El artista
7,6
60.338
Comedia. Drama. Romance
Hollywood, 1927. George Valentin es una gran estrella del cine mudo a quien la vida le sonríe. Pero con la llegada del cine sonoro, su carrera corre peligro de quedar sepultada en el olvido. Por su parte, la joven actriz Peppy Miller, que empezó como extra al lado de Valentin, se convierte en una estrella del cine sonoro.
18 de diciembre de 2011
18 de diciembre de 2011
11 de 19 usuarios han encontrado esta crítica útil
Fui a ver "The Artist" sin saber nada apenas de lo que iba a ver y he salido del cine flotando. Saturado y harto de americanadas previsibles y/o españoladas de todo a cien (he de confesar que no voy mucho al cine por esta razón), ayer mientras veía The Artist me sentí tan emocionado e ilusionado como un glotón delante de una tarta de chocolate y nata. Para mí esto es C I N E en estado puro. Como una joya de orfebre artesano que te deslumbra y no puedes dejar de mirar, como ese libro que disfrutas y no quieres que se acabe nunca, como ese artilugio de hipnotizador al que sucumbes y del que no puedes apartar la mirada. Divertida y conmovedora a partes iguales. El trabajo de Dujardin (al que no conocía de nada) me ha parecido impresionante. El perro lo quiero para mí. Saben que?? Al final de los títulos de crédito no pude resistir la tentación y me puse a bailar claqué entre las butacas mientras salía de la sala ...yo también me llevé mi aplauso del público asistente jajajajaj :-)) Ya saben: si quieren disfrutar del buen cine, no dejen de ver "The Artist"
18 de octubre de 2011
18 de octubre de 2011
8 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
"No, es una introducción..., ¿será así toda la película ?" comenté con mi acompañante en la proyección de "the Artist" en el festival de Sitges 2011. Igual de perplejos llegamos hasta el final de esta maravilla de impecable estética, fotografía y música.
Un viaje mágico a la época dorada del cine, que ha dejado una sonrisa en nuestra cara difícil de borrar.
Un viaje mágico a la época dorada del cine, que ha dejado una sonrisa en nuestra cara difícil de borrar.
27 de julio de 2012
27 de julio de 2012
7 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
Basta estar hecha en blanco y negro para generar tanto revuelo? (Aunque el guión sea más malo y previsible que el de cualquier telenovela?)
Basta sobreactuar de manera descarada, con gestos falsos fuera de tiempo y situación para ganar un Oscar? (Jean Dujardin prueba que si)
Basta todo lo anterior para ser nominada a tantos premios de la academia? ( Si nada más les faltó nominarla a Mejor Documental y Película Animada)
Recordando películas mudas y otras de la época dorada de Hollywood, uno se atreve a decir que este telefilme venido a más, mas que homenaje es un insulto.
Basta sobreactuar de manera descarada, con gestos falsos fuera de tiempo y situación para ganar un Oscar? (Jean Dujardin prueba que si)
Basta todo lo anterior para ser nominada a tantos premios de la academia? ( Si nada más les faltó nominarla a Mejor Documental y Película Animada)
Recordando películas mudas y otras de la época dorada de Hollywood, uno se atreve a decir que este telefilme venido a más, mas que homenaje es un insulto.
13 de diciembre de 2011
13 de diciembre de 2011
6 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Positiva y entretenida película que nos lleva de vuelta a los orígenes del cine, a aquel cine de guiones sólidos, de argumentos lógicos y fuertes y de personajes verosímiles, interesantes y vitales, historias de amor con finales felices, que satisfacían y protegían los principios morales de la clase media norteamericana, cine capaz de traducir los pesares del mundo y trazar los gozos de la vida: Peca ahora, paga después.
Impecable la realización de esta película, la forma de tratar la historia y sus personajes y de recordarnos que el impacto del sonoro sobre el silencio fue una pesadilla y un renacimiento a la vez. Nos recuerda ”in memoriam” a aquellos actores incapaces de renovarse a las nuevas tendencias, de reconvertirse a una nueva forma de actuar donde el realismo ya no sólo lo genera la imagen, sino también de sonido, y esto hacía que muchas actuaciones teatrales válidas unos años antes, ahora se volvieran ridículas. Refresca a nuestra memoria de lo que supuso aquella rigidez fotográfica que imponía el sonido a actores acostumbrados a moverse de un lado a otro del plano, de cómo estos actores aupados y glorificados caen en tan poco tiempo, como aquel lenco de actorers se renovaban muy rápidamente con miles de actores jóvenes que llegan a la Meca en busca de su oportunidad. De como los marginados por el cine sonoro, buscan remedios a sus miedos y frustraciones en el alcohol, llegando a la borrachera por costumbre –o por vicio-.
Todo esto está muy bellamente significado en esta película, que no sólo te recuerda de donde venimos cinematográficamente sino que lo hace con emoción y pasión, alegría, haciéndote pasar unas hora felices, que a la postre era para lo que se hacían películas.
Película muy recomendable.
Impecable la realización de esta película, la forma de tratar la historia y sus personajes y de recordarnos que el impacto del sonoro sobre el silencio fue una pesadilla y un renacimiento a la vez. Nos recuerda ”in memoriam” a aquellos actores incapaces de renovarse a las nuevas tendencias, de reconvertirse a una nueva forma de actuar donde el realismo ya no sólo lo genera la imagen, sino también de sonido, y esto hacía que muchas actuaciones teatrales válidas unos años antes, ahora se volvieran ridículas. Refresca a nuestra memoria de lo que supuso aquella rigidez fotográfica que imponía el sonido a actores acostumbrados a moverse de un lado a otro del plano, de cómo estos actores aupados y glorificados caen en tan poco tiempo, como aquel lenco de actorers se renovaban muy rápidamente con miles de actores jóvenes que llegan a la Meca en busca de su oportunidad. De como los marginados por el cine sonoro, buscan remedios a sus miedos y frustraciones en el alcohol, llegando a la borrachera por costumbre –o por vicio-.
Todo esto está muy bellamente significado en esta película, que no sólo te recuerda de donde venimos cinematográficamente sino que lo hace con emoción y pasión, alegría, haciéndote pasar unas hora felices, que a la postre era para lo que se hacían películas.
Película muy recomendable.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Mi recuerdo para Clara Bow y mi reconocimento para Budd Schulberg, que tan bien supo explicar estos tiempos tan fértiles del naciente ciene.
17 de diciembre de 2011
17 de diciembre de 2011
6 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
No estamos ante una copia del cine de los años 20, tampoco una mera película muda a la antigua usanza, ni siquiera una en blanco y negro del viejo Hollywood. "The Artist" tiene algo de todo esto y más. Porque es un ejercicio fascinante de riesgo dentro del cine moderno. Arriesgado por volver la vista cinematográfica tan atrás en pleno siglo XXI usando esos elementos, incluido el formato de proyección. Fascinante porque lo hace mezclándolo con técnica moderna, composiciones fotográficas y movimientos de cámara y foco precisos -que aunque influidos por maestros del cine clásico, van mucho más allá que el grueso de la primera etapa del cine-, una extraordinaria partitura musical y tecnología de audio de hoy, algunas inclusiones sonoras insertadas con inteligencia en el argumento... Por todo esto, vemos un trabajo que lejos de imitar algo viejo lo que hace es homenajearlo creando un producto francamente original.
Así Michael Hazanavicius realiza un trabajo de autor con esmero, con guiños a Murnau, Griffith, Vidor, Chaplin, Browning o Stroheim, con ecos de Douglas Fairbanks, Gloria Swanson, Joan Crawford, e inspirándose en cierto modo en la relación real entre John Gilbert y Greta Garbo. El guión se nota muy planificado, una historia que se mueve entre el amor y el orgullo, entre la simpatía y la tragedia, entre quienes aman y quienes se resisten a ser amados, al mismo tiempo que nos habla de una época y -con ironía por el propio estilo de la película- de la transición entre formas de hacer cine y lo que eso supuso para muchos profesionales; todo narrado con clase y buen pulso, con fotogramas estudiados al detalle seguramente a partir de un storyboard meticuloso desde con los encuadres hasta con los contrastes de luz y sombra.
Sólo la presencia de Jean Dujardin vale la mitad de la película. Una sonrisa para el elenco cinematográfico junto a la del también homenajeado Gene Kelly o del mismísimo Clark Gable. Los galanes de ayer y de hoy parecen unirse en el cuerpo de este actor que desempeña con expresividad un papel donde gestos, miradas y movimiento corporal deben sustituir completamente a la palabra para comunicar sentimientos. Aunque él es sin duda el alma del reparto, no es el único que logra este propósito, pues además de una pizpireta y sentida Bérénice Bejo, todos sin excepción (desde secundarios hasta extras, e incluso sin olvidar al perro fiel) recrean los personajes que retrotraen a aquellos tiempos.
Con predominio del código de comunicación del cine sin voces, asistiremos a una historia del cine dentro del cine. Algo no inusual sino fuese porque se trata de cine mudo dentro de... ¡cine mudo! Bueno..., o casi mudo. Lo mejor para entender esto es animarse a participar del largometraje de principio a fin, pues incluso tal vez hasta a los más perezosos para ver "antiguallas", esta película les sirva por su peculiar estilo de aliciente a adentrarse en los comienzos del séptimo arte.
Así Michael Hazanavicius realiza un trabajo de autor con esmero, con guiños a Murnau, Griffith, Vidor, Chaplin, Browning o Stroheim, con ecos de Douglas Fairbanks, Gloria Swanson, Joan Crawford, e inspirándose en cierto modo en la relación real entre John Gilbert y Greta Garbo. El guión se nota muy planificado, una historia que se mueve entre el amor y el orgullo, entre la simpatía y la tragedia, entre quienes aman y quienes se resisten a ser amados, al mismo tiempo que nos habla de una época y -con ironía por el propio estilo de la película- de la transición entre formas de hacer cine y lo que eso supuso para muchos profesionales; todo narrado con clase y buen pulso, con fotogramas estudiados al detalle seguramente a partir de un storyboard meticuloso desde con los encuadres hasta con los contrastes de luz y sombra.
Sólo la presencia de Jean Dujardin vale la mitad de la película. Una sonrisa para el elenco cinematográfico junto a la del también homenajeado Gene Kelly o del mismísimo Clark Gable. Los galanes de ayer y de hoy parecen unirse en el cuerpo de este actor que desempeña con expresividad un papel donde gestos, miradas y movimiento corporal deben sustituir completamente a la palabra para comunicar sentimientos. Aunque él es sin duda el alma del reparto, no es el único que logra este propósito, pues además de una pizpireta y sentida Bérénice Bejo, todos sin excepción (desde secundarios hasta extras, e incluso sin olvidar al perro fiel) recrean los personajes que retrotraen a aquellos tiempos.
Con predominio del código de comunicación del cine sin voces, asistiremos a una historia del cine dentro del cine. Algo no inusual sino fuese porque se trata de cine mudo dentro de... ¡cine mudo! Bueno..., o casi mudo. Lo mejor para entender esto es animarse a participar del largometraje de principio a fin, pues incluso tal vez hasta a los más perezosos para ver "antiguallas", esta película les sirva por su peculiar estilo de aliciente a adentrarse en los comienzos del séptimo arte.
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