la familia protagonista) lo que la convierte en un terrorífico cuento de hadas (en su planteamiento, no en su narrativa) que nos deja helados y nos hace reflexionar sobre lo frágil de la mente humana. Está muy bien narrada (a pesar de esos flashbacks innecesarios) y si tenéis paciencia, os sorprenderá (para bien). Eso si, no es apta para estómagos delicados ni tampoco para amantes de las películas que van a cien por hora.

Pues eso es lo que hay, una película normal en la que todo transcurre muy lentamente haciéndonos creer que es de terror cuando es un thriller en el que, sorprendentemente, no pasa absolutamente nada. Se podía haber ido hacia muchos lados pero no, se prefirió meterle un ritmo a lo TI West, sin sobresaltos, sin imágenes impactantes o escalofriantes. Todo muy normal. Hasta los minutos finales donde ocurren todos los acontecimientos medianamente interesantes.

No entiendo por qué fue a Sitges la verdad, imagino que la habrán vendido como de terror de calidad pero que quieren que les diga si quieres terror "realista" mejor ve "Eden Lake" película que no he podido volver a ver desde hace ya un tiempo que la vi, desde que escribí su crítica por cierto.

Interesante su banda sonora, por destacar algo, muy al estilo de Yann Tiersen. Por cierto que es muy fuerte lo de los spoilers que veo en los títulos de las críticas.

Esta película no sabe lo que quiere ser. No hay giros de guión ni revelaciones sorpresa. Lo que sospechas desde que lees la sinopsis, es lo que es. Y a pocas vueltas que le des, viendo la carátula, ya sabes de qué va la cosa.
Por un lado el elemento drama parece el dominante pero no explotan la historia ni dan ningún tipo de respuesta, al mismo tiempo que no hay un desarrollo de personajes para que te hagan involucrarte con ellos e importarte lo que les pase; al mismo tiempo te quieren meter thriller sin llegar a haber nada trepidante. Así que misterio, drama, y thriller, fail. ¿Gore y morbo pues? Tampoco, salvo una escenita bastante soft aunque algo perturbadora, pero más que nada porque ves que en la película no va a haber algo así, y zasca. Wait for it, y bastante, porque es al final, y desde luego que no merece la pena. Da la impresión de que toda la película la han construído para sorprenderte con esa escena, y si bien es cierto que algo lo consiguen, tampoco compensa todo lo demás.

Siendo justos, las actuaciones de las chicas son muy sobresalientes, pero poco más se salva para mí de esta película, que en principio pinta bien, pero no han sabido desarrollar la historia, ni de lo que ves ni de sus personajes.

Jim Mickle se consolida con Somos lo que somos (Jim Mickle, 2013) como un director de género afianzado en el realismo. Y, con este remake de la película de Jorge Michel Grau, no sólo en el realismo, sino en lo cotidiano. De ahí que el terror sea aún más terrorífico.

Somos lo que somos está lejos de los ejercicios de histrionismo tan de moda en las propuestas más comerciales del género, sobre todo en el terreno de los zombies. Esta es una película seca y dura, con algunos puntos en común con Red State (Kevin Smith, 2011) en lo que se refiere al retrato del fanatismo religioso que se vive en algunas comunidades de los Estados Unidos de América.

Estéticas a parte, la película parece tener dos partes, una contenida e incluso melodramática y otra más cercana al trhiller. Es aquí, como en Taxi Driver (Martin Scorsese, 1976), donde al realizador quizás se le va un poco la mano, desestabilizando la sobriedad del conjunto.

Quizás Mickle se equivoca al focalizar la atención en lo menos interesante, porque al final la “sorpresa” acaba resultando lo menos sorprendente y “lo más fuerte” tampoco es lo más fuerte. Y es que ya lo habíamos visto retratado con una similitud sospechosa en una película anterior que no se puede traer a colación sin caer en el spoiler.

Pese a ello, Somos lo que somos es una cinta sólida e intensa. Quizás algo irregular. Y quizás peca de nadar entre dos aguas. Pero su factura y unas interpretaciones en estado de gracia la elevan sobre la media.

Buen provecho.

www.freakyonline.blogspot.com.es

Somos lo que somos, es un remake de una producción mexicana alejada de los tópicos, presenta a un clan familiar cerrado y atado a un estilo de vida difícil de digerir. De la misma manera la película y lo que presenta, resulta complicado de asimilar, al tiempo que tiene un extraño magnetismo que mantiene el interés del espectador.

Presenta un relato incomodo, áspero para el espectador que debe armarse de valor para contemplar y asimilar lo que se le ofrece. Un siniestro banquete, donde puede que el apetito se desvanezca en cuestión de segundos.

El argumento tiene un desarrollo torpe, enrevesado inicialmente, como raro, introduciendo al espectador en un ambiente incomodo, donde los responsables de la película consiguen transmitir al espectador, la sensación de incomodidad, confusión e inseguridad. Paulatinamente se van presentando los valores y pensamientos del clan familiar, temores e inseguridades que azotan mientras se potencia el ambiente enrarecido y hostil que rodea a la familia.

El director de la película se apoya en la oscuridad y en la ambientación rural para ofrecer una clara visión de una familia aislada y regida por una serie de normas, alejadas de lo común. Ofrece un dibujo claro de la familia y de todos los componentes que la forman. Logra presentar una serie de cuestiones éticas, haciendo al espectador cómplice de lo que se le va presentando, haciendo comprender que los pensamientos de padres y madres, pueden condicionar los actos de sus hijos.

El elenco de intérpretes seleccionados potencia la calidad de la película, logrando dar credibilidad a un relato grotesco e incómodo que no será fácil de asimilar y digerir por los estómagos sensibles. La sensación de tensión e incomodidad del relato se presenta y se mantiene hasta su desenlace, de una forma inteligente, sugiriendo en lugar de mostrar todo lo ocurrido.

Anunciada y promocionada como un relato de terror, puede que decepcione, puesto que lo que ofrece esta más próximo al drama psicológico, aunque eso no quita para que el tema principal resulte grotesco y morboso. No llega a ser un producto que pueda soportar cualquier tipo de espectador. Presenta problemas de ritmo, dejando la sensación de que le sobran minutos y que quizás, tarda en ir al meollo.

Interesante, sí, pero lo que quiere contar el responsable de la película no da para tantos minutos. Somos lo que somos deja una clara lectura que se puede resumir en una frase, “cría cuervos y te sacarán los ojos”.