El discreto encanto de la burguesía

¿De qué va?:

Relato en clave surrealista de las andanzas de un grupo de burgueses que chanchullan lo que pueden mientras intentan quedar para una cena que por diferentes motivos siempre se estropea.

Crítica:

Divertida sátira sobre la aristocracia, al estilo de La regla del juego de Renoir, aunque algo más sutil y menos despiadada. Se les coge...mmmmmm...¿cariño? a estos seis discretos y encantadores aburguesados personajes que deambulan en busca de una cena toda la película mientras son analizados por la cámara de Buñuel. La película tiene las dosis justas de surrealismo para no cansar, unos cuantos viajes oníricos a cada cual mejor rodado, y un brillante y soterrado sentido del humor con reminiscencias Truffauteras e incluso Berlanguianas que está presente en todo el filme, todo ello aderezado con unas interpretaciones sobresalientes de todo el elenco.

Y todo esto sin una sola nota musical, y sin echarla en falta, oiga.

Nadie en la historia del cine se aprovechó tanto de la narrativa onírica de los sueños como el maestro Luis Buñuel, ese genio del arte que no solo cambió la forma de hacer cine en México, España y Francia si no que ostenta una de las filmografías más imprescindibles y originales que se pueden encontrar. El discreto encanto de la burguesía es por mucho la película más surreal (desde la Edad de Oro) y directa (desde Los olvidados) del maestro. Buñuel se aprovecha de la elipsis sin conexión de los sueños para brindar su más dura crítica y opinión sarcástica sobre la alta sociedad francesa. Nadie se salva, desde la iglesia (el chiste de Napoleon me hizo retorcerme de risa), hasta los inmunes embajadores, políticos, militares y mujeres son parte del circo expositivo de Luis en este filme. Podemos partir que claramente el filme abandona cualquier linealidad argumental, para aprovechar el juego de realidades absurdas, y si antes de que la famosa Inception de Nolan manejara lo de los sueños dentro de otros sueños, Bunuel se había desatatado creativamente con este compendio de realidades absurdas sobre un grupo de personajes que no pueden tener una cena ni llegar a ningún destino. Hay que decirlo, Luis es de esos pocos artistas visuales que realmente fue innovador y decididamente sí estaba adelantado a su época. El juego de realidades le permite al director español jugar con la credibilidad del espectador que no sabe que es real o que no, esto tomando elementos obvios del psicoanálisis Sigmund Freud como a la del revolucionario social Carlos Marx. Puede ser que el ritmo narrativo de El discreto encanto de la Burguesía lo saque a uno un poco del interés que genera el filme, pero puedo decir que este es uno de los filmes más originales que vi en mi vida y que los 40 minutos finales son de una maestría total.

9/10

Opinión Final: "Luis Buñuel es el más grande director de cine español de todos los tiempos", escribió el autor y crítico de cine estadounidense Jonathan Rosenbaum. No puedo estar más de acuerdo con él. El legado que Buñuel dejó al cine es inimitable. Ya con El Discreto encanto de la Burguesía, el maestro español empezaba a firmar su despedida del cine y del mundo pues es su antepenúltimo filme, y lo menciono porque solo con mucha osadía, madurez, creatividad, rebeldía y genio (cosas que solo las dan los años) se puede llegar a filmar una obra tan única como esta.

En 'El discreto encanto de la burguesía', el Maestro Buñuel nos muestra una crítica con envoltura surrealista, como la que ocupa la conducta del reparto protagonista, (liderados por un magnífico Fernando Rey como Embajador de Miranda) despedazado con sutil ironía por una serie de situaciones en la que se ven sumidos y de las que siempre salen airosos con mucha clase.

En mi opinión la película va in crescendo. Hay una primera toma de contacto con los personajes en esa magnífica escena del restaurante, donde uno se queda atónito ante la impasibilidad de la élite. Pero a medida que uno comprende que no es una película al uso, en el que hay un principio y un final, se pasa a degustar cada escena, no sabe uno muy bien si con un Borgoña o un Burdeos.

No es una obra hilarante, ni pretende serlo. Remarca esas dos líneas de la sociedad en las que mientras unos sufren lo indecible por verdaderos motivos, los otros se apenan por que no pueden degustar el caviar de su cosecha o por cenar en un lugar barato y vacío. Para nada se podrán apenar ni meditarán sobre lo que les cuentan los primeros, ni por los acontecimientos que 'cortan' cada una de las escenas de las películas (véase la historia del teniente, el muerto en la posada o la magistral escena del arresto). Nada trasciende en la conciencia de los protagonistas, parte del encanto impasible de la burguesía.

La escena del teatro es la muestra de que no son más que una pantomima de la sociedad, tan vacíos como los personajes de una obra abucheada.

Cuando miré muy interesado la biografía de Luis Buñuel, a mi entender uno de los mayores cineastas que ha dado nuestro país, descubrí que sólo había ganado un premio de la Academia de Hollywood a mejor película extranjera, y era por " Le charme discret de la bourgeoisie" y claro, yo me he puesto con mi mejor ánimo a verla, porque claro, siendo de quien era, no podía ser una película mala. No es que me haya parecido mala, pero me ha decepcionado y no me ha dejado un buen sabor de boca. Por un lado tine algunos aspectos positivos, como la plasmación de la burguesía como una clase más bien ociosa, frívola, caprichosa y excéntrica, pero es el desarrollo, cargado de irracionalidad y onirismo (algo macabro sea dicho de paso)como es propio del surrealismo, que por su sinsentido pierde gran parte de la fuerza crítica que puede contener. Aunque una cosa me ha resultado curiosa es la metáfora, a través del obispo jardinero y de los militares, del servicio y la sumisión del ejécito y, sobre todo, de la iglesia a la clase burguesa, que es donde se encuentra el poder.
Por lo demás decir que cada gran director de cine tiene una marca personal que hace inconfundibles sus obras cinematográficas, como es el caso de Fellini o Buñuel, pero mientras que el del primero me encanta y sorprende, el del segundo, capaz de cautivarme en otros maravillosos títulos anteriores a éste (Viridiana, Los olvidados ), me ha resultado algo cargante y ridículo. Ya me volverá a sorprender en otra ocasión.

La realidad es que después de ver Viridiana y ver este auténtico bodrio me he quedado muy desilusionado con Buñuel. Esta película, aparte de no tener trama alguna que dé coherencia en algún sentido a la narración, es tremendamente aburrida. Una colección de secuencias estúpidas de invitaciones a comer de un estúpido grupo de amigos que, desde luego, poco representan a lo que por entonces se conocía como "burguesía". Si uno acepta el surrealismo intelectualoide absurdo de la época, al menos, las metáforas podrían haber sido algo más sofisticadas, pero no, todo es burdo, mal hecho, mal ejecutado, perezosamente dirigido y, lo peor, tremendamente envejecido. Un film que demuestra que los últimos años de Buñuel eran ya de relleno ... perdió hasta su exquisito humor negro, que en esta película es penoso. Una pavorosa pérdida de tiempo. Y lo que es inexplicable, las valoraciones del Filmaffinitty, pero bueno, es el riesgo que corre uno cuando ve una película de Director de "Culto", te dan gato por liebre y encima te sabe el guiso exquisito .... y la gente va y vota 8.