Ya se que es factoría Disney, pero esta se salva. Es divertida, entretenida, y con su moraleja. Como las de antes. Me gustó mucho, tanto los personajes como la historia. Además toca el tema de los restaurantes, y todo eso que ahora parece estar tan de moda, y ser tan súper importante, cuando en realidad, donde esté la comida casera, la más sencilla que se quiten las tonterías. Y eso te lo deja bien claro la película. Si podéis tenéis que verla.

Como dice el título excelente película con personajes entrañables. Ratatouille te encantará sin importar el tipo de cine que te gusta. Buena música y unos personajes que te atraerán, harán de una película que querrás ver cuándo estés aburrido los domingos y que te abrirá el apetito. Tiene valores muy importantes; cabe destacar la amistad, una relación imposible entre ratas y humanos pero que aquí la elevan a lo mas alto. Muy recomendable, un 10.

La iba a poner un 9, pero la pongo un 10 porque me parece una vergüenza que esta maravillosa aventura ratuna sea peor valorada por la parroquia de filmaffinity que el bodriete de UP. A ver si así, logramos que Ratatouille adelante en puntuación a la insoportable a partir de cuarto de hora vista que es UP.
No conozco mejor maniobra de propaganda en favor de un animal que Ratatouille.
Si no, no se entendería que una criatura odiada y perseguida en la realidad, nos llegue a emocionar de esa manera, eso es gracias a la magia de una buena película, y no lo que produce UP, una indiferencia total.
El ventajismo con el que Up pretende engatusar al espectador da bastante pena. Utiliza a un viudete estéril vendedor de globos, un niño aventurero, un pájaro en extinción y un perro de los de los ciegos. Ahí está el cebo, quién quiera picar que pique, sobran más explicaciones.

Enternecedora. Lo único que se puede decir después de verla. Definitivamente, marca un hito, no solo en películas animadas, sino en el mensaje de progreso y de cambio, que en nuestros tiempos, es lo que da la hora. No es la simple película con condimentos clásicos como canciones, amores de cuentos o finales felices trillados. Es más, algunas cosas no salen como quisieramos, nos deja pocos cabos sin atar, porque nos deja complacidos, enternecidos, satisfechos, lo cual, es lo más importante.

Más que recomendable, desesperadamente imperdible.

Buena película de animación, dirigida por el realizador de la estupenda "Los increíbles".
Aquí no estoy seguro de que logre tanto éxito crítico-comercial, pero qué duda cabe que ha logrado una muy disftutable cinta, llena de buenos gags y acertados diálogos, repletos de enseñanzas positivas universales como el intento de superación de un ser humano...o roedor, la confianza entre ellos o el amor al trabajo que a uno le apasiona, la amistad y, sobre todo, y siguiendo con la tradición, el amor a la familia, que a pesar de las diferencias de criterios entre sus miembros, siempre es un recurso seguro para ser ayudado en las penalidades.
Quizás es algo larga, sobre todo para los niños, que según pude comprobar, no tienen la suficiente paciencia (los más pequeños) para aguantar una historia que se aparta de la simpleza y el gag fácil y olvidable.
Es imaginativa, ágil, chistosa y con elementos dramáticos, aunque no se detengan en ellos, afortunadamente.
Porque el aspecto lúdico es el que impera a lo largo del metraje, con un trazado psicológico de los personajes bien medido y estudiado, amén de un virtuoismo en el trazado del dibujo, donde los fondos adquieren vida propia.
Quizás, paradójicamente, lo mejor ocurra en su primer tercio, justo antes de que el protagonista llegue al restaurante. Su vida familiar, amén de los intentos por robar comida en la casa de una viejecita, son prodigiosos en su comicidad. Después, todo lo que ocurre en el restaurante, es regular en cuanto al ritmo, pero nunca aburre ni deja de interesar.
Es por ello que "Ratatouille" es, a mi parecer, una muy estimable cinta de animación, que gusta y hace pasar un rato muy ameno, con unos últimos minutos, la preparación y entrega al duro crírtico de cocina del plato sorpresa que ha pedido y del que dependerá el futuro del restaurante. Este episodio resulta modélico y emotivo, cinematográficamente espléndido. que denota un virtuosismo tanto técnico
como emocional, que llega directamente al corazón.