El topo
6,4
24.871
Intriga. Thriller
Años 70, en plena guerra fría. El fracaso de una misión especial en Hungría provoca un cambio en la cúpula de los servicios secretos británicos. Uno de los defenestrados es el agente George Smiley. Sin embargo, cuando ya se había hecho a la idea de retirarse, le encargan una nueva misión: se sospecha que hay un “topo” infiltrado en la cúpula del Servicio y sólo alguien de fuera puede averiguar quién es. Con la ayuda de otros agentes ... [+]
19 de febrero de 2012
19 de febrero de 2012
2 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Buena película, a muchas personas se les hará aburrida, lente, pero en si es buena, buenos actores, buena trama; si piensas llevar a tu novia (y no le llaman la atención las tramas de agentes secretos) al cine, mejor ahórrate el disgusto, en sí, la recomiendo, buena.
25 de febrero de 2012
25 de febrero de 2012
2 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Estupenda película que tiene todos los ingredientes para lograr ser una de las mejores películas del 2011. Para empezar un gran director que viene de dirigir la espectacular Let the right one in, 2.008; un guion sólido, penetrante, inteligente y bien articulado y un reparto de desbordante calidad encabezado por uno de los actores que considero grandes, Gary Oldman. Si a Gary Oldman sumamos Colin Firth y John Hurt, el resultado no puede ser otro que lo que vemos en la pantalla.
Una película muy bien trabajada, muy clásica en los preceptos pero innovadora a la hora de seleccionar qué cosas se cuentan y sobre todo, cómo se cuentan. Let the rigth one in tenía esos momentos de calidad en los que las imágenes lo decían todo, en este caso vuelve a ocurrir. Hay una terrible economía de medios a la hora de narrar todo el embrollo de la cuestión y existen innumerables momentos en los que la simple imagen está contando la trama con una simple sonrisa de un actor, un ligero movimiento o un simple zapato desabrochado.
Hay que saber mucho de cine para contar una película tal y como ésta está contada, hay que saber mucho para sacar todo el jugo que se le saca a este reparto.
Las casi dos horas saben a poco, a muy poco, señal inequívoca de que algo grande está sucediendo en la pantalla.
Otra fantástica banda sonora de Alberto Iglesias, pero eso ya no es noticia.
Una película muy bien trabajada, muy clásica en los preceptos pero innovadora a la hora de seleccionar qué cosas se cuentan y sobre todo, cómo se cuentan. Let the rigth one in tenía esos momentos de calidad en los que las imágenes lo decían todo, en este caso vuelve a ocurrir. Hay una terrible economía de medios a la hora de narrar todo el embrollo de la cuestión y existen innumerables momentos en los que la simple imagen está contando la trama con una simple sonrisa de un actor, un ligero movimiento o un simple zapato desabrochado.
Hay que saber mucho de cine para contar una película tal y como ésta está contada, hay que saber mucho para sacar todo el jugo que se le saca a este reparto.
Las casi dos horas saben a poco, a muy poco, señal inequívoca de que algo grande está sucediendo en la pantalla.
Otra fantástica banda sonora de Alberto Iglesias, pero eso ya no es noticia.
14 de marzo de 2012
14 de marzo de 2012
2 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esta semana, en València, el Cinestudio D'Or (el que dicen es el cine más barato de España) echa "MI: Protocolo Fantasma", cinta muy adecuada a la semana fallera por lo que tiene de traca y mascletà. La semana pasada el turno fué para "El Topo". Dos películas muy diferentes sobre agentes secretos. Vamos a ver las 8 diferencias entre "El Topo" y "Misión Imposible":
1. En "MI IV", el protagonista Ethan Holm es un joven espía guapo y resultón, de franca sonrisa. En "El Topo", El protagonista, George Smiley, es un viejo espia, gafudo, barrigón y desencantado de la vida. No se rie ni a tiros.
2. En "MI IV" los espias usan gadgets de la tecnologia más avanzada. En "El Topo"...oiga que esto son los años 70!
3. Las chicas que salen en "MI IV" están tremendas, pero no son creibles. Las que salen en "El Topo"...hay de todo pero son perfectamente creibles.
4. En "MI IV" hay 20 tiros y 40 explosiones por minuto. En "El Topo" hay 10 tiros (si llegan) en todo el metraje.
5. Los guionistas de "El Topo" se pasaron horas y horas adaptando la excelente novela de John Le Carré. Los de "MI IV" posiblemente escribieron el guión en una noche, al volver de farra.
6. El malo de "MI IV" es un terrorista nuclear, y es muy malo. El malo de "El Topo"...¿quién es el malo de "El Topo"?
7. En "MI IV" hay mucha acción pero poca tensión (al fín y al cabo sabes que no van a matar al protagonista, si no no podrán sacar más pasta en una futura "MI V"). Paradójicamente, en "El Topo" hay poca acción pero muchísima más tensión.
8. "MI IV" es un entretenimiento para pasar el rato. "El Topo" es una excelente película.
Adeu!
1. En "MI IV", el protagonista Ethan Holm es un joven espía guapo y resultón, de franca sonrisa. En "El Topo", El protagonista, George Smiley, es un viejo espia, gafudo, barrigón y desencantado de la vida. No se rie ni a tiros.
2. En "MI IV" los espias usan gadgets de la tecnologia más avanzada. En "El Topo"...oiga que esto son los años 70!
3. Las chicas que salen en "MI IV" están tremendas, pero no son creibles. Las que salen en "El Topo"...hay de todo pero son perfectamente creibles.
4. En "MI IV" hay 20 tiros y 40 explosiones por minuto. En "El Topo" hay 10 tiros (si llegan) en todo el metraje.
5. Los guionistas de "El Topo" se pasaron horas y horas adaptando la excelente novela de John Le Carré. Los de "MI IV" posiblemente escribieron el guión en una noche, al volver de farra.
6. El malo de "MI IV" es un terrorista nuclear, y es muy malo. El malo de "El Topo"...¿quién es el malo de "El Topo"?
7. En "MI IV" hay mucha acción pero poca tensión (al fín y al cabo sabes que no van a matar al protagonista, si no no podrán sacar más pasta en una futura "MI V"). Paradójicamente, en "El Topo" hay poca acción pero muchísima más tensión.
8. "MI IV" es un entretenimiento para pasar el rato. "El Topo" es una excelente película.
Adeu!
25 de marzo de 2012
25 de marzo de 2012
2 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esta película de espionaje desmitifica, por un lado, el perfil de los agentes secretos del tipo de James Bond. Digamos que es la versión seria y realista de aquellos héroes de acción, llenos de sensualidad, ingenio, valentía, humor y una lealtad a toda prueba hacia su institución. Lo que vemos, a cambio, en primer lugar, no es a un ejecutor solitario que se pasea por el mundo derrochando recursos a sus anchas. En la cinta hay dos de ellos pero tienen un itinerario limitado por el “Circo” británico y sobre los cuales no depende, ni de lejos, el destino del mundo: llegan a desenvolverse torpemente y como el caso de Ricky Tarr son débiles y hasta cobardes.
Pero hay otro tipo de agente secreto, el que trabaja más en oficina y que integra la parte alta del organigrama. Ellos sí toman decisiones que pueden afectar las relaciones internacionales y, en los años 70, el destino de la Guerra Fría. La película trata sobre ellos, sobre la comunidad del secreto, la cofradía del silencio que se ve amenazada por un agente doble que está entre sus filas. Se trata de gente encarcelada dentro de una espesa burocracia que ocupa mucho tiempo subiendo escaleras, atravesando rejas y oscuras oficinas y que solo obtienen un respiro cuando suben a la azotea del austero edificio. Los locales alternos son más austeros y lúgubres aún y dentro de ellos se desarrolla la acción.
En ese contexto y en ese ambiente, que ya conoce, reaparece el despedido George Smiley( Gary Oldman).Al igual que la mayoría de sus compañeros de promoción es ahora un solitario perdedor cuya única familia es la del propio Servicio de Inteligencia. Y como sabemos hasta dentro de las mejores familias se tejen lealtades, intrigas, traiciones y sospechas mutuas. En ese sentido, la película tiene algo de “Erase una vez en América” de Sergio Leone, un retrato intrincado sobre la amistad dentro de un círculo cerrado de flemáticos ingleses.
Pero aclaremos que el argumento en realidad no es tan complejo como pareciera ser, es la adaptación y la puesta en escena de la dupla Tomas Alfredson y John Le Carré, autor del “best seller” y socio de la producción, que la hacen densa, oscura y pausada hasta la morosidad como queriendo transmitir el estilo y las descripciones literarias de la novela, con diálogos cortos llenos de claves y una narración que utiliza permanentemente los flashback, muchas veces de manera imperceptible, que aumentan la sensación de confusión y caos.
Escena aparte, por lo lograda, es aquella que en un solo plano resume la vida de la agente soviética filmada a la manera de la “Ventana indiscreta” de Hitchcock pero potenciada horizontalmente.
Es de agradecer que el filme haya sido concebido de esta forma porque tiene mucho de original y obliga a revisarla repetidamente, siempre de manera grata. Está claro, por cierto, que aquí no estamos en el dominio del las palomitas de maíz sino en el del café expreso y doble.
Pero hay otro tipo de agente secreto, el que trabaja más en oficina y que integra la parte alta del organigrama. Ellos sí toman decisiones que pueden afectar las relaciones internacionales y, en los años 70, el destino de la Guerra Fría. La película trata sobre ellos, sobre la comunidad del secreto, la cofradía del silencio que se ve amenazada por un agente doble que está entre sus filas. Se trata de gente encarcelada dentro de una espesa burocracia que ocupa mucho tiempo subiendo escaleras, atravesando rejas y oscuras oficinas y que solo obtienen un respiro cuando suben a la azotea del austero edificio. Los locales alternos son más austeros y lúgubres aún y dentro de ellos se desarrolla la acción.
En ese contexto y en ese ambiente, que ya conoce, reaparece el despedido George Smiley( Gary Oldman).Al igual que la mayoría de sus compañeros de promoción es ahora un solitario perdedor cuya única familia es la del propio Servicio de Inteligencia. Y como sabemos hasta dentro de las mejores familias se tejen lealtades, intrigas, traiciones y sospechas mutuas. En ese sentido, la película tiene algo de “Erase una vez en América” de Sergio Leone, un retrato intrincado sobre la amistad dentro de un círculo cerrado de flemáticos ingleses.
Pero aclaremos que el argumento en realidad no es tan complejo como pareciera ser, es la adaptación y la puesta en escena de la dupla Tomas Alfredson y John Le Carré, autor del “best seller” y socio de la producción, que la hacen densa, oscura y pausada hasta la morosidad como queriendo transmitir el estilo y las descripciones literarias de la novela, con diálogos cortos llenos de claves y una narración que utiliza permanentemente los flashback, muchas veces de manera imperceptible, que aumentan la sensación de confusión y caos.
Escena aparte, por lo lograda, es aquella que en un solo plano resume la vida de la agente soviética filmada a la manera de la “Ventana indiscreta” de Hitchcock pero potenciada horizontalmente.
Es de agradecer que el filme haya sido concebido de esta forma porque tiene mucho de original y obliga a revisarla repetidamente, siempre de manera grata. Está claro, por cierto, que aquí no estamos en el dominio del las palomitas de maíz sino en el del café expreso y doble.
2 de abril de 2012
2 de abril de 2012
2 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Película de espías, basada en la novela de John LeCarré, con el protagonismo de Smiley (Oldman) entre un montón de excelentes secundarios a la búsqueda de un infiltrado ruso (un enviado de Karla) dentro del núcleo de los servicios secretos británicos. La película capta y exige la atención del espectador en una trama de idas y vueltas pues no está contada linealmente y no se desvela sino hasta el final.
Todas las interpretaciones son sobrias (¡son ingleses!) incluso la del muy histriónico Oldman al que sólo recuerdo casi tan contenido en “Candidata al poder”. Tiene un atmósfera especial, la interpretación, la ropa, los escenarios, la luz, e imagino así a ese servicio secreto. Merece la pena verse y probablemente repetir.
Todas las interpretaciones son sobrias (¡son ingleses!) incluso la del muy histriónico Oldman al que sólo recuerdo casi tan contenido en “Candidata al poder”. Tiene un atmósfera especial, la interpretación, la ropa, los escenarios, la luz, e imagino así a ese servicio secreto. Merece la pena verse y probablemente repetir.
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