Sucedió una noche
1934 

7,9
18.050
Romance. Comedia
Ellie Andrews, una joven y caprichosa heredera, consigue escapar del yate de su padre, que la había encerrado para evitar su boda con un hombre poco recomendable. En el autobús que coge, con destino a Nueva York, conoce a Peter Warne, un simpático y atractivo reportero, que busca una buena historia. El azar y las circunstancias unirán a Ellie y a Peter en un accidentado y divertido viaje. (FILMAFFINITY)
21 de agosto de 2007
21 de agosto de 2007
29 de 62 usuarios han encontrado esta crítica útil
No dudo de las virtudes de esta película, pero yo personalmente me he topado con dos murallas infranqueables que me apartan de ella:
1.- Es una road movie. Y no me gustan las road movies. Nunca he entendido que interés puede tener un viaje en carretera en una película. Nunca pasa nada destacable y hay mucho relleno siempre con personajes en diferentes etapas.
2.- Claudette Colbert es un callo malayo. Puede servir incluso para una historia de amor pero en una comedia romántica eso es imperdonable. No sé que encanto puede encontrarle Clark Gable. Vamos que no me trago la historia, que no, que es imposible que se enamore en una noche de ese cardo borriquero. Aunque bien mirado... cuando pernoctan y se hacen pasar por matrimonio siempre Gable cuelga una manta entre las dos camas diciendo que son las murallas de Jericó. Presuntamente lo hace por caballerosidad, pero a mí no me engaña, seguro que es para que no se le acerque semejante orco. ¿Que al final acaba con ella? Bueno, el papi de ella está forrado ¿no? Ay no, que le quito romanticismo a la cosa, ustedes perdonen.
Por lo demás incluye los típicos ingredientes de las comedias románticas de los años 30: chica rica caprichosa, chico pobre bohemio, padre de la chica rico y rígido pero que en el fondo es un pedazo de pan, etc.
1.- Es una road movie. Y no me gustan las road movies. Nunca he entendido que interés puede tener un viaje en carretera en una película. Nunca pasa nada destacable y hay mucho relleno siempre con personajes en diferentes etapas.
2.- Claudette Colbert es un callo malayo. Puede servir incluso para una historia de amor pero en una comedia romántica eso es imperdonable. No sé que encanto puede encontrarle Clark Gable. Vamos que no me trago la historia, que no, que es imposible que se enamore en una noche de ese cardo borriquero. Aunque bien mirado... cuando pernoctan y se hacen pasar por matrimonio siempre Gable cuelga una manta entre las dos camas diciendo que son las murallas de Jericó. Presuntamente lo hace por caballerosidad, pero a mí no me engaña, seguro que es para que no se le acerque semejante orco. ¿Que al final acaba con ella? Bueno, el papi de ella está forrado ¿no? Ay no, que le quito romanticismo a la cosa, ustedes perdonen.
Por lo demás incluye los típicos ingredientes de las comedias románticas de los años 30: chica rica caprichosa, chico pobre bohemio, padre de la chica rico y rígido pero que en el fondo es un pedazo de pan, etc.
12 de abril de 2012
12 de abril de 2012
33 de 78 usuarios han encontrado esta crítica útil
Recuerdo una de esas fantásticas críticas de Sines_Crúpulos en la que concluía sentenciando respecto a un supuesto clásico... "¿eran tontos nuestros antepasados o qué?". Creo que le dedicaba el dardo a uno de aquellos grotescos films musicales protagonizados por Sinatra & cia sobre los que nadie entiende bien cómo 6 décadas después todavía le sobreviven "campesinos" que los consideran un clásico.
Sucedió una noche es el mismo parto de la misma pera. Los primeros abortos del sonoro debían convertirse en clásicos nadie sabe bien por qué. 80 años después de su estreno su defensa es simplemente ridícula así como su ataque un deber para con todos los futuros incautos que quizá se asomen por sus desfasados fotogramas con la ocurrencia de pasar un buen rato.
Amigos míos, las obras que no son atemporales, es decir, magistrales/universales, se las va cargando el tiempo sin piedad alguna, exceptúando claro está, al mínimo grupúsculo de enterados que se empeñan en defender obras como esta porque practican el ficticio corporativismo de pertenecer a una masa informe y desfasada que responde al nombre de "¿¿¿¿cultura????" mientras observan con cierto indisimulado orgullo el logotipo "Capra" en la carátula de su cd.
Antes de escribir esta crítica he estado recapacitando sobre el brillante comentario que a esta película le atiza el bueno de Leon Newman: "Algunos dirán que es una película tierna, deliciosa, encantadora, que ya no se hace cine como éste. Afortunadamente. Todos esos adjetivos suelen enmascarar el tedio, la decepción, el "me he aburrido como una ostra pero joder, es un clásico, hay que defenderlo."
Exacto.
Dicho esto y cinéndonos a lo extrictamente cinematográfico el tema de la obra ya indica un recorrido apasionante: "Basada en un argumento de la revista Cosmopolitan". Es decir, que ni el mismísimo Heidegger hubiese podido competir con tan magna obra. Hablar ya sobre la alucinante actuación de Claudette Colbert (quizá la peor de su carrera y por la que se llevó un Oscar) es ya presagiar la compra-venta de estatuillas de manos de las productoras que se mantiene ochenta años después consiguiendo a su pesar llevarnos hasta el presente y contextualizar admirablemente 78 años de atropellos defendidos por dos castas, la de los críticos a sueldo y la de los críticos de todo-gratis-pero-mira-lo-bien-que-escribo. O eso creen.
Mi más sincero desprecio y vómitos para los de siempre.
La película favorita de Chabeli Iglesias.
Y de Tamara Falcó.
Sucedió una noche es el mismo parto de la misma pera. Los primeros abortos del sonoro debían convertirse en clásicos nadie sabe bien por qué. 80 años después de su estreno su defensa es simplemente ridícula así como su ataque un deber para con todos los futuros incautos que quizá se asomen por sus desfasados fotogramas con la ocurrencia de pasar un buen rato.
Amigos míos, las obras que no son atemporales, es decir, magistrales/universales, se las va cargando el tiempo sin piedad alguna, exceptúando claro está, al mínimo grupúsculo de enterados que se empeñan en defender obras como esta porque practican el ficticio corporativismo de pertenecer a una masa informe y desfasada que responde al nombre de "¿¿¿¿cultura????" mientras observan con cierto indisimulado orgullo el logotipo "Capra" en la carátula de su cd.
Antes de escribir esta crítica he estado recapacitando sobre el brillante comentario que a esta película le atiza el bueno de Leon Newman: "Algunos dirán que es una película tierna, deliciosa, encantadora, que ya no se hace cine como éste. Afortunadamente. Todos esos adjetivos suelen enmascarar el tedio, la decepción, el "me he aburrido como una ostra pero joder, es un clásico, hay que defenderlo."
Exacto.
Dicho esto y cinéndonos a lo extrictamente cinematográfico el tema de la obra ya indica un recorrido apasionante: "Basada en un argumento de la revista Cosmopolitan". Es decir, que ni el mismísimo Heidegger hubiese podido competir con tan magna obra. Hablar ya sobre la alucinante actuación de Claudette Colbert (quizá la peor de su carrera y por la que se llevó un Oscar) es ya presagiar la compra-venta de estatuillas de manos de las productoras que se mantiene ochenta años después consiguiendo a su pesar llevarnos hasta el presente y contextualizar admirablemente 78 años de atropellos defendidos por dos castas, la de los críticos a sueldo y la de los críticos de todo-gratis-pero-mira-lo-bien-que-escribo. O eso creen.
Mi más sincero desprecio y vómitos para los de siempre.
La película favorita de Chabeli Iglesias.
Y de Tamara Falcó.
14 de diciembre de 2007
14 de diciembre de 2007
12 de 36 usuarios han encontrado esta crítica útil
Parece mentira que el autor de esta "comedia" tonta, cursi, infantiloide y estúpida a más no poder, cinco años más tarde rodara ese crudo y grandioso peliculón llamado "Caballero sin espada" (que por cierto, es sangrante que tenga menos nota media que esto)
Parece mentira que este director que doce años más tarde rodará esa maravilla, ese sentimiento puro llamado "Que bello es vivir", que pese a hacernos llorar de esa manera nunca es cursi, haya rodado esta pelicula tan cursi, tan tonta, tan estúpida y tan infantiloide.
Este fue el primer film que vi del maestro Capra. Por suerte el hombre es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra, y yo tropecé con "Que bello es vivir".
Parece mentira que este director que doce años más tarde rodará esa maravilla, ese sentimiento puro llamado "Que bello es vivir", que pese a hacernos llorar de esa manera nunca es cursi, haya rodado esta pelicula tan cursi, tan tonta, tan estúpida y tan infantiloide.
Este fue el primer film que vi del maestro Capra. Por suerte el hombre es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra, y yo tropecé con "Que bello es vivir".
2 de octubre de 2012
2 de octubre de 2012
9 de 32 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cuando terminó el rodaje, Claudette Colbert declaró que esta era la peor película en la que había participado en toda su vida. Por supuesto, sabía de lo que hablaba.
Rodada en tan solo 4 semanas, aparentemente sin ningún cuidado y con múltiples fallos de continuidad, un sinsentido tras otro, la obra podría considerarse un monumento al humor absurdo, si no fuera porque las pretensiones de su director eran otras muy distintas.
Ahora Clark Gable está borracho como una cuba, pero totalmente sobrio al minuto siguiente, el conductor del autobús es un actor diferente después de cantar una canción, y todo gira en torno al sempiterno cuento de hadas machista y tradicional católico de Capra, la hija del multimillonario, el canalla Gable (horrorosa actuación!) y las fantasías sexuales más trasnochadas envueltas en un ¿humor? que cuesta creer que en algún momento, ni siquiera hace 80 años, pudiera causar otra cosa que vergüenza ajena.
Lamentable que este esperpento aparezca en todas las listas de mejores películas. Solo en el mismo año 1934 hay verdaderas obras maestras, y muchas otras que, sin serlo, se dejan ver hoy en día con agrado. Esta, desde luego, no es el caso.
Rodada en tan solo 4 semanas, aparentemente sin ningún cuidado y con múltiples fallos de continuidad, un sinsentido tras otro, la obra podría considerarse un monumento al humor absurdo, si no fuera porque las pretensiones de su director eran otras muy distintas.
Ahora Clark Gable está borracho como una cuba, pero totalmente sobrio al minuto siguiente, el conductor del autobús es un actor diferente después de cantar una canción, y todo gira en torno al sempiterno cuento de hadas machista y tradicional católico de Capra, la hija del multimillonario, el canalla Gable (horrorosa actuación!) y las fantasías sexuales más trasnochadas envueltas en un ¿humor? que cuesta creer que en algún momento, ni siquiera hace 80 años, pudiera causar otra cosa que vergüenza ajena.
Lamentable que este esperpento aparezca en todas las listas de mejores películas. Solo en el mismo año 1934 hay verdaderas obras maestras, y muchas otras que, sin serlo, se dejan ver hoy en día con agrado. Esta, desde luego, no es el caso.
23 de octubre de 2008
23 de octubre de 2008
14 de 43 usuarios han encontrado esta crítica útil
No estoy de acuerdo con mis almas gemelas, esta película debería pasar sin pena ni gloria en la historia del cine. Quizás inventaron algún gag, pero no merece la pena verla ahora cuando es lo mismo una y otra vez: poco ritmo durante casi toda la película (al final gana un poco), malos actores (sobre todo Clark Gable, está fatal con el ceño fruncido toda la película),humor demasiado ingenuo, pero sobre todo y lo más importante: un MACHISMO verdaderamente repugnante: con frases como "a su hija habría que darle 2 buenos guantazos todos los días los merezca o no"... vamos... sin palabras... (esto lo dice el héroe bueno de la historia).
Suspenso claro.
Suspenso claro.
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