¿Qué fue de Jorge Sanz?Serie

¿Existe la televisión indie? Sinceramente, no tengo ni la más remota idea, pero si existiera, '¿Qué fue de Jorge Sanz?' sería un claro ejemplo de éste tipo de televisión. Una serie que resulta un soplo de aire fresco para las series españolas, algo diferente dónde no salen ni travestis, ni prostitutas, ni desnudos cada dos por tres ni nada que huela kilometros atrás a una españolada de toda la vida. Lejos de quedarse eso, una deliciosa serie, divertida y muy amena, va más allá. Ponen a parir a Jorge Sanz, pero lo mejor de todo es que es él mismo quien se pone a parir y eso de la autocrítica tiene un mérito impresionante (y me encanta).

Todo empieza con Jorge Sanz levantandose para afrontar un asqueroso día más de su patetica vida, la vida de un actor totalmente fracasado que no trabaja por diversión o porque le gusta, ya lo hace por necesidad, porque no tiene ni un duro. Lo peor de todo es que en su día fue un niño prodigio y, como tal, no paran de recordarle aquellos tiempos en los que él era guapísimo, tenía buenos papeles y hacía buenas películas para que, justo al acabar, le digan algo como "Y mira en lo que te has convertido, en un aborto de actor". Ésto no sería posible sin un tremendo Jorge Sanz interpretandose a sí mismo, con una capacidad de autocríticarse brutal, dejandose en ridiculo de una forma que, la verdad, no me esperaba tan fuerte. No podemos decir que se ha reivindicado como actor, porque jamás ha sido un buen actor, pero si hay que darle todos los elogios posibles, porque no todo el mundo es capaz de hacer lo que hace él en la serie (poquísima gente).

La serie cuenta con varias apariciones inesperadas que, logicamente, no voy a desvelar para que la persona que quiera ver la serie se sorprenda tanto como yo. Pero si que diré que son rostros muy conocidos del panorama cinematografico nacional y que en un episodio (el mejor de la serie junto con el primero) los hay a reventar. Y no son simples cameos, (que por algo las he llamado apariciones) algunos aparecerán más de una vez y algún que otro personajillo tendrá importancia en la historia. Todo muy natural, como la serie en sí, que verdaderamente parece que estemos viviendo el día a día junto con Jorge Sanz, algo nada fácil de conseguir.

Cuando al principio de la crítica he formulado la pregunta retorica sobre la televisión independiente no me refería sólo a la historia, es que la forma en la que está rodada es 100% indie, en especial la fabulosa introducción que tiene cada capítulo con un primer plano de Sanz haciendo alguna cosa que haría normalmente, propia de la rutina (afeitarse, tomarse unas porras con chocolate e incluso cagar) mientras que de fondo suena la maravillosa melodía de la serie, compuesta por Darren Hayman. Desde luego, un gran trabajo tanto de David Trueba (debutante en ésto de la televisión) como del músico ingles, que consigue que no te puedas quitar de la cabeza la nombrada melodía.

(Spoiler por falta de espacio)

Comienza el episodio, una vieja escena de alguna película protagonizada por un Jorge Sanz imberbe, una llamada al móvil y un Jorgito mal despertándose en el lugar menos pensado, así comienza cada episodio de la mejor serie española del momento, con permiso de La que se avecina.

Yo creo que a Jorgito no le veía desde Belle Epoque, no ha llovido ni nada. Y un día le vi haciendo un monólogo, bastante bueno por cierto, en el Club de la Comedia, y ¡si! dije: joer como ha envejecido este hombre y es enano y por que viste ese jersey enorme, para disimular su barriga claro.
Soy el típico sopla gaitas que se cruza a diario en la vida de Jorgito, solo que después de ver Qué fue de Jorge Sanz le soltaría ¡Super Sanz, el puto amo!, y el lo entendería.

De todos modos aunque la serie es muy buena el último episodio es un coñazo y el penúltimo un poco forzado, me esperaba que Santiago Segura fuera más gracioso pero su cameo es un coñazo.

Sin embargo Resines, Juan Diego Botto o un Miguel Ángel Lamata en estado de gracia, el mejor de todos, hacen que la serie tenga momentos de humor impagables en sus primeros cuatro episodios. Sin olvidarse de su representante experto en quesos. La chica que hace de su ex es buenísima, su actuación es muy natural, casi parece su ex de verdad.

Hay que tener mucho valor para reirse de uno mismo y conseguir arrancar una sonrisa al espectador.

La frase de referencia es recurrente en la serie para indicar que a Jorge Sanz se le recuerda siempre por esa película dónde era solo un niño.

La carrera de Jorge empezó con “Conan” y siguió con una larga lista de títulos pero como es muy habitual en todas las cinematografías, de estar en todos lo títulos que se estrenaban en su momento a no saberse nada de él.

La idea de David Trueba junto al actor de hacer una serie con un título tan claro como “Qué fue de Jorge Sanz?”, pregunta que nos habíamos hecho muchos por lo poco que se prodigaba el actor tanto en televisión, teatro o cine, juega con una biografía actual (pero falsa) del actor.

Las tramas parecen tan reales y creíbles que no sabes sí esta pasando todo en realidad o es inventado.

Creo que el propio actor aporta situaciones que le han ocurrido y le da ese punto canalla.

Para esta semirealidad cinematográfica acuden a los cameos de actores españoles (como Antonio Resines o Juan Diego Botto) que hacen de ellos mismos y, con ello, se ríen de ellos mismos.

Era necesaria una serie así en las pantallas españolas, el único pero es que sea en una televisión de pago dónde no todos van a tener acceso. Este camino que ha iniciado Canal + va tener continuidad con otras propuestas arriesgadas de las cuales deberían tomar nota las televisiones generalistas.

La pregunta final que nos hacemos es ¿Servirá la serie para que Jorge Sanz vuelva a la palestra? Conociendo a este país, no creo.

Sí señor. Una serie española a la altura de cualquiera de fuera. No sé si es una copia de una americana; a decir verdad, tampoco me importa.

Es una serie excelente porque las actuaciones son buenas, porque el guión es de calidad y cínico, porque la han hecho gente que sabe, y porque, en el fondo, dice todo lo que todo el mundo piensa de una manera tan honesta que se convierte en cruel.

Y si eso es a lo que nos lleva el imitar a los americanos, bienvenido sea.

Vale, no voy a discutir que la serie se puede ver y que tiene cierta gracia. Pero vamos, de ahí a que sea sublime -como he leído por aquí- hay un trecho.

Está bien que el cine español hable de sus miserias y que su protagonista acepte participar en algo así (tampoco creo que tenga muchas más opciones). Pero esto no es nada nuevo: la serie de Larry David y Entourage llevan años hechas.

Por cierto, Jorge Sanz es mal actor incluso cuando hace de sí mismo.