Iba muy animado para ver "Project X" y salí algo decepcionado. No es una película mala, tampoco engaña sobre lo que vas a ver, pero le falta algo para hacerla especial.

El problema que yo le veo es que en el tráiler ya has visto todo y no dejan nada para la película entera. Lo podrían haber solucionado con algo de humor dentro, pero o es que yo no llevaba dos cubatas de más o es que el humor que hay no hace gracia (y eso que tampoco soy un viejo cascarrabias).

La fiesta en sí mola, pero lo bueno no arranca hasta que quedan diez minutos para el final, porque ver a medio millar de adolescentes en el jardín trasero de una casa está bien, pero no es capaz de mantener el efecto sorpresa durante más de quince minutos. Lo realmente bueno es cuando la cosa se desmadra por completo, lástima que sea una porción muy pequeña de película.

Lo que sí que me parece una verdadera lástima es que esas secuencias 'videocliperas' hayan sido desperdiciadas con una selección de música bastante mala a mi entender. También he de decir que estilo de grabar cámara en mano y amateur es una elección obvia y totalmente adecuada. La combinación de varios dispositivos grabando sin una cámara "externa" le dan el toque adolescente que necesita la película.

"Project X" entretiene siempre y cuando sepas que vas a ver un prólogo muy largo, lleno de alcohol, drogas, música y chicas semidesnudas, para llegar al épico desenlace.

Empezaré diciendo que esta película es más morralla adolescente, es cierto, pero también creo que de toda la morralla adolescente que he visto, la fiesta que se monta en Project X es sin lugar a dudas la más salvaje y desfasada.
Es por eso que le otorgo el voto de “Interesante”, el que busque un film consistente, con una interpretación suficiente tirando a correcta y un argumento convincente, esta NO es su película, pero el que busque pasar un rato y contemplar la fiesta más atípica y por qué no decirlo, Fantasma que haya visto esta es su película.

Todos los que somos jóvenes, hace unos años, después de ver películas como American Pie o más recientemente como Resacón en Las Vegas, hemos comentado alguna vez: “Los americanos sí que saben montar fiestas”, pero más allá de que aquí sería imposible encontrar un amigo con una casa tan grande y fantástica y dispuesto a destrozarla para montar una descomunal fiesta, lo acaecido en Project X supera toda lógica juerguista.
Si algún cinéfilo de Filmaffinity se atreve a montarla así, que nos invite a todos.

Si nos olvidamos de que tres pardillos de instituto jamás serían capaces de organizar tal fiesta, por mucho empeño, ilusión y optimismo que le pongan y menos aún en el mismo día, la película funciona como comedia gamberra. De hecho lo es tanto que posiblemente toca techo en lo que a este tipo de historias se refiere y hace que "Desmadre a la americana" se quede casi en un picnic de jubilados. Pero eso sí... eran otros tiempos y por supuesto no tiene su encanto.
Parece como si sus responsables quisieran evitar que surgiera otra película más adelante que superase lo visto en ésta y es por eso que en la parte final quizá peque de exagerada; pero como podría adoptar alguno de sus protagonistas: todo sea por la popularidad.

Como tiendo a decir cada vez que analizo una comedia juvenil, en el año 1998 American Pie recuperó este género para desgracia de muchos, pues a los que nos encantan nos encontramos con un montón de bodrios horribles aunque también algunas comedias realmente notables. Con "Project X" nos encontramos además de con una comedia juvenil divertida y muy entretenida con el uso de cámara en mano que tanto éxito ha tenido en Rec o en algunas otras películas. El uso es correcto dando una mayor cercanía a los eventos que ocurren.
Obviamente, al ver Project X hay que saber que lo que se ven son tacos, tetas, fornicaciones y muchas tetas. Aquellos que busquen rizarse el bigote con un humor sutil ya pueden salir de la sala porque nos encontramos con la más que probable heredera de American Pie.
Cabe destacar que Thomas Mann personalmente está muy aceptable en su actuación pues no exagera mucho y realmente acierta. Lo demás es todo la locura de una fiesta pero elevado a las mil locuras.
Muy pero que muy divertida.
Lo Mejor: Algunos personajes.
Lo Peor: Debería de haber algún gag más.

Esta película es un desmadre de muy señor mío, una cosa de locos. Parecía que, como se ha leído en algunas de las críticas que aparecen, las nuevas generaciones ya iban a disfrutar de su propia “Porky's” o su “Desmadre a la americana”. A mí no me lo ha parecido, la verdad. Y es una pena porque podía ser una película divertida. Sigue a esas predecesoras en el sentido de que hay unos protagonistas que montan una fiesta y esta se les va de las manos, pero por desgracia, entre las anteriores y esta última hay mucha distancia en lo que se refiere al humor.
Aunque las del siglo pasado tenían un humor que podía parecer zafio y vulgar (aunque yo me moría de la risa), al menos no se les podía negar una cosa: eran muy divertidas. En esta última, la diversión brilla por su ausencia. No hay para echarse a la boca ni una escena que se pueda quedar en la retina, no hay ni una vez que la película te haga soltar una risotada, a lo mejor una mísera sonrisa y eso es algo muy muy muy pobre para una película que se suponía que era de humor.
Aparte de todo esto, el formato este de las grabaciones caseras tipo “Monstruoso” o “El proyecto de la bruja de Blair” ya cansa un poco y por lo menos que se haga cuando la historia lo requiera no porque le parezca bien al director del film.
Ya no entraré en el criterio personal de si puede parecer triste o no el mensaje que se da en la película de que para molar y ser tenido en cuenta por la sociedad moderna tienes que ser el tío más cafre del mundo, ponerte hasta el culo de alcohol y de drogas y destrozar el mobiliario público de una ciudad. No lo haré porque puede ser que yo ya esté algo carca, pero la verdad es que parece un poco, digamos, terrible.