El ángel exterminador
1962 

8,0
26.541
Drama
Después de una cena en la mansión de los Nóbile, los invitados descubren que, por razones inexplicables, no pueden salir del lugar. Al prolongarse la situación durante varios días, la cortesía en el trato deja paso al más primitivo y brutal instinto de supervivencia. Una parábola sobre la descomposición de una clase social encerrada en sí misma. (FILMAFFINITY)
10 de julio de 2009
10 de julio de 2009
5 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Me perece buenísima la idea de Buñuel de tratar de reflejar aspectos totalmente en contraste con la burguesía, el hecho de verles sufrir, de verles en lo más bajo tratando de sobrevivir, es una idea interesante para llevarla a la pantalla grande, pero la manera absurda de no poder salir ni los de afuera entrar se me hace muy facilona, muy sobrevalorada, en fin, creo que a la película se le sobrevalora tan solo por el hecho de ser de Buñuel, y lo que menos entendí es el titulo de la película.
25 de febrero de 2016
25 de febrero de 2016
5 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Jamás una película me había logrado impresionar tanto al límite de volver a verla por segunda vez. El mensaje de la película es impactante todo hombre y mujer tiene una bestia dormida en su interior y la evolución puede ser puesta a prueba en los momentos mas extremos, un guión impactante, una música modesta pero acertada, vestuario digno de lo mejor de la raza humana, unos protagonistas perfectos, la película habla de las relaciones humanas y de situaciones límites con un mensajeduro, real, impactante, claro, el cual nos hará replantearnos todo lo que hemos evolucionado y lo fácil que es volee al estado de la salvajismo y la barbarie. LUIS BUÑUEL nos deja su obra maestra y las más respetada y aclamada de todos los tiempos, no puede decir que forma parte de la historia del cine, si no que es la historia del cine.
8 de febrero de 2009
8 de febrero de 2009
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Segundo trabajo de Luis Buñuel con el productor mexicano Gustavo Alatriste. Ambos venían de colaborar en “Viridiana” (1961), que había recibido el Gran Premio del festival de Cannes y una gran notoriedad social.
“El ángel exterminador” es ya la obra de un maestro, capaz de dominar, controlar y administrar recursos económicos, técnicos y humanos, y talento para contar historias propias con un lenguaje cinematográfico igualmente propio y reconocible. "Durante el rodaje de «Viridiana» me encontré con el escritor José Bergamín, quien me dijo que se proponía escribir una obra de teatro con el título de «El ángel exterminador». Yo le dije que era un título magnífico y que si iba por la calle y lo veía anunciado, entraría a ver el espectáculo. Como Bergamín jamás escribió la obra, le escribí pidiéndole los derechos del título. Me respondió que no necesitaba pedírselos, puesto que esas palabras aparecían en el Apocalipsis."
Buñuel construye un drama salpicado de momentos surrealistas, de sus propias obsesiones personales, y, de su personal sentido del humor. Es en realidad el drama de unos personajes que viven coralmente su desgracia, algo que será una constante en su obra cinematográfica y de lo que ya había dado alguna muestra de gran interés. Aunque la individualidad de los personajes destaca en algún momento, es su adscripción a un grupo, a una clase social, la que les hace reaccionar, habitualmente de manera insolidaria, ante los mismos estímulos y los mismos problemas.
Hay denuncia social, hay momentos de extraordinaria dramatismo, y también de erotismo desbordado. Pero hay momentos de humor finísimo. En realidad la peripecia que viven los protagonistas podría verse desde las dos caras –desde la tragedia y desde la comedia-, y la presencia de los corderos y el oso, en clave del director, es una de las paradojas surrealistas más divertidas. Buñuel considera el humor como algo que tiene que ser muy divertido para quien lo practica, no tanto para quien lo consume, o, como en teste caso, para quien lo padece.
El director de Calanda se reía mucho cuando alguien le preguntaba sobre el significado de sus películas más personales. Le encantaba que le hicieran esa pregunta para no contestarla jamás, o contestarla con vaguedades de esta guisa: "Yo primero pensé que el título tenía una relación subterránea con el argumento, aunque no sabía cuál. A posteriori lo he interpretado así: los hombres cada vez se entienden menos entre sí. Pero ¿por qué no se entienden? ¿Por qué no salen de esta situación? En la película es lo mismo: ¿Por qué no llegan juntos a una solución para salir de su encierro?"
¿Porqué entran los mismos personajes dos veces por la misma puerta? ¿Porqué repiten las mismas palabras? Eso decimos nosotros después de ver la película: ¿porqué?
“El ángel exterminador” es ya la obra de un maestro, capaz de dominar, controlar y administrar recursos económicos, técnicos y humanos, y talento para contar historias propias con un lenguaje cinematográfico igualmente propio y reconocible. "Durante el rodaje de «Viridiana» me encontré con el escritor José Bergamín, quien me dijo que se proponía escribir una obra de teatro con el título de «El ángel exterminador». Yo le dije que era un título magnífico y que si iba por la calle y lo veía anunciado, entraría a ver el espectáculo. Como Bergamín jamás escribió la obra, le escribí pidiéndole los derechos del título. Me respondió que no necesitaba pedírselos, puesto que esas palabras aparecían en el Apocalipsis."
Buñuel construye un drama salpicado de momentos surrealistas, de sus propias obsesiones personales, y, de su personal sentido del humor. Es en realidad el drama de unos personajes que viven coralmente su desgracia, algo que será una constante en su obra cinematográfica y de lo que ya había dado alguna muestra de gran interés. Aunque la individualidad de los personajes destaca en algún momento, es su adscripción a un grupo, a una clase social, la que les hace reaccionar, habitualmente de manera insolidaria, ante los mismos estímulos y los mismos problemas.
Hay denuncia social, hay momentos de extraordinaria dramatismo, y también de erotismo desbordado. Pero hay momentos de humor finísimo. En realidad la peripecia que viven los protagonistas podría verse desde las dos caras –desde la tragedia y desde la comedia-, y la presencia de los corderos y el oso, en clave del director, es una de las paradojas surrealistas más divertidas. Buñuel considera el humor como algo que tiene que ser muy divertido para quien lo practica, no tanto para quien lo consume, o, como en teste caso, para quien lo padece.
El director de Calanda se reía mucho cuando alguien le preguntaba sobre el significado de sus películas más personales. Le encantaba que le hicieran esa pregunta para no contestarla jamás, o contestarla con vaguedades de esta guisa: "Yo primero pensé que el título tenía una relación subterránea con el argumento, aunque no sabía cuál. A posteriori lo he interpretado así: los hombres cada vez se entienden menos entre sí. Pero ¿por qué no se entienden? ¿Por qué no salen de esta situación? En la película es lo mismo: ¿Por qué no llegan juntos a una solución para salir de su encierro?"
¿Porqué entran los mismos personajes dos veces por la misma puerta? ¿Porqué repiten las mismas palabras? Eso decimos nosotros después de ver la película: ¿porqué?
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Un grupo de personas pertenecientes a la clase social adinerada se quedan encerradas en una mansión en donde habían sido invitadas a una fiesta. Por la misma razón que se quedaron encerradas logran salir unos días después.
6 de marzo de 2008
6 de marzo de 2008
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Otro de los grandes creadores de la historia del cine. Esta vez, en su etapa mejicana. Un educado grupo de la alta sociedad se reune para cenar en una lujosa mansión. Mientras tanto, los sirvientes van abandonando poco a poco la casa sin dar explicaciones. Tras la cena, los 20 invitados no abandonan la casa por algún motivo. Algo les impide salir a los de dentro, y entrar a los de fuera. Y pasan las horas y los días, y siguen sin poder salir de la habitación mientras unos van enfermando, otros muriendo, y todos ellos poniendo de manifiesto sus más bajos instintos.
Metáfora de la decadencia de esa clase social, Buñuel aprovecha para no dejar títere con cabeza...
Todo ello con los toques surrealistas tan típicos del autor, que a mí particularmente me encantan.
Metáfora de la decadencia de esa clase social, Buñuel aprovecha para no dejar títere con cabeza...
Todo ello con los toques surrealistas tan típicos del autor, que a mí particularmente me encantan.
5 de enero de 2009
5 de enero de 2009
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una más entre las grandes películas de Buñuel. Perturbadora y lasciva en cada uno de sus fotogramas, como Viridiana, y eso ya es un gran piropo. Entre el desconcierto que te provoca acabas por entender que no has echo más que sumergirte en la mente "insana" de su autor y después que se parece más a la realidad de lo que pensabas. Maravillosos los actores.
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