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Cuerpos ardientes

Cine negro. Intriga Ned Racine (William Hurt), un joven abogado de Florida, lleva una vida normal hasta que conoce a Matty Walker (Kathleen Turner), una tentadora y sensual mujer casada con un rico hombre de negocios (Richard Crenna). Ned pronto se da cuenta de que Matty es la clase de mujer por la que un hombre sería capaz de todo... (FILMAFFINITY)
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Críticas 63
Críticas ordenadas por utilidad
2 de octubre de 2005
23 de 27 usuarios han encontrado esta crítica útil
"Fuego en el cuerpo" figura en la selección efectuada por varios críticos de las diez mejores películas de la década de los años 80, aunque no ocupe los primeros puestos.
Realmente, no son pocos los méritos a destacar, que permanecen inalterables veinte años después de su estreno.
Un magnífico guión, que posee todas las características del mejor cine negro, y que además de intrigar, no deja de sorprender conforme avanza la película.
Unas estupendas interpretaciones, de Kathleen Turner y William Hurt, que consiguen involucrar al espectador en su juego desde el principio, haciendo casi perceptible el intenso calor al que alude el título.
Merece la pena destacar igualmente la banda sonora, que contribuye notablemente al desarrollo de la historia, acompañándola con la intensidad requerida en cada momento.
Para disfrutarla con unos cubitos de hielo...
CAROLA
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7 de abril de 2011
14 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
Érase una vez en un lugar de la Costa de Florida con un calor asfixiante. El abogado Ned consume sus noches entre amantes ocasionales y el intento de saborear la brisa marina, y de pronto sucede. Una de esas noches mientras deambula sin rumbo fijo, aparece ella, impresionante, espectacular, con su vestido blanco, dejando ver sus encantos, es como eso, lo dicho, una aparición, Esas piernas, ese pecho, esa mirada.
A partir de entonces ya lo sabes todo, en ese momento ya adivinas todo la que va a suceder, ignoras el cómo, pero sabes el que, y casi puedes asegurar el cuándo. Cuando ella irrumpe, él debe pensar, hoy es mi día de suerte, es como el premio gordo de una lotería. Esa tal Matty es la clase de mujer por la que harías cualquier cosa, y cuando dices cualquier cosa, significa exactamente eso.
Debut primoroso de Kathleen Turner, atractiva, sensual, puro fuego, solo en “El honor de los Prizzi” volvió al alcanzar un nivel similar, una autentica mujer fatal, dispuesta a todo por conseguir sus propósitos. El ingenuo Ned (estupenda también la interpretación de Hurt) cae en sus redes sin la más mínima oposición, pero quien puede culparlo, acaso no haría lo mismo cualquiera. A pesar de que intuimos todo lo que le va a suceder, lo único que podemos hacer es envidiarle, desear estar en su lugar.
Kasdan nos traslada durante casi dos horas al cine negro de hace décadas, (hasta en las formas, muy poca luz, se fuma continuamente, nunca falta la bebida) potente historia, mejer fatal y hombre utilizado, casi a la altura de la pareja de “Forajidos” o “Retorno al pasado”, excelente puesta en escena y muy buena banda sonora. Poco más podemos pedir o hacer, solo dejarnos llevar por la pasión de las tórridas noches de Florida.
picais
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6 de septiembre de 2015
14 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
Es obvio que el primer film escrito y dirigido por Lawrence Kasdan, pese a ser un argumento original, se inscribe en el universo del escritor James M. Cain, con reminiscencias de “El cartero siempre llama dos veces” y “Pacto de sangre”, que Billy Wilder filmó como “Perdición”. Un entramado clásico al que Kasdan intenta modernizar, profundizando el aspecto sexual de este tipo de thrillers. Es la opción del cineasta, que en mi opinión, consigue salir airoso. “Fuego en el cuerpo” es una película estimable y sumamente meticulosa que recrea una pasión desbordante y destructiva, en el clima de una asfixiante sexualidad. Acreditado como un excelente dialoguista, aquí lo confirma totalmente. Las réplicas envenenadas de un doble sentido sexual, del primer encuentro entre Ned y Matty, son de una violencia y seducción impresionantes.

La historia, como en buena parte de los más excelsos y perdurables thrillers, narra el encuentro y ulterior relación de Ned Racine (William Hurt), un abogado arribista y sin escrúpulos, con Matty Walker (Kathleen Turner), una burguesa aburrida casada con un empresario algo mafioso (Richard Crenna). Iniciando un amor carnal sin limitaciones, donde prima la satisfacción del deseo. Ned es un adicto al sexo que encaja perfectamente con el perfil que Matty anda buscando para realizar sus planes. Una atmósfera asfixiante de calor sirve de marco para la atracción y la ambición, el deseo y la lujuria, dominado todo bajo la codicia y el sexo. Una química descomunal que funciona gracias a los actores adecuados y a la puesta en escena de Kasdan, que filma con gran talento un sexo explícito sin ser vulgar.

La película te atrapa desde los títulos de crédito que rinden homenaje al cine negro de los 40, hasta la música embriagadora del saxo escrita por el gran John Barry. La rojiza iluminación que evoca lo tórrido del ambiente, de una fotografía difuminada y sedosa en el sopor de las noches de verano. Una obra transparente y sin cortapisas respecto a la ambición del personaje femenino en una relación volcánica. La fisicidad de los protagonistas es lo más destacable del film, la mirada penetrante de la Turner, su dicción – recomiendo versión original – su gestualidad, así como la atracción masculina poderosa que exhibe Hurt, desde el primer momento, es la verosimilitud de la ficción.

El cineasta “vampiriza” en el mejor sentido de la palabra, lo mejor de este tipo de relato, las constantes del mismo, actualizándolo y revitalizando el cine negro de los ochenta. El sofocante calor, se palpa en los personajes, el sudor en la camisa de Ned, , el hielo en la bañera, no logra enfriar el fuego de la pasión, el ventilador se erige en figura omnipresente, todopoderosa. Una vez más estamos ante un triángulo clásico del cine negro, los amantes y el marido de ella, es la metáfora, de cómo la araña teje la tela donde atrapar a su presa. Una película que gana prestigio con el paso del tiempo.
Antonio Morales
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18 de noviembre de 2007
16 de 20 usuarios han encontrado esta crítica útil
Lawrence Kadan dirigió y escribió con brillantez un film que huele a cine negro de los 40 actualizado: la historia de ese tipo llevado a la perdición por una femme fatale es puro cine de Hollywood en blanco y negro...

...pero en color y con escenas de sexo.

Destacar también la banda sonora, las buenas interpretaciones de todos los actores (como la de Ted Danson, que interpreta un papel secundario) y algunos diálogos, llenos de subtexto.

Buena película.
metabaron
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18 de diciembre de 2008
15 de 18 usuarios han encontrado esta crítica útil
Casi cada verano, algún día especialmente tórrido, veo Fuego en el cuerpo. Es una película sensacional. Espléndida. No debéis perdérosla. Para mi gusto, desde los clásicos, sólo Chinatown, El cartero de Rafelson y ésta están a la altura. Creo que hasta me gusta la fría Gorky Park porque sale W. Hurt y algo me recordaría... La dirección, el guión son tremendos. Los actores están fabulosos: la Turner y Hurt están que se salen. La música es una gozada. Todos los secundarios... Y las escenas finales son únicas. Le pongo un 10 por ser, por diversas circunstancias, una de las películas que más me ha hecho gozar con el cine. Y estoy rotundamente de acuerdo con que es la mejor película de Kasdan.
Bayoneta66
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