Vida en sombras
1948 

7,2
1.609
Drama
Carlos es un joven que tiene desde niño fijación por el cine. Ahora, casado con Ana, ha conseguido convertir su afición en un medio de vida al convertirse en reportero gráfico. Pero el mismo día que comienza la Guerra Civil española ocurre algo que le hace renegar de las cámaras para siempre. (FILMAFFINITY)
22 de octubre de 2021
22 de octubre de 2021
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Primero voy a comentar los dos puntos que no me han gustado mucho y por eso no recibe mejor nota. Primero, tal como decía la crítica de la época, apenas tiene un argumento a seguir, simplemente es un hombre que nace dentro del cine (y así queda reflejado al tener el niño dentro de una feria donde se mostraba las primeras películas mudas) y su pasión por el cine. Fue como una premonición, pero no hay chicha interesante argumentalmente hablando.
Y segundo, algunas secuencias tienen cortes que hacen que la continuación sea algo brusca, como cuando se entera que va a ser padre en la playa, el hombre se va en coche (no se ve), sólo se ve la cara de la mujer mirando como se va, pero luego vuelve en la misma escena sin cambios y se hace algo raro.
Este último quizás lo dejo más como una libertad artística. Al más puro estilo de Luis Buñuel o Dalí. Un poco abstracto.
Ahora vamos con lo bueno y lo que realmente importa de la película: como está filmada. Hay una escena muy larga, que yo creo que coje influencias de Alfred Hitchcock, ya que por aquel entonces, el mismo Alfred también se obsesionó con las escenas largas sin cortes. Y la que hay está muy bien, pero que si no le prestas atención, pues no ocurre nada o muy poco y pierde interés.
La pasión por el cine americano está muy marcado con la película de George Cukor en "Romeo y Julieta" y con Alfred Hitchcock, con "Rebeca", película que tuvo muchísimo éxito en España, tanto que la prenda de vestir que llevaba Ingrid Bergman y que no existía en España, la llamaron Rebeca por esta película.
La influencia se ve clara, y se plasma, con esos planos y con esos cuadres. El paso del cine sonoro, está muy bien, corto, pero es lo que se decía en aquella época (y la película "Cantando bajo la lluvia" lo dicen igual), que no iba a tener éxito el cine sonoro.
Se nota que Llobet ama el cine profundamente, en su biografía lo podéis comprobar, pero la censura franquista hizo que no recibiera financiación y la familia de Llobet se volcó para financiarla, pero aún así tuvo que hacer recortes en la cinta, y la película no se estreno hasta 1953, pero en cines de segunda categoría. Con lo que no tuvo éxito y fuera imposible que acabara su segunda película. Finalmente en 1954 se retiró del mundo del cine.
Entre la censura franquista y que realmente es una película no comercial, pues se cavó su tumba...
Fernando Fernán Gómez, sale muy joven y correcto. María Dolores Pradera sale irreconocible, ya que tenemos muy interiorizada su aspecto físico de más madura y como cantante y no como actriz. Mari Santpere sale muy poco, pero sigue siendo muy joven y le da un toque salsero al asunto.
Y para acabar, los más sorprendente el final, que no lo pongo en spoiler, porque no relataré el final, pero es quizás lo más sorprendente, ya que es un final que se ha utilizado en varias películas de los 90, donde el final es el principio de la misma película. Este punto es un gran detalle y puntazo.
Y segundo, algunas secuencias tienen cortes que hacen que la continuación sea algo brusca, como cuando se entera que va a ser padre en la playa, el hombre se va en coche (no se ve), sólo se ve la cara de la mujer mirando como se va, pero luego vuelve en la misma escena sin cambios y se hace algo raro.
Este último quizás lo dejo más como una libertad artística. Al más puro estilo de Luis Buñuel o Dalí. Un poco abstracto.
Ahora vamos con lo bueno y lo que realmente importa de la película: como está filmada. Hay una escena muy larga, que yo creo que coje influencias de Alfred Hitchcock, ya que por aquel entonces, el mismo Alfred también se obsesionó con las escenas largas sin cortes. Y la que hay está muy bien, pero que si no le prestas atención, pues no ocurre nada o muy poco y pierde interés.
La pasión por el cine americano está muy marcado con la película de George Cukor en "Romeo y Julieta" y con Alfred Hitchcock, con "Rebeca", película que tuvo muchísimo éxito en España, tanto que la prenda de vestir que llevaba Ingrid Bergman y que no existía en España, la llamaron Rebeca por esta película.
La influencia se ve clara, y se plasma, con esos planos y con esos cuadres. El paso del cine sonoro, está muy bien, corto, pero es lo que se decía en aquella época (y la película "Cantando bajo la lluvia" lo dicen igual), que no iba a tener éxito el cine sonoro.
Se nota que Llobet ama el cine profundamente, en su biografía lo podéis comprobar, pero la censura franquista hizo que no recibiera financiación y la familia de Llobet se volcó para financiarla, pero aún así tuvo que hacer recortes en la cinta, y la película no se estreno hasta 1953, pero en cines de segunda categoría. Con lo que no tuvo éxito y fuera imposible que acabara su segunda película. Finalmente en 1954 se retiró del mundo del cine.
Entre la censura franquista y que realmente es una película no comercial, pues se cavó su tumba...
Fernando Fernán Gómez, sale muy joven y correcto. María Dolores Pradera sale irreconocible, ya que tenemos muy interiorizada su aspecto físico de más madura y como cantante y no como actriz. Mari Santpere sale muy poco, pero sigue siendo muy joven y le da un toque salsero al asunto.
Y para acabar, los más sorprendente el final, que no lo pongo en spoiler, porque no relataré el final, pero es quizás lo más sorprendente, ya que es un final que se ha utilizado en varias películas de los 90, donde el final es el principio de la misma película. Este punto es un gran detalle y puntazo.
22 de julio de 2023
22 de julio de 2023
Sé el primero en valorar esta crítica
Así se anunciaban en las ferias de comienzos del siglo XX las primeras exhibiciones cinematográficas. Fotografía en movimiento.
La cinta recorre la historia del cine desde la linterna mágica al cine en color, desde las barracas de feria a los grandes salones, desde el mero espectáculo o curiosidad científica al auténtico arte. El cine dentro del cine.
Algo parecido a lo que cuarenta años después hará Tornatore en "Cinema Paradiso" (1988), pero con infinitas dificultades en el caso de Llobet.
Espléndido el paseo por las cintas clásicas que nos muestra la pantalla, especialmente "Rebeca". Entrañable la pasión del realizador por el cine, las notas autobiográficas que se aprecian, el maltrato sufrido por la obra a manos de la crítica, público y autoridades cinematográficas ...
Todo hace que nos encontremos ante una película maldita, sí, pero también es cierto que parte de un guion malo, inconexo, tal vez demasiado ambicioso.
Se quieren decir muchas cosas, abarcar un gran espacio temporal o tocar numerosos temas en poco más de una hora. Por eso muchas escenas se quedan como colgando, aparentemente inconclusas.
A veces parece un documental, un noticiario cinematográfico, un acelerado repaso a la historia del cine ...
Desde niño Carlos Durán (Fernán Gómez) ha llevado en sus venas "el veneno del cine", veneno que ha compartido con sus amigos Ana (Pradera) y Luis (Estela), incluso con un entrañable Fernando Sancho primero exhibidor y luego productor cinematográfico. Buenas interpretaciones de todos ellos.
Por cierto, Pedro Lazaga aparece ya como ayudante de dirección.
Resumiendo, una película muy interesante que no deben perderse los aficionados a la historia del cine español.
Al resto, recomendada con reparos.
La cinta recorre la historia del cine desde la linterna mágica al cine en color, desde las barracas de feria a los grandes salones, desde el mero espectáculo o curiosidad científica al auténtico arte. El cine dentro del cine.
Algo parecido a lo que cuarenta años después hará Tornatore en "Cinema Paradiso" (1988), pero con infinitas dificultades en el caso de Llobet.
Espléndido el paseo por las cintas clásicas que nos muestra la pantalla, especialmente "Rebeca". Entrañable la pasión del realizador por el cine, las notas autobiográficas que se aprecian, el maltrato sufrido por la obra a manos de la crítica, público y autoridades cinematográficas ...
Todo hace que nos encontremos ante una película maldita, sí, pero también es cierto que parte de un guion malo, inconexo, tal vez demasiado ambicioso.
Se quieren decir muchas cosas, abarcar un gran espacio temporal o tocar numerosos temas en poco más de una hora. Por eso muchas escenas se quedan como colgando, aparentemente inconclusas.
A veces parece un documental, un noticiario cinematográfico, un acelerado repaso a la historia del cine ...
Desde niño Carlos Durán (Fernán Gómez) ha llevado en sus venas "el veneno del cine", veneno que ha compartido con sus amigos Ana (Pradera) y Luis (Estela), incluso con un entrañable Fernando Sancho primero exhibidor y luego productor cinematográfico. Buenas interpretaciones de todos ellos.
Por cierto, Pedro Lazaga aparece ya como ayudante de dirección.
Resumiendo, una película muy interesante que no deben perderse los aficionados a la historia del cine español.
Al resto, recomendada con reparos.
17 de marzo de 2024
17 de marzo de 2024
Sé el primero en valorar esta crítica
Llorenç Llobet Gràcia (Sabadell, 1911-1975) representa, como pocos cineastas, la fascinación por las imágenes en movimiento, esta tendencia lo hizo entrar al mundo del “cineclubismo” como fundador de los “Amigos del Cine de Sabadell”, desarrolló una trayectoria brillante como cineasta amateur antes y después de su única incursión al cine profesional con “Vida en sombras” (1948). El entorno temporal y cultural de la época explica el rechazo que suscitó entre los que tenían que juzgarla en el momento de su realización, que la convirtieron en una película maldita, la presentación del proyecto contó con trabas desde el principio en la “Dirección General de Cinematografía y Teatro”, que consideró su argumento dramático de escaso interés y encontró inadecuadas las referencias políticas, además, al no recibir el crédito sindical, Llobet tuvo que afrontar los costes de producción de su propio bolsillo, lo que prácticamente supuso su ruina, los citados problemas con la censura impidieron el estreno del film hasta cuatro años después, se proyectó en cines de segunda categoría y tampoco las críticas fueron favorables, lo que llevó a que Llobet abortase el abordaje de su siguiente película, “El refugio”. Treinta y cuatro años después de su estreno, una de las dos copias supervivientes fue redescubierta y restaurada por Ferrán Alberich, se reestrenó en 1983 con excelente acogida, en el año 2007 se localizó en Barcelona una copia nueva de la película, que se depositó a la Filmoteca de Cataluña, este hallazgo permitió plantear una nueva restauración, contando con las posibilidades de la tecnología digital, en el 2016 se publicó esta nueva versión restaurada.
Pocos monumentos cinematográficos han rendido tributo al amor por el cine como esta película de Llobet Gracia, que paradójicamente, como ya hemos comentado, vivió una auténtica “vida en sombras” durante décadas hasta su redescubrimiento. El amor del protagonista de la película por el séptimo arte es el de su creador, pocas películas españolas (y europeas) mostraron tanta sensibilidad y un mensaje tan transparente de declaración de amor por el cine, y es que la vida de ficción de su protagonista es a su vez la vida del cine desde su invención hasta prácticamente el final de la primera mitad del siglo XX, un film sincero, entrañable, irrepetible y necesario.
Su ubicación dentro del cine español de la época es por demás insólita, no existe en esa época ninguna otra película de un carácter tan personal y subjetivo como esta, y habrá que esperar a la década de los setenta para que aparezcan películas de similar significado. Es una película de un cineasta, no de un profesional de la dirección de películas, que habla sobre sí mismo, sobre la época que le tocó vivir, sobre la mujer a la que amó y sobre las películas que vio y las que quiso hacer, es, por tanto, una intensa y bella reflexión sobre las relaciones entre la vida y el cine, entre los espectadores y los cineastas, entre la pantalla y el patio de butacas.
Obra maestra inclasificable del cine español, una magistral sucesión de recursos narrativos condensados en poco más de ochenta minutos de proyección, una historia que intercala el cine con la realidad con la facilidad con la que se compra una entrada, una pesadilla anudada en la mente de un hombre que solo quería soñar. Es uno de esos misterios que tan bien guardados tiene el cine y que, de vez en cuando, te salta a la cara para atraparte y para decirte que la vida merece un poco más la pena porque el cine está en ella, el pone la luz, nosotros las sombras.
Pocos monumentos cinematográficos han rendido tributo al amor por el cine como esta película de Llobet Gracia, que paradójicamente, como ya hemos comentado, vivió una auténtica “vida en sombras” durante décadas hasta su redescubrimiento. El amor del protagonista de la película por el séptimo arte es el de su creador, pocas películas españolas (y europeas) mostraron tanta sensibilidad y un mensaje tan transparente de declaración de amor por el cine, y es que la vida de ficción de su protagonista es a su vez la vida del cine desde su invención hasta prácticamente el final de la primera mitad del siglo XX, un film sincero, entrañable, irrepetible y necesario.
Su ubicación dentro del cine español de la época es por demás insólita, no existe en esa época ninguna otra película de un carácter tan personal y subjetivo como esta, y habrá que esperar a la década de los setenta para que aparezcan películas de similar significado. Es una película de un cineasta, no de un profesional de la dirección de películas, que habla sobre sí mismo, sobre la época que le tocó vivir, sobre la mujer a la que amó y sobre las películas que vio y las que quiso hacer, es, por tanto, una intensa y bella reflexión sobre las relaciones entre la vida y el cine, entre los espectadores y los cineastas, entre la pantalla y el patio de butacas.
Obra maestra inclasificable del cine español, una magistral sucesión de recursos narrativos condensados en poco más de ochenta minutos de proyección, una historia que intercala el cine con la realidad con la facilidad con la que se compra una entrada, una pesadilla anudada en la mente de un hombre que solo quería soñar. Es uno de esos misterios que tan bien guardados tiene el cine y que, de vez en cuando, te salta a la cara para atraparte y para decirte que la vida merece un poco más la pena porque el cine está en ella, el pone la luz, nosotros las sombras.
15 de mayo de 2025
15 de mayo de 2025
Sé el primero en valorar esta crítica
Una película maldita, de un director también maldito. Proscrita por la censua, perdida y luego encontrada y restaurada. No alcanzo a comprender, más allá de alguna conversación muy evidente, ni cuál es la razón por la que la censura no consideró que tuviese capacidad de superar el corte ideológico, ni, lo que me preocupa más, por qué se la tiene en tan alta estima. Es muy evidente cuando se critica al alzamiento en la radio y se hace apologista de la huelga y la protesta social.
Si es por las circunstancias asociadas a su propia existencia, pues vale. Pero decir que esto es una obra de arte, pues, en fin. No acabo de comprenderlo.
Mi juicio crítico no es el de un profesional, sino el de un mero aficionado al cine. Y como tal me expreso y me comporto.
Se la valora, al parecer, por dos cosas. Por su sus innovaciones técnicas, planos y composición, y por su expresividad únicamente con imágenes, como una declaración de amor al cine mudo. Los planos en sombras, los diálogos siempre cinematográficos, las tareas que siempre hace el protagonista con las manos: recortar celuloide, hacer grabaciones, fotografías, girar la linterna mágica.
Y por el tema de fondo, relacionado con el mundo del cine. Es una película del cine dentro del cine. Está llena de guiños al cine y a otras películas clásicas en el momento en que se rodó. Además se aprecian carteles de películas de la época y cine en los que entran los protagonistas a ver, precisamente, películas de cine.
Pero no le veo la maestría por ninguna parte. Más allá de ser una cinta "contracorriente" si verdaderamente hubiera sido exhibida en su momento no hubiera tenido la prensa y el crédito que actualmente tiene. El malditismo funciona.
Brillantísimo Fernando Fernán Gómez, nunca bien valorado. O mejor dicho, nunca valorado en toda su maestría. Es impresionante... Uno de los mejores actores de todos los tiempos. Sí, sí, de todos los tiempos, incluyendo todos los americanos y europeos.
He leído que el director se arruinó al hacerla, que la cinta tuvo muy mala suerte, etc. Supongo que eso ayuda a encumbrar la película.
Es, indudablemente, emotiva, sentimental, está muy bien rodada y el guión, y sobre todo la composición y montaje, tuvo que ser un auténtico encaje de bolillos.
Me ha gustado, me parece una buena película, pero no creo que sea una obra de arte. Es una muy buena película, que tiene que ser vista y que enseña a ver cine, pero de ahí a considerarse una obra de arte, hay un trecho. Es, sin dudarlo, una obra imprescindible para nuestro cine. Que debe ocupar un lugar de honor. Pero no creo que ocupe el Olimpo de otras de artistas de la época, desde Bardem a Nieves Conde, pasando por Julio Coll, Jorge Grau, y otros muchos.
Pero, insisto, es una obra que debe verse, que tiene que verse y que enseña mucho cine.
Si es por las circunstancias asociadas a su propia existencia, pues vale. Pero decir que esto es una obra de arte, pues, en fin. No acabo de comprenderlo.
Mi juicio crítico no es el de un profesional, sino el de un mero aficionado al cine. Y como tal me expreso y me comporto.
Se la valora, al parecer, por dos cosas. Por su sus innovaciones técnicas, planos y composición, y por su expresividad únicamente con imágenes, como una declaración de amor al cine mudo. Los planos en sombras, los diálogos siempre cinematográficos, las tareas que siempre hace el protagonista con las manos: recortar celuloide, hacer grabaciones, fotografías, girar la linterna mágica.
Y por el tema de fondo, relacionado con el mundo del cine. Es una película del cine dentro del cine. Está llena de guiños al cine y a otras películas clásicas en el momento en que se rodó. Además se aprecian carteles de películas de la época y cine en los que entran los protagonistas a ver, precisamente, películas de cine.
Pero no le veo la maestría por ninguna parte. Más allá de ser una cinta "contracorriente" si verdaderamente hubiera sido exhibida en su momento no hubiera tenido la prensa y el crédito que actualmente tiene. El malditismo funciona.
Brillantísimo Fernando Fernán Gómez, nunca bien valorado. O mejor dicho, nunca valorado en toda su maestría. Es impresionante... Uno de los mejores actores de todos los tiempos. Sí, sí, de todos los tiempos, incluyendo todos los americanos y europeos.
He leído que el director se arruinó al hacerla, que la cinta tuvo muy mala suerte, etc. Supongo que eso ayuda a encumbrar la película.
Es, indudablemente, emotiva, sentimental, está muy bien rodada y el guión, y sobre todo la composición y montaje, tuvo que ser un auténtico encaje de bolillos.
Me ha gustado, me parece una buena película, pero no creo que sea una obra de arte. Es una muy buena película, que tiene que ser vista y que enseña a ver cine, pero de ahí a considerarse una obra de arte, hay un trecho. Es, sin dudarlo, una obra imprescindible para nuestro cine. Que debe ocupar un lugar de honor. Pero no creo que ocupe el Olimpo de otras de artistas de la época, desde Bardem a Nieves Conde, pasando por Julio Coll, Jorge Grau, y otros muchos.
Pero, insisto, es una obra que debe verse, que tiene que verse y que enseña mucho cine.
3 de febrero de 2018
3 de febrero de 2018
7 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
En un corto espacio de tiempo, me he vuelto a tropezar con Isabel de Pomés (Torre de los 7 jorobados), estableciéndose como una musa cinematográfica que no me explico cómo había pasado inadvertida a lo largo de todos estos años.
Es curioso, sin embargo, haber visto en esta película a las archiconocidas María Dolores Pradera y la gigante (no lo sabía) Mari Santpere.
La película se me ha hecho eterna, a pesar de su corta duración. Me resulta curioso ver las referencias a la República y Guerra Civil en Plena Autarquía, cuando el propósito de la propaganda del momento era la de borrar todo resto del pasado, como si España hubiese nacido en 1939. Ese lastre lo hemos arrastrado muchos hasta bien entrada la madurez. Por eso, agradezco a los creadores de esta película su intención.
Por otra parte, me hago cargo de lo complejo que es ver una película restaurada, que se ha conservado casi de milagro. Pero uno tiene que juzgar lo que ve y, como me pasa con otras obras de culto, no puedo más que decir que me ha aburrido profundamente.
Para los que amamos el cine, es grato las referencias que se hacen al cine, y lo romántico que es que, gracias a una de las mejores películas que he visto, “Rebeca”, el protagonista retome su fe en el cine. Pero no ha bastado.
Es curioso, sin embargo, haber visto en esta película a las archiconocidas María Dolores Pradera y la gigante (no lo sabía) Mari Santpere.
La película se me ha hecho eterna, a pesar de su corta duración. Me resulta curioso ver las referencias a la República y Guerra Civil en Plena Autarquía, cuando el propósito de la propaganda del momento era la de borrar todo resto del pasado, como si España hubiese nacido en 1939. Ese lastre lo hemos arrastrado muchos hasta bien entrada la madurez. Por eso, agradezco a los creadores de esta película su intención.
Por otra parte, me hago cargo de lo complejo que es ver una película restaurada, que se ha conservado casi de milagro. Pero uno tiene que juzgar lo que ve y, como me pasa con otras obras de culto, no puedo más que decir que me ha aburrido profundamente.
Para los que amamos el cine, es grato las referencias que se hacen al cine, y lo romántico que es que, gracias a una de las mejores películas que he visto, “Rebeca”, el protagonista retome su fe en el cine. Pero no ha bastado.
Cancelar
Limpiar
Aplicar
Filters & Sorts
You can change filter options and sorts from here