Spring Breakers
4,9
19.626
Thriller. Drama
Cuatro jóvenes estudiantes con ganas de mucha juerga acaban en la cárcel, tras ser sorprendidas en una casa llena de drogas durante sus locas vacaciones escolares de primavera (spring break). Pronto salen bajo fianza gracias a un joven traficante de armas y de drogas (James Franco) que ve en las chicas a unas potenciales delincuentes que podrían serle útiles. (FILMAFFINITY)
25 de junio de 2013
25 de junio de 2013
3 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Antes de poner mi crítica he estado viendo las que habían aquí, por si había gente que pensaba como yo o eran ilusiones mías.
Pues he llegado a la conclusión de que las críticas de esta peli se dividen en dos grupos clarísimos: los que dicen que es una peli buena y los que dicen que es malísima. Dos extremos de una cuerda.
Opino que lo bueno que han hecho resaltar las personas que le ponen un 8-9 se puede tergiversar fácilmente y convertirlo en algo negativo.
La peli es horrible, y no me voy a quedar así. Es horrible porque se pasan la mitad del film mostrando la fiesta y tetas al aire, meintras que en la otra mitad muestran asesinatos y drogas. Opino que ir por ahí con armas y mezclar ir de fiesta por lo chungo es lo peor que se puede hacer.
Para empezar, se van a robar un restaurante de mala muerte para conseguir dinero para viajar a Florida y tener sus merecidas vacaciones. Eso lo veo un camino fácil y comprensible. Por decirlo, tienen la motivación y la valentía como apuntar a personas inocentes con una pistola e ir por ahí destrozandolo todo.
Luego, consiguen su propósito y se piran en autobús, donde se vuelve a mostrar esa fiestaca y esa "buena energía" que ha salido desde el principio de la pelicula. Party hard, mucha cerveza y droga. Dicen que están bien, que conocen a mucha gente igual que ellas, buenas personas. No puedes decir que esas personas son buenas porque no las conoces ya que a) estás borracha como una cuba y ellos el doble b) cuando te levantes al día siguiente no recordarás ni el nombre del tío que está en la misma cama que tu.
Luego, en vez de despertarme, me entraron ganas de dormir aun más, cosa que le bajó los puntos. Y luego cuando apareció James Franco fue muy "aquí es cuando se empieza a joder aun más" La única lista fue Faith, Selena Gomez, que en realidad sale en la peli como prota miedica que se va a los cinco minutos. Y luego está la de pelo rosa, la novia del director, que enseña las tetas, intenta ser la más guay, pero hay que aceptarlo, la única guay es Vanessa Hudgens (y Ashley Benson).
No estoy de acuerdo con la peli, no me gusta como está rodada y lo único bueno que veo es a Vanessa Hudgens actuando como si de verdad fuera esa su vida, (aunque no sé si eso es positivo). Es aburrida. Project X y Magic Mike son mejores, que son práctimanete de la misma línea.
Cuando entra el tema del espiritu, que esa es la vida que quieren tener, es para darles una hostia en toda la cara. ¿Como te vas a pasar la vida en fiestas, drogándote, y pareciendo una sumisa salida durante el resto de tu vida? La destruyes y para nada es aprovecharla. Y la última escena, la de la matanza, ni siquiera tenían una razón para matarlo, por dios. Las utilizaron. Además, cuando tu quieres a alguien muerto, lo tienes que matar tu y no enviar a tus sumisas putas. Eso es terriblemente pésimo.
Pero si te gustan las pelis así, adelante, nadie te prohíbe verla.
(es la primera crítica "seria" que hago, y me he desahogado terriblemente)
Pues he llegado a la conclusión de que las críticas de esta peli se dividen en dos grupos clarísimos: los que dicen que es una peli buena y los que dicen que es malísima. Dos extremos de una cuerda.
Opino que lo bueno que han hecho resaltar las personas que le ponen un 8-9 se puede tergiversar fácilmente y convertirlo en algo negativo.
La peli es horrible, y no me voy a quedar así. Es horrible porque se pasan la mitad del film mostrando la fiesta y tetas al aire, meintras que en la otra mitad muestran asesinatos y drogas. Opino que ir por ahí con armas y mezclar ir de fiesta por lo chungo es lo peor que se puede hacer.
Para empezar, se van a robar un restaurante de mala muerte para conseguir dinero para viajar a Florida y tener sus merecidas vacaciones. Eso lo veo un camino fácil y comprensible. Por decirlo, tienen la motivación y la valentía como apuntar a personas inocentes con una pistola e ir por ahí destrozandolo todo.
Luego, consiguen su propósito y se piran en autobús, donde se vuelve a mostrar esa fiestaca y esa "buena energía" que ha salido desde el principio de la pelicula. Party hard, mucha cerveza y droga. Dicen que están bien, que conocen a mucha gente igual que ellas, buenas personas. No puedes decir que esas personas son buenas porque no las conoces ya que a) estás borracha como una cuba y ellos el doble b) cuando te levantes al día siguiente no recordarás ni el nombre del tío que está en la misma cama que tu.
Luego, en vez de despertarme, me entraron ganas de dormir aun más, cosa que le bajó los puntos. Y luego cuando apareció James Franco fue muy "aquí es cuando se empieza a joder aun más" La única lista fue Faith, Selena Gomez, que en realidad sale en la peli como prota miedica que se va a los cinco minutos. Y luego está la de pelo rosa, la novia del director, que enseña las tetas, intenta ser la más guay, pero hay que aceptarlo, la única guay es Vanessa Hudgens (y Ashley Benson).
No estoy de acuerdo con la peli, no me gusta como está rodada y lo único bueno que veo es a Vanessa Hudgens actuando como si de verdad fuera esa su vida, (aunque no sé si eso es positivo). Es aburrida. Project X y Magic Mike son mejores, que son práctimanete de la misma línea.
Cuando entra el tema del espiritu, que esa es la vida que quieren tener, es para darles una hostia en toda la cara. ¿Como te vas a pasar la vida en fiestas, drogándote, y pareciendo una sumisa salida durante el resto de tu vida? La destruyes y para nada es aprovecharla. Y la última escena, la de la matanza, ni siquiera tenían una razón para matarlo, por dios. Las utilizaron. Además, cuando tu quieres a alguien muerto, lo tienes que matar tu y no enviar a tus sumisas putas. Eso es terriblemente pésimo.
Pero si te gustan las pelis así, adelante, nadie te prohíbe verla.
(es la primera crítica "seria" que hago, y me he desahogado terriblemente)
11 de abril de 2015
11 de abril de 2015
3 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Es horrorosa solo con verla me dan ganas de vomitar es absurda y no tiene argumento bueno es lo peor de lo peor nunca pensé que Selena Gómez y Vanesa Hudgens (estrellas Disney que tuvieron éxito en sus tiempos , y sobre todo Selena Gómez que es una gran cantante) pudieran caer tan bajo
Es horrorosa , no se me ocurre decir nada mas de lo mala que es.
Es horrorosa , no se me ocurre decir nada mas de lo mala que es.
29 de enero de 2017
29 de enero de 2017
3 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Acabando de ver esta increíble película, me veo necesitado de transmitir mi emoción siquiera por la escritura. Realmente no tengo ninguna explicación, moraleja, conclusión real que sacar de la trama en si. Simplemente este film parece sacado de un sueño colectivo entre zorras fiesteras, artistas hip-hoperos real G con álter egos extravagantes y directores/productores/guionistas que aman e idealizan estos dos primeros grupos y toda la cultura absurda que les envuelve.
Caos, sueños, distorsión, extremos. Las apariencias engañan y es que en un principio lo que parece que va a ser una típica fantochada de fiesta se acaba convirtiendo en una fabula que atrapa al espectador. Una fábula que claramente rompe todo sentido y esquemas establecidos. Los personajes sufren una metamorfosis surrealista de gran interés. Realmente creo que es un milagro que se haya podido crear la película. Parece que Harmony Korine ha sabido plasmar correctamente el absurdo más representativo y comunicativo y la gilipollez que contiene el rap, hip-hop, trap, como quieras llamarlo y en general todo este sueño americano que ha ido cambiando de muda a medida que avanza el 2000.
La Banda Sonora esta sensatamente complementada con la fotografía y los hechos en sí. Sabe cuando ser serena, cuando ser salvaje. La iluminación, aún siendo un aspecto poco analizado en la mayoría de críticas debo añadir que esta realmente muy bien tratado en este film. Además de representar perfectamente los años en los que esta rodada. La alta saturación, los colores primarios que huelen a grafismo de una nueva época. Y entre toda esta brillante noche el sol parece un pasajero.
He de añadir que veía las trenzas de James Franco y no podía dejar de pensar en Riff Raff. Tal vez al estar viendo esto en 2017 el film parece ser un réquiem imperecedero del espíritu juvenil de 2010-15 que manda a tomar por culo a toda lógica y a cualquiera que se le ponga por delante.
RIP MADAFAKAS
Caos, sueños, distorsión, extremos. Las apariencias engañan y es que en un principio lo que parece que va a ser una típica fantochada de fiesta se acaba convirtiendo en una fabula que atrapa al espectador. Una fábula que claramente rompe todo sentido y esquemas establecidos. Los personajes sufren una metamorfosis surrealista de gran interés. Realmente creo que es un milagro que se haya podido crear la película. Parece que Harmony Korine ha sabido plasmar correctamente el absurdo más representativo y comunicativo y la gilipollez que contiene el rap, hip-hop, trap, como quieras llamarlo y en general todo este sueño americano que ha ido cambiando de muda a medida que avanza el 2000.
La Banda Sonora esta sensatamente complementada con la fotografía y los hechos en sí. Sabe cuando ser serena, cuando ser salvaje. La iluminación, aún siendo un aspecto poco analizado en la mayoría de críticas debo añadir que esta realmente muy bien tratado en este film. Además de representar perfectamente los años en los que esta rodada. La alta saturación, los colores primarios que huelen a grafismo de una nueva época. Y entre toda esta brillante noche el sol parece un pasajero.
He de añadir que veía las trenzas de James Franco y no podía dejar de pensar en Riff Raff. Tal vez al estar viendo esto en 2017 el film parece ser un réquiem imperecedero del espíritu juvenil de 2010-15 que manda a tomar por culo a toda lógica y a cualquiera que se le ponga por delante.
RIP MADAFAKAS
20 de marzo de 2013
20 de marzo de 2013
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hablar de la generación perdida haciendo alusión a Spring Breakers es hacer uso de la demagogia en su estado más ferviente. Si echamos la vista atrás, en todas las décadas nos encontramos con adolescentes buscando su identidad a través de caminos tristemente asfaltados. Sin ir más lejos, Korine en la fantástica Kids (1995), dejó huella al plasmar sobre el papel la ignorancia de una pandilla neoyorquina jugando con el fuego del SIDA y las drogas. Por aquel entonces las consecuencias obedecían al desconocimiento. Precisamente ahora el conocimiento se ha convertido en arma de doble filo.
En su primera incursión en el cine comercial también hay mucho de esa seducción con lo prohibido. Romper con la monotonía imperante de cuatro adolescentes inconformistas cuya existencia se resume en follar, drogarse y esperar un nuevo día para drogarse y follar. Un bucle que ha perseguido toda la obra del controvertido director. Pasajes con un alto contenido polémico son una constante en sus trabajos. Y es que nunca ha dejado de coquetear con lo transgresor, lo incómodo. Desde arriesgados planos reiterativos como vehículo a la embriaguez hasta diálogos salpicados de insultos. Da la sensación que lograr la perturbación en el espectador sea su objetivo principal. Y lo hace de una manera eficaz. Obligando a ese público a convertirse en el sujeto pasivo de la historia. Porque cada una de esas jóvenes representan cuidadosamente a una parte de esa sociedad fustigada por la rutina y que tiene el coraje de zambullirse en un océano de peligros sin bombona de oxigeno.
A medida que el metraje avanza la línea argumental pende de un hilo. En este trapecio de emociones enseguida nos damos cuenta de que no hay que tomarse el filme desde un punto de vista superficial. Su director quiere que hurguemos en esa basura de sociedad que hemos ido almacenando y que el hedor sirva de terapia. Aunque para ello nos seduzca con una paleta de colores sumamente atractiva. Korine se desenfunda el traje de indie para que alucinemos con una puesta en escena convincente. No podemos negar que en esta aparente artificialidad conviven imágenes grabadas a fuego en nuestra retina. Atracos perfectamente orquestados y coreografía de planos en una piscina con Britney Spears incluida, son dos ejemplos de que aún el cine puede dejar bocas abiertas.
Spring Breakers comparte con Gummo (1997) no sólo a su director. Si en la experimental ópera prima de Korine éramos testigos de la desolación en una comunidad marginada arrasada por un tornado, ahora convertidos en el Gran Hermano de estas jóvenes que no ven más allá de sus voluptuosos pechos, participamos en su degradación. Toda su bizarra filmografía se compone de personajes en busca de su yo. Pero sobre todo en este último trabajo la filosofía que reina es la de la crisis de valores unida a la crisis económica. Aquí radica todo el sentido de esta estilizada película que nos acerca a un director desconocido para el gran público y al que muchos no perderán de vista.
Para amantes del neón más cegador.
Lo mejor: su delirio, su radicalidad y su valentía.
Lo peor: que se pueda confundir su ornamenta con vacuidad.
En su primera incursión en el cine comercial también hay mucho de esa seducción con lo prohibido. Romper con la monotonía imperante de cuatro adolescentes inconformistas cuya existencia se resume en follar, drogarse y esperar un nuevo día para drogarse y follar. Un bucle que ha perseguido toda la obra del controvertido director. Pasajes con un alto contenido polémico son una constante en sus trabajos. Y es que nunca ha dejado de coquetear con lo transgresor, lo incómodo. Desde arriesgados planos reiterativos como vehículo a la embriaguez hasta diálogos salpicados de insultos. Da la sensación que lograr la perturbación en el espectador sea su objetivo principal. Y lo hace de una manera eficaz. Obligando a ese público a convertirse en el sujeto pasivo de la historia. Porque cada una de esas jóvenes representan cuidadosamente a una parte de esa sociedad fustigada por la rutina y que tiene el coraje de zambullirse en un océano de peligros sin bombona de oxigeno.
A medida que el metraje avanza la línea argumental pende de un hilo. En este trapecio de emociones enseguida nos damos cuenta de que no hay que tomarse el filme desde un punto de vista superficial. Su director quiere que hurguemos en esa basura de sociedad que hemos ido almacenando y que el hedor sirva de terapia. Aunque para ello nos seduzca con una paleta de colores sumamente atractiva. Korine se desenfunda el traje de indie para que alucinemos con una puesta en escena convincente. No podemos negar que en esta aparente artificialidad conviven imágenes grabadas a fuego en nuestra retina. Atracos perfectamente orquestados y coreografía de planos en una piscina con Britney Spears incluida, son dos ejemplos de que aún el cine puede dejar bocas abiertas.
Spring Breakers comparte con Gummo (1997) no sólo a su director. Si en la experimental ópera prima de Korine éramos testigos de la desolación en una comunidad marginada arrasada por un tornado, ahora convertidos en el Gran Hermano de estas jóvenes que no ven más allá de sus voluptuosos pechos, participamos en su degradación. Toda su bizarra filmografía se compone de personajes en busca de su yo. Pero sobre todo en este último trabajo la filosofía que reina es la de la crisis de valores unida a la crisis económica. Aquí radica todo el sentido de esta estilizada película que nos acerca a un director desconocido para el gran público y al que muchos no perderán de vista.
Para amantes del neón más cegador.
Lo mejor: su delirio, su radicalidad y su valentía.
Lo peor: que se pueda confundir su ornamenta con vacuidad.
25 de marzo de 2013
25 de marzo de 2013
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
"Spring Breakers" es sin duda, uno de los panfletos generacionales más deslumbrantes de los últimos tiempos. Un recorrido fragmentario y speedico por los entresijos de una generación, llevado a los extremos de la exageración. Harmony Korine, destruye el universo de la moral adolescente occidental, ofreciendo un retrato excesivo de una juventud irreverente e inconsciente, que lejos de emprender la búsqueda de una madurez necesaria; decide ahogar su inquietud social en alcohol, drogas, sexo y desenfreno. Un cóctel explosivo que estalla en la pantalla en un espectáculo de música house, montaje "made in MTV", carne y terror... Terror por las implicaciones que conlleva ser consciente de que la realidad que se nos muestra, no queda muy lejos de la que día a día se experimenta en nuestro mundo. La decadencia de un sistema agotado, es combatida a diario por la indiferencia juvenil y la inexistencia de un modelo de conducta sólido que anime a los jóvenes a luchar por sus creencias.
El mensaje que envía Korine al mundo es tan intenso que transciende lo meramente cinematográfico. Al atreverse a contar con dos estrellas del fenómeno fan adolescente como son Selena Gomez y Vanessa Hudgens, y transformarlas en dos jóvenes que pierden su inocencia en el mismo agujero en el que sepultan sus inquietudes y su conciencia; es más una declaración de guerra contra el público que una campaña de marketing. Disney es consumido en las costas de Florida por la locura enfermiza de la degeneración ética del desenfreno.
La lástima de "Spring Breakers" es que dispara en muchas direcciones, menos en una. Poco o nada indaga en las causas de esa decrepitud social que campa a sus anchas por la pantalla. Harmony Korine muestra los hechos, pero no sus orígenes. Sin embargo, bastante carnaza hay en los hechos como para justificar una cinta realmente notable. Con multitud de escenas para el recuerdo, que explotan los recursos cinematográficos de un cineasta hecho a base de irreverencia; y con un personaje icónico, como es el Alien creado por James Franco; "Spring Breakers" es mucho más que un producto anfetaminado y sexy... estamos ante una aterradora ventana a un mundo que cada uno puede interpretar a su manera, pero que gracias a su genialidad, provoca todo menos indiferencia.
El mensaje que envía Korine al mundo es tan intenso que transciende lo meramente cinematográfico. Al atreverse a contar con dos estrellas del fenómeno fan adolescente como son Selena Gomez y Vanessa Hudgens, y transformarlas en dos jóvenes que pierden su inocencia en el mismo agujero en el que sepultan sus inquietudes y su conciencia; es más una declaración de guerra contra el público que una campaña de marketing. Disney es consumido en las costas de Florida por la locura enfermiza de la degeneración ética del desenfreno.
La lástima de "Spring Breakers" es que dispara en muchas direcciones, menos en una. Poco o nada indaga en las causas de esa decrepitud social que campa a sus anchas por la pantalla. Harmony Korine muestra los hechos, pero no sus orígenes. Sin embargo, bastante carnaza hay en los hechos como para justificar una cinta realmente notable. Con multitud de escenas para el recuerdo, que explotan los recursos cinematográficos de un cineasta hecho a base de irreverencia; y con un personaje icónico, como es el Alien creado por James Franco; "Spring Breakers" es mucho más que un producto anfetaminado y sexy... estamos ante una aterradora ventana a un mundo que cada uno puede interpretar a su manera, pero que gracias a su genialidad, provoca todo menos indiferencia.
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