El ángel exterminador
1962 

8,0
26.537
Drama
Después de una cena en la mansión de los Nóbile, los invitados descubren que, por razones inexplicables, no pueden salir del lugar. Al prolongarse la situación durante varios días, la cortesía en el trato deja paso al más primitivo y brutal instinto de supervivencia. Una parábola sobre la descomposición de una clase social encerrada en sí misma. (FILMAFFINITY)
12 de junio de 2013
12 de junio de 2013
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Son pocas las veces en las que me he quedado boquiabierto. Por ejemplo, cuando nací fue una de ellas, la primera vez que me besó una mujer otra y, que yo recuerde, después de ver El Ángel Exterminador de Luis Buñuel. Cuando nací, entre otras cosas, me dio por llorar y hacerlo con la boca cerrada siempre me pareció de lo más incómodo; el beso de aquella mujer me dejó con la boca abierta más por querer un bis que por otra cosa; la película de Buñuel fue un descubrimiento y la conmoción por saber qué significaba la palabra genio me dejó perplejo, emocionado, inmóvil, pensando, soñando, descolocado y (lo más importante) ajeno al mundo. Reconozco que no entendí gran cosa, pero me tranquilizaba pensar que tampoco entendí nada cuando me enfrenté al primer cuadro de Miró. A los genios no hay que entenderles, lo que hay que hacer es creerles. Eso me decía siempre (a mí mismo) cuando lograba cerrar la boca.
Fila doce. Localidad centrada. Comienza la proyección. Fiesta de finolis. Entran dos veces. Sí, dos veces. El servicio sale dejando las cosas preparadas a medias. La cocinera y su ayudante salen justo después de entrar los finolis. Dejan la casa dos veces, claro. Un mayordomo tropieza cayendo con el guiso de bruces. Los finolis creen que es una broma. La señora de la casa (una finolis muy digna) indignada hace que el mayordomo (el más digno de todos, el que se quedará al pie del cañón), indignado, retire unos corderos y un oso que esperaban para ser una broma. Total, que la cosa se complica porque todos los finolis pasan a un salón del que no pueden salir. Durante meses. Los finolis se vuelven salvajes, los corderos regresan para ser sacrificados, el oso se apodera del resto de la casa, los que esperan en la calle intentan entrar aunque no pueden, la señora de la casa (indigna hasta más no poder) no disimula su romance con otro finolis que anda por allí, un par de ellos se suicida y allí pierden los modales y la humanidad todos sin excepción.
Fila doce. Localidad centrada. Comienza la proyección. Fiesta de finolis. El anfitrión brinda y es acompañado por los invitados. El anfitrión brinda de nuevo y no le hace caso ni un solo finolis. En la butaca de atrás un muchacho mira la película boquiabierto. Mueve la espalda despacio. Comienza a levitar. Sobrevuela la sala y entra en la película a través de la pantalla. No puede salir de la sala. Convive con los finolis y pierde los modales y la humanidad. Indignado exige que alguien le saque de allí. Buñuel se acerca. Hablan. El muchacho entiende.
Fila doce. Localidad centrada. Comienza la proyección. Blanco y negro. O la película está mal montada o las repeticiones deben tener su propio significado. Los corderos deben significar algo. Los que esperan fuera de la casa no pueden entrar. Salvo un niño que a mitad de camino entre la cancela y la puerta de entrada se arrepiente y regresa corriendo. Entre tanto desorden, alguien decide poner algo de orden. Y logran salir. Todos excepto un muchacho que se sienta en un rincón de la pantalla. Boquiabierto mira con curiosidad lo que pasa fuera de la casa.
Termina la película. Ninguno de los que han visto la película en la fila doce, en una localidad centrada, son capaces de salir de la sala. Sólo cuando se unen los tres cierran la boca. Buñuel, desde la puerta de emergencia le dice (el muchacho ya es uno y, supongo, que trino) te lo dije, querido, de lo conmovedor nunca se sale.
Y aquí sigo. Boquiabierto.
inventoeldemonio.es/blog
Fila doce. Localidad centrada. Comienza la proyección. Fiesta de finolis. Entran dos veces. Sí, dos veces. El servicio sale dejando las cosas preparadas a medias. La cocinera y su ayudante salen justo después de entrar los finolis. Dejan la casa dos veces, claro. Un mayordomo tropieza cayendo con el guiso de bruces. Los finolis creen que es una broma. La señora de la casa (una finolis muy digna) indignada hace que el mayordomo (el más digno de todos, el que se quedará al pie del cañón), indignado, retire unos corderos y un oso que esperaban para ser una broma. Total, que la cosa se complica porque todos los finolis pasan a un salón del que no pueden salir. Durante meses. Los finolis se vuelven salvajes, los corderos regresan para ser sacrificados, el oso se apodera del resto de la casa, los que esperan en la calle intentan entrar aunque no pueden, la señora de la casa (indigna hasta más no poder) no disimula su romance con otro finolis que anda por allí, un par de ellos se suicida y allí pierden los modales y la humanidad todos sin excepción.
Fila doce. Localidad centrada. Comienza la proyección. Fiesta de finolis. El anfitrión brinda y es acompañado por los invitados. El anfitrión brinda de nuevo y no le hace caso ni un solo finolis. En la butaca de atrás un muchacho mira la película boquiabierto. Mueve la espalda despacio. Comienza a levitar. Sobrevuela la sala y entra en la película a través de la pantalla. No puede salir de la sala. Convive con los finolis y pierde los modales y la humanidad. Indignado exige que alguien le saque de allí. Buñuel se acerca. Hablan. El muchacho entiende.
Fila doce. Localidad centrada. Comienza la proyección. Blanco y negro. O la película está mal montada o las repeticiones deben tener su propio significado. Los corderos deben significar algo. Los que esperan fuera de la casa no pueden entrar. Salvo un niño que a mitad de camino entre la cancela y la puerta de entrada se arrepiente y regresa corriendo. Entre tanto desorden, alguien decide poner algo de orden. Y logran salir. Todos excepto un muchacho que se sienta en un rincón de la pantalla. Boquiabierto mira con curiosidad lo que pasa fuera de la casa.
Termina la película. Ninguno de los que han visto la película en la fila doce, en una localidad centrada, son capaces de salir de la sala. Sólo cuando se unen los tres cierran la boca. Buñuel, desde la puerta de emergencia le dice (el muchacho ya es uno y, supongo, que trino) te lo dije, querido, de lo conmovedor nunca se sale.
Y aquí sigo. Boquiabierto.
inventoeldemonio.es/blog
29 de julio de 2013
29 de julio de 2013
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
El Surrealismo fue un movimiento artístico que, siguiendo métodos psicoanalíticos, pretendía liberar a la creación de cualquier tipo de restricción, fuese esta social, religiosa o moral. Buscaba la libre expresión del subconsciente y para ello utilizó como principal método el automatismo. Esto se traducía en unas realizaciones que eran incomprensibles desde una perspectiva racional (o desde cualquier otra) pero que abrían las posibilidades a la expresión de la más absoluta subjetividad. Ninguna otra vanguardia influyó tanto sobre los cambios que se produjeron durante el siglo XX en materia de liberación de las costumbres.
Salvador Dalí y Luis Buñuel eran los vástagos de una burguesía provinciana que, después de conocerse y reconocerse en la progresista Residencia de Estudiantes de Madrid, se plantaron en París para revitalizar el Surrealismo. Educados en la muy católica España, nadie como ellos tenía tantas restricciones de las que liberarse. Ahí está "Un perro andaluz", tan libre de restricciones que aún resulta perturbadora.
En "El ángel exterminador" Buñuel ajusta cuentas con la burguesía (de la que el mismo procede, pero en una versión más montaraz) incapaz de liberarse de su propio encorsetamiento. Yo suelo decir que, de visita, todos resultamos majos, pero otra cosa es aguantarnos cuando nos ponemos las zapatillas. Estos burgueses tan finos se aguantan bien mientras existe la posibilidad de abandonar tan grata velada, pero cuando la surrealista situación (¿hay algo más surrealista que la providencia?) les obliga a mostrarse tan apestosamente humanos en la promiscuidad, acaban perdiendo la compostura, como todo hijo de vecino.
No se encuentra entre mis películas favoritas de Buñuel. Está llena de bromas particulares. Unas se entienden mejor que otras. También hay inquietantes secuencias oníricas directamente ininteligibles. La puesta en escena es, a ratos, brillante. La secuencia final en la iglesia presenta una nueva restricción de la que liberarse. Creo que el propio Buñuel estaba pensando en realizar una secuela con el título de "¿Y cómo salimos de esta?".
Salvador Dalí y Luis Buñuel eran los vástagos de una burguesía provinciana que, después de conocerse y reconocerse en la progresista Residencia de Estudiantes de Madrid, se plantaron en París para revitalizar el Surrealismo. Educados en la muy católica España, nadie como ellos tenía tantas restricciones de las que liberarse. Ahí está "Un perro andaluz", tan libre de restricciones que aún resulta perturbadora.
En "El ángel exterminador" Buñuel ajusta cuentas con la burguesía (de la que el mismo procede, pero en una versión más montaraz) incapaz de liberarse de su propio encorsetamiento. Yo suelo decir que, de visita, todos resultamos majos, pero otra cosa es aguantarnos cuando nos ponemos las zapatillas. Estos burgueses tan finos se aguantan bien mientras existe la posibilidad de abandonar tan grata velada, pero cuando la surrealista situación (¿hay algo más surrealista que la providencia?) les obliga a mostrarse tan apestosamente humanos en la promiscuidad, acaban perdiendo la compostura, como todo hijo de vecino.
No se encuentra entre mis películas favoritas de Buñuel. Está llena de bromas particulares. Unas se entienden mejor que otras. También hay inquietantes secuencias oníricas directamente ininteligibles. La puesta en escena es, a ratos, brillante. La secuencia final en la iglesia presenta una nueva restricción de la que liberarse. Creo que el propio Buñuel estaba pensando en realizar una secuela con el título de "¿Y cómo salimos de esta?".
10 de marzo de 2014
10 de marzo de 2014
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Aquí nada esta para entender, solo hay ganchos directo al hígado de la Aristocracia, Buñuel despreciaba con sentida energía todas las extravagancias y superficialísimos de la “clase alta”, si es que sigue siendo válido poder clasificar a la gente por el poder adquisitivo, entonces Luis con aires casi endiosados, puso a los personajes más intolerables y vacíos en una cena, con sus brindis y sus comentarios de pasillos, con los juicios a través de los lentes y el veneno regado por medio de su saliva, pero estos personajes viven una experiencia inexplicable, no pueden salir de la habitación, hay una fuerza inexplicable, tal vez una fuerza llena de ego y apariencias, de mentiras y cinismo, la crítica del filme es directa y valiente como pocas, llena de ese realismo épico que ilustra el arte de un Buñuel inolvidable, los modales y la etiqueta de los personajes se van perdiendo en la desesperación de la convivencia, en el espejo de verse tal y como son, sin caretas ni tapujos. Al final del filme nada esta para entender, las bofetadas van y vienen en los diálogos y como si fuera poco el final sugestivo solo nos hace decir, la gente no cambia, de esto no se salva de nadie. Tremenda película, por eso me encanta ver la obra de Buñuel es casi como una pintura de Dalí, no sabes que esperar, no sabes si entendiste por completo pero es seguro no quedaste indiferente.
28 de septiembre de 2014
28 de septiembre de 2014
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Película bastante original, con una idea central que da mucho juego, con situaciones esperpénticas que mezcladas con imágenes surrealistas del director hacen de ella una película bastante peculiar, no para todos los públicos.
Nos enseña que cualquiera, sea de la clase que sea, puede pasar de ser una persona educada y con valores a la mayor bestia sin valores ni humanidad cuando se le pone en una situación limite, sacando lo peor de cada uno, nos enseña que hasta los animales se comportan mejor que muchos humanos.
Uno le da muchas vueltas a este film y busca soluciones a lo que esta pasando, agorafobia, una droga que han tomado,algo sobrenatural y termina llegando a sus propias conclusiones porque no nos brindan la solución a lo que pasa en ningún momento o ¿si?
Película que no pasara desapercibida ni tampoco olvidable por su originalidad y situaciones peculiares,lo raro es que no hayan intentado hacer ya un remake.
Un 7,5
http://filmefilico.blogspot.com.es/
Nos enseña que cualquiera, sea de la clase que sea, puede pasar de ser una persona educada y con valores a la mayor bestia sin valores ni humanidad cuando se le pone en una situación limite, sacando lo peor de cada uno, nos enseña que hasta los animales se comportan mejor que muchos humanos.
Uno le da muchas vueltas a este film y busca soluciones a lo que esta pasando, agorafobia, una droga que han tomado,algo sobrenatural y termina llegando a sus propias conclusiones porque no nos brindan la solución a lo que pasa en ningún momento o ¿si?
Película que no pasara desapercibida ni tampoco olvidable por su originalidad y situaciones peculiares,lo raro es que no hayan intentado hacer ya un remake.
Un 7,5
http://filmefilico.blogspot.com.es/
19 de junio de 2016
19 de junio de 2016
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Joya del surrealismo . Las de Buñuel siempre lo son pero esta es la que se lleva mis mayores aplausos. De alguna forma el hace que esta historia que no tiene sentido ninguno te la creas. Su drama , lo macabro , la tensión , todo te lo crees. Y aun así la historia no tiene ni pies ni cabeza , ni la situación , ni lo que ocurre, etc. Te extrañaremos Luis.
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