El ángel exterminador
1962 

8,0
26.537
Drama
Después de una cena en la mansión de los Nóbile, los invitados descubren que, por razones inexplicables, no pueden salir del lugar. Al prolongarse la situación durante varios días, la cortesía en el trato deja paso al más primitivo y brutal instinto de supervivencia. Una parábola sobre la descomposición de una clase social encerrada en sí misma. (FILMAFFINITY)
3 de noviembre de 2011
3 de noviembre de 2011
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
El grandioso Luis Buñuel nos brinda en esta cinta, posiblemente, uno de sus mejores trabajos. Con su característica visión surrealista realiza una crítica despiadada a la clase social burguesa de la época desnudándola y sacándoles a la luz sus más bajos y primitivos instintos humanos, o mejor dicho animales.
Buñuel nos presenta un mito o maldición extraña e indefinida llamada “El Ángel Exterminador” que cuando aparece impide que por extraños e inexplicables motivos los asistentes que se encuentran dentro de ese espacio permanezcan encerrados en él hasta que no consigan colaborar y ponerse de acuerdo para salir todos juntos. El motivo por el que se encuentran dentro y no pueden salir es ilógico y surrealista, es más una lucha moral entre todos ellos que no un problema físico el que les impide liberarse. Todos se encuentran recluidos, artos de estar en esa situación y desesperados al ver que los alimentos se han acabado pero a la vez nadie es capaz de poder salir de ese lugar tomando la iniciativa. Buñuel consigue trasladarnos magistralmente la decadencia total de una clase social cuando se ve expuesta a la prueba de superación de distintas penurias. Buñuel consigue hipnotizar con un simbolismo portentoso a la vez que interesar al espectador con un misticismo ininteligible que te mantiene pegado al asiento inquieto por comprender que está ocurriendo allí. El carácter y comportamiento de los personajes se va transformando y degradando a medida que las necesidades se van apoderando de los distinguidos burgueses y ese insufrible hedor a recticismo que emiten los protagonistas al principio de la cinta se va transformando paulatinamente faltando “a los más distinguidos honores de la etiqueta”. Ese elitismo inicial acaba desnudando las bajezas más impropias de una clase social adinerada pero a la vez las más propias de todo ser humano que libera su instinto animal. Los excelentes diálogos acompañan y nutren perfectamente la buena labor de los actores, un reparto escogido fabulosamente aunque, algún niño repulsivo al estilo “La vida en un hilo” hubiera sido la guinda mágica al retrato vomitivo de la clase adinerada.
El film una vez acabado nos plantea muchas incógnitas que no se explican claramente, aunque esa es la esencia del surrealismo de Buñuel. ¿Los anfitriones de la casa conocen la presencia del Ángel Exterminador y saben lo que les ocurrirá a sus invitados? ¿La reacción de los camareros y resto de servicio al marcharse aquella noche de la casa está directamente relacionada con la aparición del fenómeno? Que cada uno piense lo que quiera pensaría Buñuel posiblemente. En definitiva, film indispensable. Disfrute visual y enriquecedor de principio a fin, no se hace nada pesada y el ritmo narrativo es fluido y bastante conciso para ser de carácter surrealista. Un clásico inolvidable que todo el mundo debería ver.
Buñuel nos presenta un mito o maldición extraña e indefinida llamada “El Ángel Exterminador” que cuando aparece impide que por extraños e inexplicables motivos los asistentes que se encuentran dentro de ese espacio permanezcan encerrados en él hasta que no consigan colaborar y ponerse de acuerdo para salir todos juntos. El motivo por el que se encuentran dentro y no pueden salir es ilógico y surrealista, es más una lucha moral entre todos ellos que no un problema físico el que les impide liberarse. Todos se encuentran recluidos, artos de estar en esa situación y desesperados al ver que los alimentos se han acabado pero a la vez nadie es capaz de poder salir de ese lugar tomando la iniciativa. Buñuel consigue trasladarnos magistralmente la decadencia total de una clase social cuando se ve expuesta a la prueba de superación de distintas penurias. Buñuel consigue hipnotizar con un simbolismo portentoso a la vez que interesar al espectador con un misticismo ininteligible que te mantiene pegado al asiento inquieto por comprender que está ocurriendo allí. El carácter y comportamiento de los personajes se va transformando y degradando a medida que las necesidades se van apoderando de los distinguidos burgueses y ese insufrible hedor a recticismo que emiten los protagonistas al principio de la cinta se va transformando paulatinamente faltando “a los más distinguidos honores de la etiqueta”. Ese elitismo inicial acaba desnudando las bajezas más impropias de una clase social adinerada pero a la vez las más propias de todo ser humano que libera su instinto animal. Los excelentes diálogos acompañan y nutren perfectamente la buena labor de los actores, un reparto escogido fabulosamente aunque, algún niño repulsivo al estilo “La vida en un hilo” hubiera sido la guinda mágica al retrato vomitivo de la clase adinerada.
El film una vez acabado nos plantea muchas incógnitas que no se explican claramente, aunque esa es la esencia del surrealismo de Buñuel. ¿Los anfitriones de la casa conocen la presencia del Ángel Exterminador y saben lo que les ocurrirá a sus invitados? ¿La reacción de los camareros y resto de servicio al marcharse aquella noche de la casa está directamente relacionada con la aparición del fenómeno? Que cada uno piense lo que quiera pensaría Buñuel posiblemente. En definitiva, film indispensable. Disfrute visual y enriquecedor de principio a fin, no se hace nada pesada y el ritmo narrativo es fluido y bastante conciso para ser de carácter surrealista. Un clásico inolvidable que todo el mundo debería ver.
3 de enero de 2012
3 de enero de 2012
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Película de supervivencia, un grupo de personas egocéntricas en una situación límite, dentro de ese marco se crea el retrato de la degeneración humana. Buñuel crea una composición que se encuentra suspendida en los límites de la verosimilitud. La película se estrenó en 1962, en la actualidad sigue siendo mucho más atrevida en sus formas que muchas producciones actuales que imitan su contenido. Más allá de la estructura narrativa convencional, se puede decir que El ángel exterminador es más moderna que muchas películas que se consideran como tales. Siendo también fruto de inspiración para muchos cineastas que han utilizado distintos elementos en sus películas, para no desvelar nada de El ángel exterminador no entraremos en detalles, pero son esas curiosidades que por lo menos a mi, me resultan alentadoras. La grandeza de la película reside en que está abierta al entendimiento de todo el publico, pero lo mejor es que se disfruta de algo que en realidad no se comprende.
La película es perfecta para el debate tras su visionado, pues puede interpretarse desde muchos puntos de vista, crear muchas opiniones, así como distintas explicaciones, todas validas, todas inciertas. Otra característica de la película es la repetición, muchas escenas se repiten moduladas a través de la angulación de cámara, de forma sutil también veremos frases y comportamientos de los personajes que se van repitiendo, van desarrollando un proceso. Algunas repeticiones son degradantes respecto a los personajes y la situación que los acontece, otras repeticiones son más bien una imitación entre los personajes y las situaciones; construyen la idea de contagio degradante. Todo ello cobra un sentido tanto en la evolución de los personajes como en el desenlace de la película, por desgracia la película fue alterada sin consentimiento. El montaje siempre lo solía realizar el propio Buñuel, con el paso de los años, en la restauración de la película alguien pensó que esas intencionadas repeticiones era un error de montaje y muchas fueron eliminadas.
El ángel exterminador consigue trascender su ya de por si interesante planteamiento argumental, son tantas las interpretaciones que pueden leerse, diferentes puntos de vista que al final pueden confluir en disputa, lo mismo que les ocurre en cierto modo a los personajes de la película. Una analogía sociológica muy bien tramada, todos los símbolos que puede presentar no dejan de ser la interpretación de una justificación para esclarecer o dar explicación racional a todo aquello que no lo es. La película de Buñuel arremete contra todo, incluso contra toda simbología explicativa, pues una película que trata sobre la inquietud desde lo irreal puede interpretarse desde todos los puntos de vista, con diferentes variantes, pero lo importante es disfrutar de ello. El ángel exterminador no necesita que todo esté justificado explícitamente, es una película para sentirla, disfrutarla y llenarse de inspiración.
La película es perfecta para el debate tras su visionado, pues puede interpretarse desde muchos puntos de vista, crear muchas opiniones, así como distintas explicaciones, todas validas, todas inciertas. Otra característica de la película es la repetición, muchas escenas se repiten moduladas a través de la angulación de cámara, de forma sutil también veremos frases y comportamientos de los personajes que se van repitiendo, van desarrollando un proceso. Algunas repeticiones son degradantes respecto a los personajes y la situación que los acontece, otras repeticiones son más bien una imitación entre los personajes y las situaciones; construyen la idea de contagio degradante. Todo ello cobra un sentido tanto en la evolución de los personajes como en el desenlace de la película, por desgracia la película fue alterada sin consentimiento. El montaje siempre lo solía realizar el propio Buñuel, con el paso de los años, en la restauración de la película alguien pensó que esas intencionadas repeticiones era un error de montaje y muchas fueron eliminadas.
El ángel exterminador consigue trascender su ya de por si interesante planteamiento argumental, son tantas las interpretaciones que pueden leerse, diferentes puntos de vista que al final pueden confluir en disputa, lo mismo que les ocurre en cierto modo a los personajes de la película. Una analogía sociológica muy bien tramada, todos los símbolos que puede presentar no dejan de ser la interpretación de una justificación para esclarecer o dar explicación racional a todo aquello que no lo es. La película de Buñuel arremete contra todo, incluso contra toda simbología explicativa, pues una película que trata sobre la inquietud desde lo irreal puede interpretarse desde todos los puntos de vista, con diferentes variantes, pero lo importante es disfrutar de ello. El ángel exterminador no necesita que todo esté justificado explícitamente, es una película para sentirla, disfrutarla y llenarse de inspiración.
31 de julio de 2012
31 de julio de 2012
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Buñuel dixit: “Si el filme que van a ver les parece enigmático e incoherente, también la vida lo es. Es repetitivo como la vida, y como la vida, sujeto a múltiples interpretaciones. El autor declara no haber querido jugar con los símbolos, al menos conscientemente. Quizá la explicación de El Ángel exterminador sea que, racionalmente, no hay ninguna”. En esta declaración de intenciones del autor de la obra se esconde en realidad una exageración, es cierto que hay en la película un enorme enigma y que tras de él no hay ninguna explicación racional ni la intención de explicarlo, pero eso es sólo la base sobre la que se cimienta la película, el resto de la historia y los acontecimientos que la acompañan son perfectamente lúcidos, y coherentes y muy críticos y sagaces en sus comentarios. En efecto la historia se basa en un componente un tanto absurdo, un grupo de amigos burgueses que disfrutan de una cena en una mansión, se ven incapaces de salir de una sala, no hay nada afuera, las puertas no están cerradas, simplemente por algo misterioso no pueden salir, un enigma que jamás se resolverá a lo largo de la película, pero a cambio, lo que Buñuel nos regala es la degradación moral que sufren estos personajes, conforme pasan los días el hambre, la sed y la desesperación sacude sus institutos animales y se olvidan de sus convencionalismos y falsos modales burgueses. Aunque el supuesto del que nace la trama es absurdo todo lo que pasa a continuación es magistral y tiene una fuerza narrativa tremenda, es estimulante, pasional, tensa, impredecible…
La utilización de los símbolos (intencionada o subconsciente) vuelve a ser otro de los puntos fuertes del cine de este director aragonés, corderos y osos pateando el salón de la casa, ostentosa decoración religiosa, drogas y el propio muro invisible que separa esas vidas superfluas y prisioneras del mundo exterior, son una magnífica parábola abierta hacia la imaginación.
Los diálogos son otro aliciente por el que merece la pena ver la película, cargadas de la falsa moralidad de la burguesía que se derrumba conforme pasan los días encerrados en la misma sala. De lo inexplicable, de lo enigmático, surge pues una crítica demoledora a la clase alta, a su hipocresía e insolidaridad.
Le falla mucho el elenco de actores en una película coral al gusto del director, se nota menos, pero en general las actuaciones no están a la altura del guión.
Por cierto otro enigma de la película es el propio título, no encontrarás ninguna referencia a él en la película.
http://palomitasconchoco.wordpress.com
La utilización de los símbolos (intencionada o subconsciente) vuelve a ser otro de los puntos fuertes del cine de este director aragonés, corderos y osos pateando el salón de la casa, ostentosa decoración religiosa, drogas y el propio muro invisible que separa esas vidas superfluas y prisioneras del mundo exterior, son una magnífica parábola abierta hacia la imaginación.
Los diálogos son otro aliciente por el que merece la pena ver la película, cargadas de la falsa moralidad de la burguesía que se derrumba conforme pasan los días encerrados en la misma sala. De lo inexplicable, de lo enigmático, surge pues una crítica demoledora a la clase alta, a su hipocresía e insolidaridad.
Le falla mucho el elenco de actores en una película coral al gusto del director, se nota menos, pero en general las actuaciones no están a la altura del guión.
Por cierto otro enigma de la película es el propio título, no encontrarás ninguna referencia a él en la película.
http://palomitasconchoco.wordpress.com
21 de noviembre de 2012
21 de noviembre de 2012
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Indispensable película para comprender a Buñuel. Mordaz crítica a la alta sociedad que vive en una burbuja de perfecciones, que se ve alterada ante algo tan simple como un par de noches compartiendo un mismo habitáculo. Aunque comparto con el propio Buñuel que en su día comento que la película sería mejor en un ambiente más europeo. Muy recomendable.
29 de enero de 2013
29 de enero de 2013
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
"EL ÁNGEL EXTERMINADOR".
"El balido de los corderos"
No cabe duda de que a Luis Buñuel siempre le han encantado las situaciones paradójicas y la irreverencia más absoluta frente a cualquier norma establecida. Reunir a un grupo de personas para una cena y observar lo que ocurre entre ellos es algo que ha utilizado con prodigalidad en varios de sus films. Lo vimos en su anterior película "Viridiana", y volvemos a verlo aquí, con la diferencia de que los comensales pertenecen a clases sociales muy diferentes: en la anterior un puñado de indigentes, aquí, miembros de una clase social elevada.
Pero, ahondando en el sentido de las mismas y ateniéndonos a su sentido lógico, casi siempre camuflado entre escenas capaces de deorientar al espectador poco avezado, nos encontramos ante situaciones vitales extremas, donde se nos muestra el lado más oscuro de la condición humana. ¿Que sucede cuando al hombre se le limita en sus nacesidades más perentorias, cuando se le ahoga psicológicamente en un entorno claustrofóbico, obsesivo, rodeado de otros seres humanos en su misma situación?. ¿Sirve de algo la cultura, la educación recibida, las "buenas intenciones", el sentimiento fraterno...? Claramente, Buñuel nos dice que no. Afloran los instintos de supervivencia más básicos y acabamos convirtiéndonos en los protagonistas de aquella antigua y certera frase: "homo, homini lupus". Pero, para llegar hasta ahí, "el de Calanda" nos hace recorrer un laberinto de escenas donde aparecen de forma sorprendente y aparentemente inconexa: diálogos, imágenes, voces, extraños ruidos, etc, que nos sumergen en un disparatado "humor negro" con el inconfundible sello de la casa.
Resuena el balido de los corderos, mientras los invitados se van desprendiendo de unos ropajes de gala que solo sirven para enmascarar el falaz contenido de su hipócrita existencia. Aflora el contenido latente de sus deseos, su mala conciencia hacia los que momentos antes gozaban de su aparente estima. A la cortesia sucede la disputa, el insulto, la agresión. Buñuel hace que el "ángel" los desnude, mostrándonos el auténtico fondo de sus conciencias.
En una sociedad que el hombre ha creado para su propio beneficio, bastará una realidad límite para conducirnos a la desesperanza. a la desintegración y al caos. La solución solo tiene como fin la continuidad, siempre volvemos al punto de partida, como claramente nos muestra el personaje de "la Walkiria" (Silvia Pinal) casi al final de la película. Lo peor es que tampoco en la creencia religiosa, en lo espiritual, encontraremos salida, sus puertas también se han cerrado, tanto para salir nosotros como para entrar los que aguardan afuera, ¿debemos seguir pagando nuestra eterna deuda por el "pecado original"?.
He ahí el genio de D. Luis, sabiéndonos llevar hasta donde la verdad palpita, pero siempre escondida tras el disfraz y la máscara.
__________________________________
"El balido de los corderos"
No cabe duda de que a Luis Buñuel siempre le han encantado las situaciones paradójicas y la irreverencia más absoluta frente a cualquier norma establecida. Reunir a un grupo de personas para una cena y observar lo que ocurre entre ellos es algo que ha utilizado con prodigalidad en varios de sus films. Lo vimos en su anterior película "Viridiana", y volvemos a verlo aquí, con la diferencia de que los comensales pertenecen a clases sociales muy diferentes: en la anterior un puñado de indigentes, aquí, miembros de una clase social elevada.
Pero, ahondando en el sentido de las mismas y ateniéndonos a su sentido lógico, casi siempre camuflado entre escenas capaces de deorientar al espectador poco avezado, nos encontramos ante situaciones vitales extremas, donde se nos muestra el lado más oscuro de la condición humana. ¿Que sucede cuando al hombre se le limita en sus nacesidades más perentorias, cuando se le ahoga psicológicamente en un entorno claustrofóbico, obsesivo, rodeado de otros seres humanos en su misma situación?. ¿Sirve de algo la cultura, la educación recibida, las "buenas intenciones", el sentimiento fraterno...? Claramente, Buñuel nos dice que no. Afloran los instintos de supervivencia más básicos y acabamos convirtiéndonos en los protagonistas de aquella antigua y certera frase: "homo, homini lupus". Pero, para llegar hasta ahí, "el de Calanda" nos hace recorrer un laberinto de escenas donde aparecen de forma sorprendente y aparentemente inconexa: diálogos, imágenes, voces, extraños ruidos, etc, que nos sumergen en un disparatado "humor negro" con el inconfundible sello de la casa.
Resuena el balido de los corderos, mientras los invitados se van desprendiendo de unos ropajes de gala que solo sirven para enmascarar el falaz contenido de su hipócrita existencia. Aflora el contenido latente de sus deseos, su mala conciencia hacia los que momentos antes gozaban de su aparente estima. A la cortesia sucede la disputa, el insulto, la agresión. Buñuel hace que el "ángel" los desnude, mostrándonos el auténtico fondo de sus conciencias.
En una sociedad que el hombre ha creado para su propio beneficio, bastará una realidad límite para conducirnos a la desesperanza. a la desintegración y al caos. La solución solo tiene como fin la continuidad, siempre volvemos al punto de partida, como claramente nos muestra el personaje de "la Walkiria" (Silvia Pinal) casi al final de la película. Lo peor es que tampoco en la creencia religiosa, en lo espiritual, encontraremos salida, sus puertas también se han cerrado, tanto para salir nosotros como para entrar los que aguardan afuera, ¿debemos seguir pagando nuestra eterna deuda por el "pecado original"?.
He ahí el genio de D. Luis, sabiéndonos llevar hasta donde la verdad palpita, pero siempre escondida tras el disfraz y la máscara.
__________________________________
Cancelar
Limpiar
Aplicar
Filters & Sorts
You can change filter options and sorts from here