Probablemente una de las mejores películas que ver a altas horas de un sábado, con altas dosis de alcohol u otras sustancias espirituosas pero a muy bajo volumen para que los diálogos no oculten el expresionismo de cada plano.

Creo que hasta el cine más pochoclero tenia antes, hasta hace unos 10 años más o menos, un cierto estándar o una linea de idiotez, obscenidad, y patetismo que no cruzaba, obvio esto se ha ido perdiendo y un claro ejemplo es esta mierda pura y dura, que es realmente una especie de lobotomía, donde todo es tan idiota, tan asquerosamente obvio, tan vulgar, que uno ya ni sabe como puede seguir viendo, quizás por eso, por la atracción malsana que conlleva todo lo abyecto, es que de otra forma no se entiende que esto haya sido un éxito, porque tetas, culos y sangre, se pueden ver gratis en Internet sin tener que pagar lo que sea que cueste la entrada en Estados Unidos, tampoco es por su humor, ni sobreactuaciones, o sus baratos efectos computarizados, de verdad no entiendo por qué esto funcionó. Tampoco se entiende qué hace Elishabeth Shue metida ahí, aunque podríamos decir lo mismo de la mitad de su filmografía, sobre todo lo que ha hecho después de los 40, que ya sabemos que en Hollywood salvo excepciones, las relegan a un segundo plano o a protagonizar este tipo de mierdas.

¡Pero cómo no me va a gustar Piraña 3-D, si tiene lo que más me gusta en este mundo, Tetas por doquier!
Ahora en serio; si fuiste al cine a ver este film esperando que fuera una gran producción con una interesante y terrorífica trama para ver con palomitas, lamento que tiraras el dinero. Sin embargo si fuiste al cine a ver esta película porque ya te dijeron lo que había, pues ¡Felicidades!, seguramente pasarías un buen rato.
Lo que más me ha gustado (aparte del maravilloso cuerpo de Kelly Brooks en su mejor momento), es el aire ochentero y que está realizada más como película parodia que como una de terror, habiendo más risas que sustos.
Además hay un buen plantel de actores, con la breve aparición de Richard Dreyfus y la protagonista interpretada por Elisabeth Shue.

Siguen llegando en masa nuevas revisiones de clásicos del terror de las décadas de los '70 y '80. Recuerdo haber visto Piraña (1978) de Joe Dante y su secuela (1981) de un joven James Cameron en mis años mozos. La primera apareció a la sombra del éxito de Tiburón y, en la segunda, las pirañas tenían alas y podían volar. Eran películas divertidas, sin excesivas pretensiones y bastante malas, todo sea dicho (especialmente la segunda). Ahora nos llega una nueva peli de pirañas, en 3D, porque los tiempos así lo exigen, de la mano del director francés Alexandre Aja (que se está especializando en hacer remakes de clásicos del terror cómo Las colinas tienen ojos o Reflejos), que ha puesto todo el empeño posible para realizar la película más burra de los últimos tiempos, además de buscar de forma constante, durante todo el metraje, objetos absurdos para poder arrojar a la cámara, para acentuar la técnica del 3D.

En Piraña 3D aparecen dos tipos de chicas: las que llevan bikini y las que no (porque ya se lo han quitado). Yo es que creo que la cosa fue así. Cuando escribían el guión y no sabían muy bien como acabar una escena, introducían un plano de chicas bailando en bikini. Cuando en mitad del rodaje, vieron que la cosa, a pesar de todo, estaba quedando un poco sosa, los responsables optaron por introducir un mayor número de chicas en bikini. Cuando en la sala de montaje se dieron cuenta de que algún plano quedaba cojo, añadieron digitalmente más pirañas, si la cosa no mejoraba añadían digitalmente más chicas en bikini. Cuando, a pesar de todos los esfuerzos invertidos, la cosa seguía sin cuajar volvieron a rodar algunos planos, introdujeron más chicas en bikini y añadieron algunas chicas más que, de paso, enseñaran las tetas. Los productores brindaron con champagne.

Debo confesar que, como película de terror, Piraña 3D es la película con la que más me he reído de los últimos tiempos (comedias incluidas). Si esta película se tuviera que analizar desde la cabeza, con frialdad y objetividad, el resultado es un puro cero, pero si se analiza desde las entrañas, la película es un rotundo éxito. Piraña 3D es pura bazofia, un continuo de situaciones absurdas, que va encadenando escena ridícula tras escena ridícula, llena de sangre, entrañas y tetas. Lo cierto es que la película juega al despiste con el espectador, ya que en un principio pensaba que se trataba de un producto más al uso, tan previsible como vacío de intenciones, pero a medida que avanza te das cuenta de que la cosa se va desmadrando por momentos llegando hasta el delirio más absoluto en su recta final, donde uno termina dándose cuenta, por fin, de que no es que la cosa no se pueda tomar en serio, es que la película no jugaba a eso en ningún momento. La película es una mierda, pero es buena mierda.

La premisa de "Piraña 3-D" es sencilla, chicas desnudas de principio a fin, sangre en grandes cantidades y una historia sin sentido, pero muy entretenida.

Quizá lo más flojo del film sean sus primeros minutos donde solamente se ve a los personajes, uno más estúpido que el otro, aunque visualmente se compensa con tantas chicas, incluidas actrices porno, mostrando sus atributos.

Sin embargo, a partir de que las pirañas se liberan, la película se vuelve una cosa tan ridícula como desopilante, y los peces carnívoros hacen lo que mejor saben hacer, despedazar de la forma más sangrienta a sus víctimas.

La prolongada escena de la matanza en el lago, es quizá una de las secuencias más sangrientas que se hallan filmado alguna vez, la cantidad de sangre y cuerpos mutilados es impresionante, y solo por ver ese momento "Piraña 3-D" vale la pena.