Leconte sublima la perversidad más allá de lo que esta da de sí. Al fin de cuentas una variante del amor por el que casi todos idealizamos a la contraparte en el molde de nuestras calamidades. Onan era un sabio sin que le hicieran falta cuartetos de Brahms para completar pecados, crímenes o picardías. El mirón de Monsieur Hire resulta antipático y cursilón con sus ratones sus retales y sus escrúpulos. No cuela que se ligue a Sandrine Bonnaire con esa pose de sacristán viciosillo y que la meta mano en un combate de boxeo. Aunque con aquellos tomates rodando por la escalera cualquiera no se ahorra un pastón en putis. Pues eso, que te enamoras de lo que no es, y acabas colgando de las cañerías. ¿Pero esto no iba de un crimen?

La verdad es que me encuentro ante una película cuyas pretensiones, historia y estilo me parecen interesantes y sugerentes, e incluso ocupan después de vista cierto espacio en mis recuerdos. Pero al mismo tiempo también he de decir que durante su visionado me sentí un tanto desconectado, desinteresado y, por que no decirlo, a ratos aburrido.

No tengo muy claro que es lo que falla, quizás sea yo, y quizás deba darle otra oportunidad dentro de unos años, pero no me termina de parecer convincente el personaje principal, que solo al final nos produce cierta empatía, Sandrine Bonnaire tampoco me resulta interesante, y el film esta rodado de una forma tan original, como distante.

No sé, a día de hoy la coloco en ese género de películas que son mejores contadas que vistas.

Pd: La meto el escaso aprovechamiento y protagonismo de la música de Michel Nyman en el film.

Fallida intriga del extraño Patrice Leconte que juega al despiste a través de los ojos de un raro, feo y solitario "voyeur" (Monsieur Hire), que queda enamorado de su guapa vecina de enfrente, la cual guarda un secreto escabroso junto a su amante.
Por supuesto ya te puedes imaginar el resto con un final romántico ridículo, impostado y más que predecible.
Al estilo de la "Ventana Indiscreta", pero sin nada que mostrar al otro lado, fluye este extraño y personal metraje de intriga romántica que adapta a Simenon, junto a una música cargante e igual de inconexa de Michael Nyman.
Mala

Después de dos excelentes experiencias con Patrice Leconte -El Hombre del Tren y Confidences Trop Intimes- esta Monsieur Hire me ha decepcionado por completo. En ningún momento he conectado con la historia que cuenta ni con ninguno de sus personajes, y en general me resultó aburrida, distante y previsible, un típico noir donde el grueso del metraje es material de relleno esperando el golpe de efecto de un final preparado con elementos más bien tramposos e inverosímiles.

Me sumo a quienes han calificado este filme como una película "plana, aburrida, tediosa".

¿Es ésta la mejor película de Patrice Leconte? ¡Pues apañado va él y apañado va el público asistente al cine!

Me ha parecido un filme del montón de filmes sin atractivo ni interés; su flojedad no anima ni por casualidad a visionarlo una segunda vez.