Descarrilados

Todos tenemos debilidades cinéfilas y, si hay algo que realmente me apasiona, son esas películas enrevesadas que cuentan con más de un giro imposible que, bien ejecutado, me deja con la boca abierta.

A principios de siglo parecía que Clive Owen se iba a comer el mundo protagonizando algunas de las películas más importantes de aquella época (no admito discusión, sobre todo cuando este hombre tiene en su filmografía ‘Hijos de los hombres’) y, de paso, ser el próximo James Bond. A mi es un actor que me cae simpático así que no me perdía una película suya.

‘Sin Control’ apareció en la cartelera y creo que fui de los pocos que la vio y que la disfrutó de principio a fin. Con un Owen dejándose llevar, una Jennifer Aniston en un registro distinto y un buen Cassel como villano de la función, Hafstrom compone un relato que funciona siempre que las piezas del guión te vayan encajando y, para mi gusto, lo hacen.

Es cierto que la parte final es forzada y que, incluso, quiere rizar el rizo en exceso, pero creo que encaja porque es lo que en todo momento busca el guión: ese gran engaño final.

No puedo más que recomendárosla.

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Sin esperar obras maestras sino un buen entretenimiento, ligeramente desasosegante a ratos (el encuentro en el hotel), pero coincido con una crítica anterior... el trailer era mil veces mejor.

¿Cómo puede ser que una película que empieza tan bien acabe tan mal? Durante el 80% del tiempo la peli tiene tintes de ser de lo más entretenido y, voilá, llega la resolución de la misma y se convierte en algo vulgar, más propio de una película de sobremesa siestera que de un thriller con ciertas inquietudes por ser algo más que eso.

Como una crónica del café dominical entre amigos contando el sábado noche: 'les faltó rematar'.

La incesante cantidad de tópicos y escenas monótonas, los interminables errores cinematográficos y el ralentizado desarrollo de la trama son los mayores enemigos de `Sin control´. Jennifer Aniston y Clive Owen de manera indiscutible han hecho un buen papel, el guión es muy bueno y el argumento es eficaz. El problema es que no se desarrolla de manera ordenada, pero eso precisamente lo convierte en un producto eficaz, pues en vez de actuar de manera independiente, deja que el espectador intente ordenar las piezas del rompecabezas del argumento y entenderlo. No se tratará del mejor thriller del año, pero bajo ningún concepto se queda corto.

Lo peor de esta película no es lo predecible, su giro se ve venir a lo lejos, de hecho lo original hubiera sido que no sucediera ese giro, pero bueno, a pesar del mismo, lo peor no es el mismo, aunque si le baja puntos, sino lo lenta que resulta, podría durar 30 minutos menos sin problema.
El rol de Jennifer Aniston es de lo más deslucido y rancio, le podrían haber dado mayores matices.
Ni hablar del de Vincent Cassel, un villano de caricatura, que solo le faltaba un parche en el ojo para ser un completo estereotipo.
Todo se resuelve de forma mecánica, incluso los últimos 10 minutos, uno adivina el final, las frases que va a escuchar, todo.
Es imposible empatizar con el protagonista, porque toma una decisión peor que la anterior, de cierta forma se busca cada cosa que le sucede, y comete errores imperdonables.