Pánico y locura en Las Vegas
1998 

6,8
57.806
10 de julio de 2008
10 de julio de 2008
22 de 38 usuarios han encontrado esta crítica útil
Vaya rollo de película. La trama brilla por su ausencia y no se sabe a penas nada de los personajes.
De acuerdo, hay escenas divertidas producto de los delirios psicotrópicos, pero por lo demás es bastante caótica. No hay nihilismo (como se afirmó por aquí) ni profundidad filosófica y si la había se quedó en los papeles del guión.
Si quiero reírme con alucinaciones, salgo de juerga con los amigos para vivirlas en primera persona y no en una peli chorra como esta.
Tan insoportable se me ha hecho que en ocasiones he tenido que adelantarla esperando, en vano, un final mínimamente interesante.
Si tuviera que definir la película en una frase, sería: "...pues vale..."
Eso sí, Depp siempre fantástico. Ahora entiendo de dónde sacó a Jack Sparrow.
De acuerdo, hay escenas divertidas producto de los delirios psicotrópicos, pero por lo demás es bastante caótica. No hay nihilismo (como se afirmó por aquí) ni profundidad filosófica y si la había se quedó en los papeles del guión.
Si quiero reírme con alucinaciones, salgo de juerga con los amigos para vivirlas en primera persona y no en una peli chorra como esta.
Tan insoportable se me ha hecho que en ocasiones he tenido que adelantarla esperando, en vano, un final mínimamente interesante.
Si tuviera que definir la película en una frase, sería: "...pues vale..."
Eso sí, Depp siempre fantástico. Ahora entiendo de dónde sacó a Jack Sparrow.
22 de noviembre de 2016
22 de noviembre de 2016
15 de 24 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un amigo de esta página me dijo que la viese... y la vi.... Al terminar escrementé en sus muelas.... Cuando le dije lo que pensaba comenzó a reírse.
Claro viendo la nota que tiene, me preparaba a ver una alta comedia, y me encontré con una absurdo engendro, de bajo perfil
Pero claro debemos pensar que existen mentes poderosas y brillantes, entre las que afortunadamente no me encuentro, que han descubierto, complejidades que yo no adivino ni aunque hubiera tomado las sustancias de las que abusan los protagonistas.
Como dice ese mismo amigo mio...Si tienes a alguien a quien quieras JODER ... Perdon... Hacer el amor....... RECOMIÉNDASELA, y si le gusta, ya tendrás otra razón para alejarte de él...
Claro viendo la nota que tiene, me preparaba a ver una alta comedia, y me encontré con una absurdo engendro, de bajo perfil
Pero claro debemos pensar que existen mentes poderosas y brillantes, entre las que afortunadamente no me encuentro, que han descubierto, complejidades que yo no adivino ni aunque hubiera tomado las sustancias de las que abusan los protagonistas.
Como dice ese mismo amigo mio...Si tienes a alguien a quien quieras JODER ... Perdon... Hacer el amor....... RECOMIÉNDASELA, y si le gusta, ya tendrás otra razón para alejarte de él...
31 de marzo de 2013
31 de marzo de 2013
10 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una de esas obras que son una valiente chorrada pero la gente la aprueba porque tiene un alejado mensaje con trasfondo.
Ya lo cuento yo.
La generación post-hippie. Como se les paso su momento y tienen que acoplarse a un mundo muy diferente del que querían.
Esto lo intentan mostrar con un argumento que se resume en "dos colegas puestos hasta las cejas de todo recorriendo Las Vegas".
Cierto que te muestran el efecto de algunas drogas y tanto Depp como Benicio tienen una gran actuación. Pero esto sin que ocurra nada interesante durante casi dos horas se hace aburrido.
Solo las buenas actuaciones, la originalidad y la música le salvan del 0.
Ya lo cuento yo.
La generación post-hippie. Como se les paso su momento y tienen que acoplarse a un mundo muy diferente del que querían.
Esto lo intentan mostrar con un argumento que se resume en "dos colegas puestos hasta las cejas de todo recorriendo Las Vegas".
Cierto que te muestran el efecto de algunas drogas y tanto Depp como Benicio tienen una gran actuación. Pero esto sin que ocurra nada interesante durante casi dos horas se hace aburrido.
Solo las buenas actuaciones, la originalidad y la música le salvan del 0.
10 de enero de 2012
10 de enero de 2012
8 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Solo veo palabras funestas para esta cinta. Solo encuentro desengaño para los que la hicieron posible. Solo veo ignorancia en la mayoría de estas burdas opiniones. Pero créanme, no dejen que su ego les haga caer en la tentación de portar el fétido martillo deslenguado, detractor de aquello que no entiende, amo y señor de su universo auto suficiente. Desde luego que todos nos encontramos con derecho a mostrar nuestros rugidos, como buenas fieras internautas que somos, pero no esperéis ser recompensados por apedrear y maldecir al extraño e ínclito viajero que va de paso por nuestras calles. A veces es necesario reflexionar sobre lo que verdaderamente conocemos pero, lo que es aún mas importante es tratar de calcular cuanto ignoramos. Pues aquí se ignora el sentido real que Gilliam, sujeto a las pretensiones de Thompson, autor de la obra literaria primigenia, quiso otorgar a este film.
Pero no seré yo el que continúe con esta apología a lo real, y sobre todo no destriparé ningún cadáver, sobre todo si ya ha sido carroñado.
Pero no seré yo el que continúe con esta apología a lo real, y sobre todo no destriparé ningún cadáver, sobre todo si ya ha sido carroñado.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
"El bazooko es el lugar al que iría la gente los sábados por la noche si los nazis hubieran ganado la guerra." o "Mata el cuerpo y adiós cabeza."
Frases así se pierden en el maremágnum de información subversiva y delirante que puebla la obra en casi todas sus partes. En el filo de la cordura, al igual que en el del sueño, es posible encontrar verdad. Como dijo un tal Apolonio en un día como hoy: "Ocurrencias felices que suele tener la demencia, y que ni la más sana razón y lucidez podrían soltar con tanta suerte"
Frases así se pierden en el maremágnum de información subversiva y delirante que puebla la obra en casi todas sus partes. En el filo de la cordura, al igual que en el del sueño, es posible encontrar verdad. Como dijo un tal Apolonio en un día como hoy: "Ocurrencias felices que suele tener la demencia, y que ni la más sana razón y lucidez podrían soltar con tanta suerte"
21 de enero de 2015
21 de enero de 2015
7 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
(Hoy comienzo esta serie, para alimentarla cada tanto:)
.Reflexiones a la salida del túnel
Precedida por una frase del Dr.Jhonson ¿? acerca de quien busca en sí mismo la bestialidad es para librarse del dolor de ser humano y rematada con tres frases que definen la postura ética de la película sobre sus entrañas, el resto -es decir, la médula del contenido- son la experiencia alucinógena y alucinante de la pareja de protagonistas, irreconocibles Depp y Del Toro, en inolvidables actuaciones como desmadrados periodistas deportivos (uno abogado y el otro escritor), quienes viajan para cubrir una carrera automovilística en Las Vegas, atravesando el desierto con un auto de fines de los sesenta, cargado de todo tipo de drogas de ese momento: mescalina, marihuana, éter... además de tequila y ron.
El tiempo se dilata eternamente en el registro de la experiencia en la que el espectador participa azoradamente, quiera o no, ya que es la razón de ser de la peli, meternos en ese infierno extenuante por más de dos horas, en las que siempre está subrayado el tiempo real por diarios o televisores encendidos que refieren a la guerra de Vietnam, conviviendo paradójicamente con el movimiento hippie y su flower-power.
El final bien moralista (no lo digo como un adjetivo despectivo), es una visión que resplandece totalmente sincera luego de atravesar el infierno, experimentarlo en carne propia y finalmente recuperarlo en la memoria para transformarlo en testimonio escrito. Un testimonio ante el cual no se puede enterrar la cabeza ni hacer oídos sordos: “¡Qué horror! escombros de recuerdos en la neblina del tiempo”, escuchamos decir a Depp, cuando representa al periodista Hunter S. Thompson tratando de reconstruir en su escritura aquella alucinada experiencia del pasado.
La estética es sorprendente, particularmente el uso de los colores y los recursos (inhabituales para la época) son las herramientas que sostienen esa permanente pesadilla sin afuera ni adentro oscilante entre el pánico, el asco y las risas, sí, las risas. Porque nos reímos también, de una forma triste, tristísima.
Una particularidad: el contexto no difiere más que en matices del infierno personal de los protagonistas: ni en lo que transmiten quienes interactúan brevemente en los lugares que recorren (una calle, un hotel, un casino... todo parece un circo entre feroz y absurdo pero indetenible) y por supuesto, la inquietud de una guerra omnipresente que se desarrolla en países lejanos y se alimenta de una generación de jóvenes norteamericanos que soñaban con la construcción de un mundo de paz y amor pero no supieron defenderse del estrago de las drogas que tanto benefició económicamente a los que contemplaron su destrucción a la salida del túnel.
.Reflexiones a la salida del túnel
Precedida por una frase del Dr.Jhonson ¿? acerca de quien busca en sí mismo la bestialidad es para librarse del dolor de ser humano y rematada con tres frases que definen la postura ética de la película sobre sus entrañas, el resto -es decir, la médula del contenido- son la experiencia alucinógena y alucinante de la pareja de protagonistas, irreconocibles Depp y Del Toro, en inolvidables actuaciones como desmadrados periodistas deportivos (uno abogado y el otro escritor), quienes viajan para cubrir una carrera automovilística en Las Vegas, atravesando el desierto con un auto de fines de los sesenta, cargado de todo tipo de drogas de ese momento: mescalina, marihuana, éter... además de tequila y ron.
El tiempo se dilata eternamente en el registro de la experiencia en la que el espectador participa azoradamente, quiera o no, ya que es la razón de ser de la peli, meternos en ese infierno extenuante por más de dos horas, en las que siempre está subrayado el tiempo real por diarios o televisores encendidos que refieren a la guerra de Vietnam, conviviendo paradójicamente con el movimiento hippie y su flower-power.
El final bien moralista (no lo digo como un adjetivo despectivo), es una visión que resplandece totalmente sincera luego de atravesar el infierno, experimentarlo en carne propia y finalmente recuperarlo en la memoria para transformarlo en testimonio escrito. Un testimonio ante el cual no se puede enterrar la cabeza ni hacer oídos sordos: “¡Qué horror! escombros de recuerdos en la neblina del tiempo”, escuchamos decir a Depp, cuando representa al periodista Hunter S. Thompson tratando de reconstruir en su escritura aquella alucinada experiencia del pasado.
La estética es sorprendente, particularmente el uso de los colores y los recursos (inhabituales para la época) son las herramientas que sostienen esa permanente pesadilla sin afuera ni adentro oscilante entre el pánico, el asco y las risas, sí, las risas. Porque nos reímos también, de una forma triste, tristísima.
Una particularidad: el contexto no difiere más que en matices del infierno personal de los protagonistas: ni en lo que transmiten quienes interactúan brevemente en los lugares que recorren (una calle, un hotel, un casino... todo parece un circo entre feroz y absurdo pero indetenible) y por supuesto, la inquietud de una guerra omnipresente que se desarrolla en países lejanos y se alimenta de una generación de jóvenes norteamericanos que soñaban con la construcción de un mundo de paz y amor pero no supieron defenderse del estrago de las drogas que tanto benefició económicamente a los que contemplaron su destrucción a la salida del túnel.
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