El abominable doctor Phibes
1971 

6,4
1.830
Terror. Intriga
Después de que un equipo de cirujanos acabara con la vida de su esposa en una chapucera intervención quirúrgica, el doctor Phibes (Vincent Price), un diabólico personaje, asesina a algunos de ellos utilizando terribles métodos extraídos de textos antiguos. Un detective de Scotland Yard (Peter Jeffrey) le sigue la pista con la ayuda del doctor Vesalius (Joseph Cotten), el jefe del equipo médico que operó a la mujer de Phibes. (FILMAFFINITY) [+]
25 de junio de 2013
25 de junio de 2013
7 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Vincent Price interpreta a un psicópata, superviviente de un accidente de coche, doctorado en música, tan deformado que esconde su cara detrás de una máscara. Su mujer murió en una mesa de operaciones, de lo que le echa la culpa a los 9 cirujanos responsables, y decide matarlos uno por uno, utilizando unos métodos muy complicados y retorcidos que son precursores de la saga Saw (especialmente el último), utilizando como inspiración las 10 plagas de Egipto.
21 de abril de 2019
21 de abril de 2019
6 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
A pesar de que la parte cómica de la película venga dada por lo inverosímiles de algunos de los asesinatos que se suceden o ciertas piezas argumentales y no por el buen trabajo actoral de los policías, no tengo duda de que estamos ante una gran película.
Tanto el diseño de producción como la ambientación están bastante bien logrados, con gran atención por los colores y contrastes. Robert Fuest o el director de fotografía también se atreven con ciertos planos y movimientos de cámara que están alejados de la mayor parte de películas del género.
Por otra parte, pocos actores pueden presumir de realizar un papel de protagonista sin pronunciar ni una palabra a lo largo de todo el metraje y Price puede estar orgulloso del resultado. A pesar de lo simple que pueda parecer el argumento, interpretar a un doctor, científico, organista y estudioso bíblico en 90 minutos no es tan sencillo.
El toque de gore necesario para una producción que no pretende estar en la lista de las grandes películas de terror, pero sí hacerse un hueco entre esas joyas clásicas de serie B, extravagantes y no muy conocidas. Sabías a lo que venías.
Tanto el diseño de producción como la ambientación están bastante bien logrados, con gran atención por los colores y contrastes. Robert Fuest o el director de fotografía también se atreven con ciertos planos y movimientos de cámara que están alejados de la mayor parte de películas del género.
Por otra parte, pocos actores pueden presumir de realizar un papel de protagonista sin pronunciar ni una palabra a lo largo de todo el metraje y Price puede estar orgulloso del resultado. A pesar de lo simple que pueda parecer el argumento, interpretar a un doctor, científico, organista y estudioso bíblico en 90 minutos no es tan sencillo.
El toque de gore necesario para una producción que no pretende estar en la lista de las grandes películas de terror, pero sí hacerse un hueco entre esas joyas clásicas de serie B, extravagantes y no muy conocidas. Sabías a lo que venías.
2 de enero de 2013
2 de enero de 2013
15 de 26 usuarios han encontrado esta crítica útil
La película es lenta, aburrida y totalmente absurda.
Los pequeños toques de humor a cargo de los policías no tienen ni pizca de gracia.
Y para hablar de los asesinatos utilizaré el spoiler, pero puedo adelantar lo increíblemente sumisas que son las victimas, que hacen pensar si no los anestesiaran o los hipnotizarán antes, porque si no es que son tontos del culo.
Por cierto, me hubiera gustado saber que parentesco tenía la ayudante violinista, cosa que no explican, porque si estaba a sueldo, tenía que cobrar un pastón.
En fin una estupidez de película que si por lo menos te rieras de lo tonta que es, merecería la pena ver por lo menos media hora, pero es que ni eso.
Los pequeños toques de humor a cargo de los policías no tienen ni pizca de gracia.
Y para hablar de los asesinatos utilizaré el spoiler, pero puedo adelantar lo increíblemente sumisas que son las victimas, que hacen pensar si no los anestesiaran o los hipnotizarán antes, porque si no es que son tontos del culo.
Por cierto, me hubiera gustado saber que parentesco tenía la ayudante violinista, cosa que no explican, porque si estaba a sueldo, tenía que cobrar un pastón.
En fin una estupidez de película que si por lo menos te rieras de lo tonta que es, merecería la pena ver por lo menos media hora, pero es que ni eso.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Y ahora con los asesinatos:
Ya el primero, les debió de parecer compleja su realización a base de abejas, porque directamente dicen que ha pasado, pero no vemos nada.
En el segundo, no he visto en mi vida unos vampiros mas dóciles, si deben de chupar la sangre de puro aburrimiento.
Al que le sacan la sangre más de lo mismo, es que ni se queja.
Al aviador le muerden unas ratas naranjas de lo más bonitas, mas bien parecen mascotas.
Al que le clavan el cuerno de la cabeza del unicornio, ya de puro inexplicable, intentan hacernos creer que lo han lanzado con una catapulta, atraviesa una puerta y se clava en el doctor amenazado,¿ pero bueno que tipo de catapulta es esa ? que puntería ¿no?
A otro le crean una granizada dentro del coche, ¿hay algo más absurdo?
Para rizar el rizo, embadurnar de puré de coles a la enfermera mientras duerme y ni se entera y luego se la comen las langostas y ni se queja, porque en la puerta hay un policía y no oye nada.
Y al final, ¡ojo! le mete al niño una llave junto al corazón para que el padre la saque en 7 minutos, pues coño, abre la cicatriz que le han hecho y sácala, no te compliques.
Y me dejaba el de la cabeza de rana, que visto lo visto es el más creible.
Ya el primero, les debió de parecer compleja su realización a base de abejas, porque directamente dicen que ha pasado, pero no vemos nada.
En el segundo, no he visto en mi vida unos vampiros mas dóciles, si deben de chupar la sangre de puro aburrimiento.
Al que le sacan la sangre más de lo mismo, es que ni se queja.
Al aviador le muerden unas ratas naranjas de lo más bonitas, mas bien parecen mascotas.
Al que le clavan el cuerno de la cabeza del unicornio, ya de puro inexplicable, intentan hacernos creer que lo han lanzado con una catapulta, atraviesa una puerta y se clava en el doctor amenazado,¿ pero bueno que tipo de catapulta es esa ? que puntería ¿no?
A otro le crean una granizada dentro del coche, ¿hay algo más absurdo?
Para rizar el rizo, embadurnar de puré de coles a la enfermera mientras duerme y ni se entera y luego se la comen las langostas y ni se queja, porque en la puerta hay un policía y no oye nada.
Y al final, ¡ojo! le mete al niño una llave junto al corazón para que el padre la saque en 7 minutos, pues coño, abre la cicatriz que le han hecho y sácala, no te compliques.
Y me dejaba el de la cabeza de rana, que visto lo visto es el más creible.
13 de octubre de 2013
13 de octubre de 2013
5 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ahí queda esta metáfora en el título de mi texto, una alfombra roja por la sangre que llega a derramar Vincent Price, el protagonista absoluto y eje narrativo de la película, asesino en serie, catedrático en música y con un doctorado cum laude en las malas artes de la venganza. Al pobre hombre le jugaron una mala pasada un equipo de médicos y va a por ellos desde el primer minuto, uno detrás de otro y de las formas más originales se los procura cargar a todos. La película arranca con una intención de lo más original para la época. Robert Fuest a partir de ahí crea una trama alrededor del mudo doctor Phibes, porque ese es otro de sus rasgos, sorprendente, ya que hablar, lo que es hablar por su boquita, ni una palabra.
Si dijera que me acabó convenciendo es por Price, por su presencia siempre abrumadora, aunque hable por un gramófono realmente (tal cual suena de mal, así es...), y si dijera lo que es, que entretiene porque es una curiosidad pero falla por todos lados, es por un sinfín de cosas que no acaban funcionando. No voy a entrar en el abanico de muertes propuestas, unas más ridículas que otras, la mayoría con unas víctimas de lo más dóciles, son cosas que entran dentro de la ficción y debemos ser capaces de asumirlas por el bien de la película. Lo que no cuadra es ese humor de la policía, humor inglés si se quiere, pero resulta que van detrás de un asesino altamente cualificado y que siempre va varios pasos por delante, de manera que, y ahora voy a por lo peor, mezclarlo con una estética absurda no da muy buen resultado. Ese órgano que suena constantemente, los muñecos hinchados en la morada del doctor y las pelucas de la chica que la acompaña no ayudan a digerir bien la película.
Así que es original en su planteamiento pero chirrían demasiadas cosas cuando enfocamos la trama a escala menor y la estética que le acompaña es para bajar la mirada de pura vergüenza ajena.
Si dijera que me acabó convenciendo es por Price, por su presencia siempre abrumadora, aunque hable por un gramófono realmente (tal cual suena de mal, así es...), y si dijera lo que es, que entretiene porque es una curiosidad pero falla por todos lados, es por un sinfín de cosas que no acaban funcionando. No voy a entrar en el abanico de muertes propuestas, unas más ridículas que otras, la mayoría con unas víctimas de lo más dóciles, son cosas que entran dentro de la ficción y debemos ser capaces de asumirlas por el bien de la película. Lo que no cuadra es ese humor de la policía, humor inglés si se quiere, pero resulta que van detrás de un asesino altamente cualificado y que siempre va varios pasos por delante, de manera que, y ahora voy a por lo peor, mezclarlo con una estética absurda no da muy buen resultado. Ese órgano que suena constantemente, los muñecos hinchados en la morada del doctor y las pelucas de la chica que la acompaña no ayudan a digerir bien la película.
Así que es original en su planteamiento pero chirrían demasiadas cosas cuando enfocamos la trama a escala menor y la estética que le acompaña es para bajar la mirada de pura vergüenza ajena.
28 de agosto de 2010
28 de agosto de 2010
7 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
Parafraseando la célebre cita de Hobbes, el Dr. Phibes también asesina a colegas suyos. La película no es mala, aunque no terminé de entender la presencia de la ayudante de Phibes ni todos los numeritos musicales, por muy buenas que sean las canciones. Sí resulta original el patrón que sigue Phibes para ejecutar sus crímenes, así como la prueba final a la que somete a Joseph Cotten.
No obstante, para qué tanto bombo y platillo con la presencia de Hugh Griffith (el "cahib" de Ben-Hur, al que yo confundía con Abraham Soffaer) si resulta que sólo aparece en una escena (eso sí, importante).
Lo mejor de todo: Comprobar el actor con mayúsculas que es Vincent Price, al realizar una interpretación casi gestual y salir airoso con creces.
Mi nota: 6,8
No obstante, para qué tanto bombo y platillo con la presencia de Hugh Griffith (el "cahib" de Ben-Hur, al que yo confundía con Abraham Soffaer) si resulta que sólo aparece en una escena (eso sí, importante).
Lo mejor de todo: Comprobar el actor con mayúsculas que es Vincent Price, al realizar una interpretación casi gestual y salir airoso con creces.
Mi nota: 6,8
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