La sonrisa de Mona Lisa
5,5
25.018
Drama. Comedia
En 1953, Katherine Watson (Julia Roberts) se traslada desde California al campus de la prestigiosa y estricta universidad de Wellesley en Nueva Inglaterra para enseñar historia del arte. En plena postguerra, Watson espera que sus estudiantes, las mejores y las más brillantes del país, aprovechen las oportunidades que se les presentan para emanciparse. Sin embargo, poco después de su llegada, descubre que la prestigiosa institución está ... [+]
24 de agosto de 2012
24 de agosto de 2012
8 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Dedico esta crítica a mi profesora de historia del arte de la Universidad, que también nos enseñaba con las diapositivas tal y como lo hace el personaje de Julia Roberts.
Esta película toca temas muy importantes, sobre todo entorno a la educación:
- Aprender a pensar por uno mismo
- Pensar si aquello aprendido como cierto lo es realmente (aprender a cuestionar).
- Aprender a preguntarnos qué es lo que queremos realmente hacer con nuestra vida y liberarnos de las imposiciones exteriores, intentar reconocer nuestros deseos y reconocer las presiones del entorno.
- A veces las verdades absolutas no existen
- El estigma de la soltera
- No conformarse con aquello que nos hace infeliz.
Con esta base tan amplia parte una película cuyo guión le falta un poco más de imaginación, la escenificación del mismo, teniendo todos los elementos para triunfar, resulta sosa y el ritmo de la dirección cansino (mala dirección de Mike Newell). La verdad es que no me entusiasmé con esta película, en el final mejoró un poco, donde algunas historias secundarias ayudaron a ello.
El personaje de Julia Roberts no brilló, y en la última parte de la cinta le quitó protagonismo otros personajes menores mucho mejor llevados
Esta película toca temas muy importantes, sobre todo entorno a la educación:
- Aprender a pensar por uno mismo
- Pensar si aquello aprendido como cierto lo es realmente (aprender a cuestionar).
- Aprender a preguntarnos qué es lo que queremos realmente hacer con nuestra vida y liberarnos de las imposiciones exteriores, intentar reconocer nuestros deseos y reconocer las presiones del entorno.
- A veces las verdades absolutas no existen
- El estigma de la soltera
- No conformarse con aquello que nos hace infeliz.
Con esta base tan amplia parte una película cuyo guión le falta un poco más de imaginación, la escenificación del mismo, teniendo todos los elementos para triunfar, resulta sosa y el ritmo de la dirección cansino (mala dirección de Mike Newell). La verdad es que no me entusiasmé con esta película, en el final mejoró un poco, donde algunas historias secundarias ayudaron a ello.
El personaje de Julia Roberts no brilló, y en la última parte de la cinta le quitó protagonismo otros personajes menores mucho mejor llevados
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Secuencias que me gustaron de esta película, casi todas de la última parte de la película:
- Cuando Connie Baker, en teoría la alumna menos atractiva de la clase (muy buen personaje y muy bien interpretado por Ginnifer Goodwin) decidió corregir su error (error causado por las maledicencias de una compañera) y volver con su pareja.
- Cuando otra de las alumnas enfrenta a su madre y sus prejuicios del qué diran y decide separarse de su marido infiel. Una escena anterior a esta, en la que esta alumna se desquita de sus problemas conyugales con la desinhibida Giselle Levy (buena actuación también la de Maggie Gyllenhaal) y esta la abraza para calmarla.
- Cuando en la reunión de valoración del profesorado se dan cuenta de que la profesora que más solicitudes tiene de alumnos para su clase es Katherine Ann Watson (Julia Roberts) y cuando las alumnas se despiden de ella con agradecimiento
- Cuando Connie Baker, en teoría la alumna menos atractiva de la clase (muy buen personaje y muy bien interpretado por Ginnifer Goodwin) decidió corregir su error (error causado por las maledicencias de una compañera) y volver con su pareja.
- Cuando otra de las alumnas enfrenta a su madre y sus prejuicios del qué diran y decide separarse de su marido infiel. Una escena anterior a esta, en la que esta alumna se desquita de sus problemas conyugales con la desinhibida Giselle Levy (buena actuación también la de Maggie Gyllenhaal) y esta la abraza para calmarla.
- Cuando en la reunión de valoración del profesorado se dan cuenta de que la profesora que más solicitudes tiene de alumnos para su clase es Katherine Ann Watson (Julia Roberts) y cuando las alumnas se despiden de ella con agradecimiento
30 de diciembre de 2010
30 de diciembre de 2010
11 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
La sonrisa de Mona Lisa nos devuelve uno de los temas más concurrentes por parte de numerosas novelas y películas: el papel que cumplen las mujeres en la sociedad. Y para ello, el film está ambientado en 1953, en una Norteamérica que despierta del letargo producido por la Segunda Guerra Mundial; "El sueño americano", como muchos se han empeñado en denominarlo.
Una sociedad cargada de estereotipos, prejuicios y prohibiciones, donde principalmente las mujeres eran las más perjudicadas.
La película narra la historia de cómo una profesora a la que todos tachan de "liberal" intenta cambiar las cosas en una prestigiosa universidad femenina. Con una tremenda sensibilidad y delicadeza, se nos cuenta la historia de unas chicas que se encuentran atadas por un papel que les viene impuesto desde que nacieron. Cuando llegan a una determinada edad, todas ellas deben cumplir con la tradición y adentrarse en el matrimonio. Todas se abandonan a la pasividad "de lo que deben hacer", sin luchar siquiera por lo "que quieren hacer".
Así, gracias a esa profesora que supone un aire de renovación para la escuela, todas aprenden a mirar un poco más allá de la telaraña en la que se encuentran atrapadas, para así, empezar a ser más consecuentes con su futuro. Algo difícil para la época.
Una sociedad cargada de estereotipos, prejuicios y prohibiciones, donde principalmente las mujeres eran las más perjudicadas.
La película narra la historia de cómo una profesora a la que todos tachan de "liberal" intenta cambiar las cosas en una prestigiosa universidad femenina. Con una tremenda sensibilidad y delicadeza, se nos cuenta la historia de unas chicas que se encuentran atadas por un papel que les viene impuesto desde que nacieron. Cuando llegan a una determinada edad, todas ellas deben cumplir con la tradición y adentrarse en el matrimonio. Todas se abandonan a la pasividad "de lo que deben hacer", sin luchar siquiera por lo "que quieren hacer".
Así, gracias a esa profesora que supone un aire de renovación para la escuela, todas aprenden a mirar un poco más allá de la telaraña en la que se encuentran atrapadas, para así, empezar a ser más consecuentes con su futuro. Algo difícil para la época.
13 de noviembre de 2005
13 de noviembre de 2005
23 de 41 usuarios han encontrado esta crítica útil
Es inevitable hablar de "El club de los poetas muertos" cuando se escribe algo de "La sonrisa de Mona Lisa". Los parecidos son más que obvios, parece más un remake feminista del interesante film de Peter Weir.
Viendo los títulos de crédito finales con florecitas sobre el director del filme, Mike Newell, confirma lo que nos han mostrado previamente, "La sonrisa de Mona Lisa" desprende un tufillo de película boba e insulsa, pensada para adolescentes de mentalidad no muy inquieta
El problema es que se pierde en los avatares románticos de todas sus protagonistas y el folletín feminista resulta tan obvio como complaciente.
A muchos ratos aburrida, la trama avanza con todos los defectos posibles sobre los amores juveniles y no tan juveniles, retratados de una manera boba y típica.
Empalagosa y tonta hasta decir basta "La sonrisa de Mona Lisa" es simplemente un artefacto de pirotecnia fílmica, elaborado con clase y calidad, pensado para que funcione satisfactoriamente en taquilla. Algo que consiguió, aunque sus flojas críticas en EEUU y el resto del mundo pusieron en evidencia este dudable artificio de consumo con maquillaje de filme adulto e inteligente.
Para fans de la Roberts, de la Dunst y compañía.
Viendo los títulos de crédito finales con florecitas sobre el director del filme, Mike Newell, confirma lo que nos han mostrado previamente, "La sonrisa de Mona Lisa" desprende un tufillo de película boba e insulsa, pensada para adolescentes de mentalidad no muy inquieta
El problema es que se pierde en los avatares románticos de todas sus protagonistas y el folletín feminista resulta tan obvio como complaciente.
A muchos ratos aburrida, la trama avanza con todos los defectos posibles sobre los amores juveniles y no tan juveniles, retratados de una manera boba y típica.
Empalagosa y tonta hasta decir basta "La sonrisa de Mona Lisa" es simplemente un artefacto de pirotecnia fílmica, elaborado con clase y calidad, pensado para que funcione satisfactoriamente en taquilla. Algo que consiguió, aunque sus flojas críticas en EEUU y el resto del mundo pusieron en evidencia este dudable artificio de consumo con maquillaje de filme adulto e inteligente.
Para fans de la Roberts, de la Dunst y compañía.
23 de agosto de 2012
23 de agosto de 2012
7 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una película que hubiese podido ser muy interesante o la versión femenina de El club de los poetas muertos pero se quedó a mitad de camino y casi nada acaba de funcionar.
He de decir que resulta ser una película muy entretenida y con buenas intenciones, un guión muy prometedor pero muy mal realizado, y siento decirlo Julia Roberts, pero este papel no te pega para nada, nunca llegarás a ser el inolvidable profesor de aquellos jóvenes poetas.
Las ideas son buenas, las ideas de una mujer realizada de los años cincuenta, esa pésima visión de futuro de aquellas mujeres…todo muy bien, pero eso ya no tiene que aportar al día de hoy, solamente se ve bien pero esas ideas se dan por hecho y no dicen nada nuevo.
Julia Roberts no encaja para nada con el papel, más bien parece una mujer que ha viajado en el tiempo, la mujer actual y revolucionadora ha viajado al pasado y enseña a mujeres modelo a ser perfectas, pero como a ella le parece.
Cuando termina la película, de la manera más fácil que te puedas imaginar, uno piensa que esta mujer no sabe educar y no tiene ni idea de la vida, sus ideas liberales son tontas y vacías, así le va a ella.
El guión se cae continuamente y al final aparece una escena del cuadro de la Mona Lisa para entrelazar el título con la película, aunque nada tenga que ver.
Julia Roberts resulta ser demasiado guapa para este cuadro tan tradicional universitario, se pretendía recaudar dinero ya que era muy popular para aquellos años pero falló, la Roberts del 93 no era la misma que del 2003 y se nota, ya no atrae tanto al espectador.
La película tiene el sello americano más cursi que te puedas imaginar, la música es de lo más dulce, por un momento creí que estaba viendo Las normas de la casa de la sidra ya que el compositor es el mismo pero veo que hizo más variaciones de la primera versión que componer algo nuevo y original.
Hay escenas muy predecibles y demasiado fáciles, se ve bien, cierto, pero la película se olvidará al momento, no te da cosas para pensar aunque es eso lo que se propone el director, todo se queda a medio camino.
Me ha hecho pasar un buen rato mientras que comía pero ahí se queda todo.
He de decir que resulta ser una película muy entretenida y con buenas intenciones, un guión muy prometedor pero muy mal realizado, y siento decirlo Julia Roberts, pero este papel no te pega para nada, nunca llegarás a ser el inolvidable profesor de aquellos jóvenes poetas.
Las ideas son buenas, las ideas de una mujer realizada de los años cincuenta, esa pésima visión de futuro de aquellas mujeres…todo muy bien, pero eso ya no tiene que aportar al día de hoy, solamente se ve bien pero esas ideas se dan por hecho y no dicen nada nuevo.
Julia Roberts no encaja para nada con el papel, más bien parece una mujer que ha viajado en el tiempo, la mujer actual y revolucionadora ha viajado al pasado y enseña a mujeres modelo a ser perfectas, pero como a ella le parece.
Cuando termina la película, de la manera más fácil que te puedas imaginar, uno piensa que esta mujer no sabe educar y no tiene ni idea de la vida, sus ideas liberales son tontas y vacías, así le va a ella.
El guión se cae continuamente y al final aparece una escena del cuadro de la Mona Lisa para entrelazar el título con la película, aunque nada tenga que ver.
Julia Roberts resulta ser demasiado guapa para este cuadro tan tradicional universitario, se pretendía recaudar dinero ya que era muy popular para aquellos años pero falló, la Roberts del 93 no era la misma que del 2003 y se nota, ya no atrae tanto al espectador.
La película tiene el sello americano más cursi que te puedas imaginar, la música es de lo más dulce, por un momento creí que estaba viendo Las normas de la casa de la sidra ya que el compositor es el mismo pero veo que hizo más variaciones de la primera versión que componer algo nuevo y original.
Hay escenas muy predecibles y demasiado fáciles, se ve bien, cierto, pero la película se olvidará al momento, no te da cosas para pensar aunque es eso lo que se propone el director, todo se queda a medio camino.
Me ha hecho pasar un buen rato mientras que comía pero ahí se queda todo.
25 de septiembre de 2012
25 de septiembre de 2012
6 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Graduada en historia del arte, Katherine Watson, es una mujer inteligente que acaba de llegar al Wellesley College para enseñar a un grupo de chicas que da la impresión de ser bastante despierto, pues, lucen bien informadas, parecen puestas al día… y, la profesora se verá abocada a acudir a otros recursos que trasciendan el programa académico, con la intención de superar el primer sobresalto y poder llegar a ellas.
Así comienza esta historia, ambientada en 1953, donde un grupo de conservadoras muchachas verán cómo, su nueva profesora, pretende combatir la tradición poniéndolas en la significante disyuntiva de adaptarse a lo que, los demás, esperan de cada una... o decidir, por sí mismas, cual es el camino que quieren seguir.
Estamos, en aquel entonces (¿será ya cosa del pasado?), ante una sociedad donde la mujer está hecha para el matrimonio, y el estudio tan solo es una cualidad más para poder aspirar a un buen partido... y como es de suponerse, la institución donde se encuentran, hará sus mejores esfuerzos para impedir que, la tradición y la familia, sean cuestionadas por profesor(a) alguno(a).
Adentrándose en la perversa cultura de la primera mitad del siglo XX, cuyos arcaicos principios eran: el padre habla y se obedece, la mujer calla y se somete, y los hijos siguen órdenes sin chistar, <<LA SONRISA DE MONA LISA>> (titulada así por las alusiones en clase a la obra de Leonardo Da Vinci), trata de cuestionar los rezagos que todavía subsisten en la sociedad de hoy. Pero infortunadamente, a la historia de Konner y Rosenthal le quedaron faltando recursos argumentales, y al director, Mike Newell -como otras veces-, le faltó solvencia narrativa y más exigencia en la edición, porque el resultado ha sido un filme que cae en situaciones muy poco conmovedoras y en larguísimos planos que no aportan prácticamente nada. Se salvan, tres o cuatro momentos por las buenas actuaciones de, Julia Roberts, Maggie Gyllenhaal y Kirsten Dunst, pero, el resto no sobrepasa la rutina y la anécdota pueril, sobre todo en la primera hora donde el filme apenas hace un escaso esbozo de levantar vuelo.
Las alusiones a los pintores, Da Vinci, Pollock y Van Gogh, resultan demasiado convencionales y el cuestionamiento a la mujer hecha para el matrimonio, para exaltar en cambio a la mujer que se dedica a la vida profesional, tiende a enredarse argumentalmente, pues, lo cierto, no es lo uno ni lo otro sino el hacer aquello que, sin sujeción alguna, le dicte el corazón y la razón a cada ser. Pues, hay temperamentos hogareños, así como los hay para la aventura y el compromiso social... y no es mejor ésta decisión que aquella, sino la que consiga hacer a la mujer sentirse feliz.
Así comienza esta historia, ambientada en 1953, donde un grupo de conservadoras muchachas verán cómo, su nueva profesora, pretende combatir la tradición poniéndolas en la significante disyuntiva de adaptarse a lo que, los demás, esperan de cada una... o decidir, por sí mismas, cual es el camino que quieren seguir.
Estamos, en aquel entonces (¿será ya cosa del pasado?), ante una sociedad donde la mujer está hecha para el matrimonio, y el estudio tan solo es una cualidad más para poder aspirar a un buen partido... y como es de suponerse, la institución donde se encuentran, hará sus mejores esfuerzos para impedir que, la tradición y la familia, sean cuestionadas por profesor(a) alguno(a).
Adentrándose en la perversa cultura de la primera mitad del siglo XX, cuyos arcaicos principios eran: el padre habla y se obedece, la mujer calla y se somete, y los hijos siguen órdenes sin chistar, <<LA SONRISA DE MONA LISA>> (titulada así por las alusiones en clase a la obra de Leonardo Da Vinci), trata de cuestionar los rezagos que todavía subsisten en la sociedad de hoy. Pero infortunadamente, a la historia de Konner y Rosenthal le quedaron faltando recursos argumentales, y al director, Mike Newell -como otras veces-, le faltó solvencia narrativa y más exigencia en la edición, porque el resultado ha sido un filme que cae en situaciones muy poco conmovedoras y en larguísimos planos que no aportan prácticamente nada. Se salvan, tres o cuatro momentos por las buenas actuaciones de, Julia Roberts, Maggie Gyllenhaal y Kirsten Dunst, pero, el resto no sobrepasa la rutina y la anécdota pueril, sobre todo en la primera hora donde el filme apenas hace un escaso esbozo de levantar vuelo.
Las alusiones a los pintores, Da Vinci, Pollock y Van Gogh, resultan demasiado convencionales y el cuestionamiento a la mujer hecha para el matrimonio, para exaltar en cambio a la mujer que se dedica a la vida profesional, tiende a enredarse argumentalmente, pues, lo cierto, no es lo uno ni lo otro sino el hacer aquello que, sin sujeción alguna, le dicte el corazón y la razón a cada ser. Pues, hay temperamentos hogareños, así como los hay para la aventura y el compromiso social... y no es mejor ésta decisión que aquella, sino la que consiga hacer a la mujer sentirse feliz.
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