Un monstruo viene a verme
2016 

6,6
39.174
Fantástico. Drama
Tras la separación de sus padres, Connor (Lewis MacDougall), un chico de 12 años, tendrá que ocuparse de llevar las riendas de la casa, pues su madre (Felicity Jones) está enferma de cáncer. Así las cosas, el niño intentará superar sus miedos y fobias con la ayuda de un monstruo (Liam Neeson), pero sus fantasías tendrán que enfrentarse no sólo con la realidad, sino con su fría y calculadora abuela (Sigourney Weaver). Con este nuevo ... [+]
20 de septiembre de 2017
20 de septiembre de 2017
5 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Primer mandamiento de la ley del cine: recelar de lo ponderado como indiscutiblemente magistral y conmovedor para la tribu humana. Y con otro agravante: Bayona, engatusador oficial, que ofrece su menú habitual. Efectivo (siempre es menos de lo que parece), manipulación de sentimientos, uso constante y torticero de la música (sentimentaloide y machacona), campaña de marketing para vendernos la moto, reparto de estrellas, presunta perfección técnica a partir de otra presunta minuciosidad en todo el trabajo. No trago, como en "Lo imposible". Serán mis prejuicios pero no trago. Parece ser que hay que canonizar profetas como sea.
¿De qué trata "Un monstruo viene a verme"?: la típica historia de un niño y un monstruo para a partir de ahí soltarnos la parábola de vencer a los propios miedos, la necesidad de inventarse una realidad paralela para sobrevivir a las situaciones más difíciles (enfermedad en este caso y mala relación familiar con la abuela), del acoso escolar, del proceso de maduración de la pubertad al camino a la madurez. Juega la única baza de conmover de forma pretenciosa, con final aparatoso incluido, y en ningún caso Bayona explota con personalidad la capacidad fantástica del relato (introduce intrahistorias animadas) y pese a su ineludible calidad mínima en lo técnico, es algo tramposa, excesiva en lo melodramático y francamente sobrevalorada. Osar compararla con "El laberinto del fauno" es de supina ignorancia.
Lo mejor: el niño MacDougall.
Muchísimo ruido para tan limitada cosecha.
¿De qué trata "Un monstruo viene a verme"?: la típica historia de un niño y un monstruo para a partir de ahí soltarnos la parábola de vencer a los propios miedos, la necesidad de inventarse una realidad paralela para sobrevivir a las situaciones más difíciles (enfermedad en este caso y mala relación familiar con la abuela), del acoso escolar, del proceso de maduración de la pubertad al camino a la madurez. Juega la única baza de conmover de forma pretenciosa, con final aparatoso incluido, y en ningún caso Bayona explota con personalidad la capacidad fantástica del relato (introduce intrahistorias animadas) y pese a su ineludible calidad mínima en lo técnico, es algo tramposa, excesiva en lo melodramático y francamente sobrevalorada. Osar compararla con "El laberinto del fauno" es de supina ignorancia.
Lo mejor: el niño MacDougall.
Muchísimo ruido para tan limitada cosecha.
16 de diciembre de 2018
16 de diciembre de 2018
5 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Alabada producción hispano-norteamericana de Juan Antonio Bayona, ganadora de nueve Goyas, pero afortunadamente no al de "mejor película". Se trata de la adaptación de la novela infantil o juvenil de Patrick Ness publicada en el 2011, que no he leído ni ganas tengo visto el fiasco. El largometraje no está más filmado e incluso tiene algunas actuaciones destacables, por ejemplo, la del protagonista Connor (Lewis MacDougall) pero se encuentra con el gravísimo problema de que argumentalmente es un auténtico churro. "Un monstruo viene a verme" va de un niño que sufre porque su madre está enferma de cáncer y parece que se va a morir. ¿Hay algo más? Pues no. Ahora bien, Bayona habrá convencido a los productores sacándose de la manga a un Groot gigante para meter mucho ruido en forma de monstruo. Si vemos el tráiler nos dará la impresión de que se trata de una película de acción y fantasía, con peleas, cosas que se rompen, dragones, caballeros y demás fanfarria. Pero no, no va de nada de esto, sino que la parte animada es el anzuelo para tragarnos un drama tan plano.
Los defensores de "Un monstruo viene a verme" alegarán que bueno, que lo importante es el lado humano, pero tampoco en esta faceta consigue conmoverte aunque sea un poquito. En este sentido, la idea sobre la que parte la película "madre enferma e hijo" la hemos visto varias veces en el cine con muchísimo mejor resultado, por ejemplo, en "Quédate a mi lado" (1998) y sobre todo en la soberbia "Tierras de penumbra" (1993), que consigue en unos cinco minutos, porque la trama principal no es la del niño, dejar en ridículo el torpe, pastoso y reiterativo relato de Bayona. En cualquier caso, unos de los motivos por el que no empatizamos con esta historia es que tal y como se presenta, uno se convence de que Connor, además de ser posiblemente gay (la película tiene una evidente atmósfera homosexual, como que Patick Ness su creador lo es), está loco, es decir, esquizofrénico. Parece claro que el monstruo es producto de su imaginación y las cosas que le vemos hacer lo que hacen es confirmarnos que lo que necesita es un psicólogo o psiquiatra, no un monstruo blandito haciendo de Mary Poppins.
Los defensores de "Un monstruo viene a verme" alegarán que bueno, que lo importante es el lado humano, pero tampoco en esta faceta consigue conmoverte aunque sea un poquito. En este sentido, la idea sobre la que parte la película "madre enferma e hijo" la hemos visto varias veces en el cine con muchísimo mejor resultado, por ejemplo, en "Quédate a mi lado" (1998) y sobre todo en la soberbia "Tierras de penumbra" (1993), que consigue en unos cinco minutos, porque la trama principal no es la del niño, dejar en ridículo el torpe, pastoso y reiterativo relato de Bayona. En cualquier caso, unos de los motivos por el que no empatizamos con esta historia es que tal y como se presenta, uno se convence de que Connor, además de ser posiblemente gay (la película tiene una evidente atmósfera homosexual, como que Patick Ness su creador lo es), está loco, es decir, esquizofrénico. Parece claro que el monstruo es producto de su imaginación y las cosas que le vemos hacer lo que hacen es confirmarnos que lo que necesita es un psicólogo o psiquiatra, no un monstruo blandito haciendo de Mary Poppins.
8 de octubre de 2016
8 de octubre de 2016
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Acabo de ver otra Gran Obra hecha imagen de la mano del gran Bayona.
Me parece técnicamente perfecta. Argumental e interpretativamente impecable.
El NIÑO protagonista, y lo pongo en mayúsculas, impresionante. Creo que el peso interpretativo y emocional que lleva, es digno de remarcar.
Está llena de momentazos Bayona, que te agarran y te parten en dos!
Una película para ver, escuchar, entender y sentir acompañada de una banda sonora que hace un dulce cada secuencia de este film.
Solo puedo decir que si os queda alguna duda, vayáis a verla. No os defraudará.
Me parece técnicamente perfecta. Argumental e interpretativamente impecable.
El NIÑO protagonista, y lo pongo en mayúsculas, impresionante. Creo que el peso interpretativo y emocional que lleva, es digno de remarcar.
Está llena de momentazos Bayona, que te agarran y te parten en dos!
Una película para ver, escuchar, entender y sentir acompañada de una banda sonora que hace un dulce cada secuencia de este film.
Solo puedo decir que si os queda alguna duda, vayáis a verla. No os defraudará.
10 de octubre de 2016
10 de octubre de 2016
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
El buen gusto visual con que fue grabada la película agranda el sentimiento de empatía con la historia. Bella, intensa, dramática, sensible y harto perfeccionista, estamos ante una delicada combinación de buen gusto visual e interpretativo. El guión está desarrollado con la premisa de mantener la tensión sin alargar el tempo... que el espectador espere, pero no se canse. Las pequeñas joyas dispersadas con gran sigilo intercalan una floritura al alcance de muy pocos, hacen vibrar al espectador, relaja el esperado desenlace y cierra la historia con referencias dramáticas. Bayona decide mezclar los diferentes planos narrativos con técnicas cinematográficas diferentes, añadiendo ritmo, añadiendo calidad. Música y ambientación agradables, fotografía cálida y cercana, que busca el acercamiento a la historia por medio de una gama de colores ocres en los momentos dramáticos (y la cercanía del plano) y los colores fríos en los momentos de acción. Los espacios son milimétricamente estudiados, abriendo el plano en el momento justo de desesperación interpretativa. Las lecturas del espectador pueden ser tan entusiastas como introducido se sienta en la historia del pequeño Connor.
12 de octubre de 2016
12 de octubre de 2016
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Es una película excesiva de lagrima facil para algunos y excesivamente pesada para otros ( yo deseando que se terminase), no emociona en ningun momento , y con un deseo de olvidar dado el guion que tiene J. A. Bayona creo que lo sabes hacer mejor y haz cine que divierta a las personas, que para tristezas ya tenemos bastante.
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