Ambientada en una facultad de Tokyo, donde un grupo de estudiantes reciben unas msiteriosas llamadas perdidas al móvil que les anuncian el día de su muerte. La historia de porque pasan esas cosas y como acaba está bien, supongo que lo que más me gusta es la escenografia: salen estaciones de tren, locales, casas, pisos y formas de actuar de la vida normal japonesa, y como todo eso me encanta, porque es la forma de conocer otra cultura, pues me gustó la película. Tiene sus sustos también y como soy una miedica pues di unos cuantos botes en el sillón.

De esas que leyendo el argumento te lo dicen todo, menos que va a ser un completo rollo. Parece que vaya a estar bien, la temática de la pérdida de memoria prometía, pero tampoco se centran demasiado. No consiguió ni mantenerme sentada toda la película, me levanté, volví y tampoco había pasado nada.

Esta es un drama romántico, pero sin todo lo pegajoso de una película americana. Se nota la línea inglesa, que te hace saltar la lagrimilla, pero en todo momento la historia se mantiene en su nivel sin volverse ñoña o edulcorada. Me gusta mucho el papel de la Marceau. Es romanticona y se deja ver.

Esta historia tiene mucho para darle vueltas. Desde el punto de vista de un hijo, es ley de vida, se van, hacen su vida, y montan sus propias familias. Desde el punto de vista de los padres, toda la vida criando hijos para que luego no tengan ni dos minutos para ti, es algo muy triste. De Niro hace un papel muy correcto, como era de esperar, lo clava. Los hijos no están mal, unos mejor que otros. A mí me ha gustado, es algo lenta, pero es meterse en la historia y entender los dos puntos de vista. La recomiendo.

La intriga se la encuentro, porque bueno al principio uno no sabe bien por donde van a ir los tiros, pero el terror, no lo tiene por ninguna parte, de hecho llega un momento en que ya está todo hecho y visto y la historia no da para más y lo único que quieres es o dormirte o que se acabe ya. Una pena porque parecía que podía estar mejor.