Ciegos, sordos y locos

Ayer pusieron una película de Martes y trece y no quise verla porque igual tuvo gracia en su día, pero al igual que No me chilles, que no te veo, esta muy desfasada. Comedia de los noventa con dos cómicos excelentes, pero malos actores. Gene Wilder tiene mas calidad como actor y Pryor es uno de los mejores cómicos de todos los tiempos.
Previsible y un poco aburrida, tiene alguna escena graciosa y es en definitiva una película entrañable.

Como curiosidad aparece un joven Kevin Spacey en uno de sus primeros papeles, y lo hace bien.

"No me chilles que no te veo" es una de las comedias más famosas de los años 80, la cual llevaba mucho tiempo sin ver ya que no la reponen tanto en televisión.
Debo decir que la historia sigue divirtiendo, pero es cierto que el paso de los años le está pasando un poco de factura. No está siendo muy acentuada, pero sí que no cuenta con la misma frescura que recordaba años atrás. Es una comedia que muy poco a poco se está quedando un poco estancada.
Aun así, la historia resulta divertida y sobre todo original. Que un sordo y un ciego sean testigos de un asesinato, pero cuando ocurre el sordo no está mirando y el ciego no estaba escuchando; es el planteamiento para una sucesión de escenas locas y extravagantes, gracias a unas situaciones en cierto modo surrealistas.
Dos actores fetiches del cine americano de los 80 encabezan el reparto. Richard Pryor y Gene Wilder realizan un trabajo bueno, y sus personajes siguen siendo recordados décadas después. La complicidad que tienen ambos traspasa la pantalla y hace que resulte más efectiva la comedia.
Junto a ellos, un desconocido en ese momento Kevin Spacey. Él es el encargado de dar vida a uno de los villanos. Su trabajo es interesante, y lo que más llama la atención es verle a él siendo un actor nada famoso y haciendo un papel secundario. Quien iba a decir que años después sería la estrella que es hoy en día.
Como comentaba, la película resulta divertida y sigue contando con momentos realmente brillantes (a ello ayuda la actuación de sus protagonistas). Uno se ríe y se divierte.
Pero también uno intuye que la historia está en proceso de decandencia. Es una leve percepción, pero uno intuye el futuro inevitable que le espera. Ello es debido a que la comedia no resulta tan brillante como hace años, y no aguanta el ritmo de manera tan buena como antes.
En fin, nos encontramos ante una película que sigue divirtiendo, pero no con tanta calidad como hace años. Aun así, se pasa un rato muy agradable, y cuenta con escenas que siguen funcionando muy bien, y que garantizan la risa. Además, uno cuenta con el espectáculo de ver a esos dos actores interprentando a una de las parejas más raras y divertidas que ha dado el mundo del cine en toda su historia.

No me chilles que no te veo
Trama sencilla, un ciego y un sordo, que no aceptan su situación se conocen, y por circunstancias, se ven envueltos en una rocambolesca historia.

Los doctores de la moral hoy día prohibirían muchas de sus escenas, pero sigue siendo divertidísima.
La pareja de cómicos sublime y con química

Lo mejor: El ciego conduciendo el coche de policía mientras el sordo trata de guiarle. Sólo por esa secuencia vale la pena ver la película.
Lo peor: Que cada vez se hacen menos comedias de este estilo.

Pareja excelente de comediantes con unos roles muy acertados. Si queréis ver una buena comedia donde pasarlo bien con sus múltiples gags, esta es una de ellas. El director de Love Story demuestra con su larga filmografía manejarse muy bien en todos los géneros. Así que a reír.

Película para hacer reir y conmigo lo consigué.
Me gusta bastante los actores que los doblan en esta película, muy acertados.
Guión muy creativo que da lugar a infinidad de situaciones bastante cómicas de las que seguro podrás disfrutar.
Solo el título ya da una idea de la que se puede formar cuando se junta a trabajar un ciego y un sordo, y ante ambos se produce un asesinato el cielo lo oye pero no me quien es y el sordo de espaldas, solo ve las piernas del asesino.......