Don Jon
2013 

5,6
18.435
Comedia
Jon Martello (Joseph Gordon-Levitt), un joven adicto al sexo en general y al porno en particular, intenta ejercer algún tipo de control sobre sí mismo. Jon tiende a deshumanizarlo todo: su apartamento, su coche, su familia, su iglesia y las mujeres. Sin embargo, hasta los ligues más sofisticados no pueden compararse con el placer que obtiene viendo pornografía en su ordenador. Insatisfecho con su vida, decide cambiar. Gracias a la ... [+]
10 de noviembre de 2013
10 de noviembre de 2013
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
En esta película ocurre algo anómalo, esto es: Joseph Gordon-Levitt es el director, el guionista y el principal actor: ¡mucho pollo para tan poco arroz! Veamos. La película trata de Jon Martello (Joseph Gordon-Levitt), un joven adicto al sexo y al porno en particular sin que se le conozca otra actividad, salvo asistir de forma ritual a la misa los domingos con sus padres, lo cual incluye también una ritual confesión siempre de los mismos pecados de tipo sexual.
Por más que intenta controlar su adicción, ve que no puede, pues incluso las mujeres reales no son para él comparables al placer y la sensación de descarga y libertad que obtiene con el porno y la masturbación, con la ayuda de Internet. Insatisfecho con su vida, decide cambiar. Y a tal fin y a lo largo del film aparecen dos mujeres con cierta capacidad para hacerlo. De un lado, una novia, Barbara (Scarlett Johansson), y de otra parte, una mujer madura, Esther (Julianne Moore). Con ellas, pero sobre todo con la segunda, aprenderá importantes lecciones sobre la vida y el amor.
Pues bien, he visto esta noche el film y no le voy a dar más allá de un cinco “pelado” por parecerme una comedia más o menos entretenida, pero no mucho más, aunque da pie a algunas reflexiones que en estas líneas expongo. Y si le doy un aprobado y no un suspenso es por dos razones. La primera es la efectiva descripción del estilo de vida americano, que lo es también europeo ya, de tomar trivialmente las cosas: las relaciones de amor y el sexo, la religión, la vida como forma narcisista de estar en forma a base de gimnasio, la reverencia por los autos o la necesidad de hablar con los amigos sobre tonterías sin fin: ¡un desastre!
Y creo y espero que el guionista y director Joseph Gordon-Levitt, haya querido exponer esta cuestión tan dramática como elemento sustancial del film, como crítica –que a mí me parece necesaria y no ha de ser calificada como “moralina”.
La segunda razón que considero importante es el intento por adivinar cuál es la sustancia del amor, lo primero, lo importante. Al principio del la película, y aunque no pudiera ser sustituido por la artificialidad del porno, se trata de la categoría física de la mujer, que son evaluadas por el protagonista y sus amigos con las calificaciones habituales de siete o nueve o cinco, y así… Por fin, el protagonista parece encontrar una muchacha bella, incluso al gusto de los padres que, a la postre y como dice su aparentemente abstraída hermana, lo único que quiere es manejarlo a su antojo (Scarlett Johansson).
La tal chica le prohíbe y acucia en muchas cosas, entre otras que no mire porno, pero también le dirige y poco menos que ordena “manu militari” que estudie, que no dedique tiempo a las cosas del hogar, a que compre esto o lo otro, etc. O sea, que su hermana tenía razón. Tras cortar relaciones con ésta joven autoritaria y “peligrosa”, tropieza con una segunda mujer madura, viuda, con un historial de tragedias familiares, que le enseña el auténtico sentido del sexo e incluso del amor (Julianne Moore).
Y este es el mensaje más positivo de la peli, el mensaje del auténtico amor en el que nadie manda o dirige y en el que ambos pueden compenetrarse, gozar en la intimidad y mirarse a los ojos cara a cara. Este mensaje salva la cinta que sin ser nada del otro mundo, sabe contraponer el mundo cascivano y estúpido de la vida del joven en sus inicios, con una relación madura y enriquecedora. Al final, Gordon-Levitt es capaz de empatizar con el público y ser cómplice de sus más íntimos y genuinos deseos.
En resolución, la dirección, el guion y las interpretaciones, más o menos. También más o menos entretenida. Yo, en conciencia, no la puedo recomendar, pero como decía antes, le doy un cinco.
Por más que intenta controlar su adicción, ve que no puede, pues incluso las mujeres reales no son para él comparables al placer y la sensación de descarga y libertad que obtiene con el porno y la masturbación, con la ayuda de Internet. Insatisfecho con su vida, decide cambiar. Y a tal fin y a lo largo del film aparecen dos mujeres con cierta capacidad para hacerlo. De un lado, una novia, Barbara (Scarlett Johansson), y de otra parte, una mujer madura, Esther (Julianne Moore). Con ellas, pero sobre todo con la segunda, aprenderá importantes lecciones sobre la vida y el amor.
Pues bien, he visto esta noche el film y no le voy a dar más allá de un cinco “pelado” por parecerme una comedia más o menos entretenida, pero no mucho más, aunque da pie a algunas reflexiones que en estas líneas expongo. Y si le doy un aprobado y no un suspenso es por dos razones. La primera es la efectiva descripción del estilo de vida americano, que lo es también europeo ya, de tomar trivialmente las cosas: las relaciones de amor y el sexo, la religión, la vida como forma narcisista de estar en forma a base de gimnasio, la reverencia por los autos o la necesidad de hablar con los amigos sobre tonterías sin fin: ¡un desastre!
Y creo y espero que el guionista y director Joseph Gordon-Levitt, haya querido exponer esta cuestión tan dramática como elemento sustancial del film, como crítica –que a mí me parece necesaria y no ha de ser calificada como “moralina”.
La segunda razón que considero importante es el intento por adivinar cuál es la sustancia del amor, lo primero, lo importante. Al principio del la película, y aunque no pudiera ser sustituido por la artificialidad del porno, se trata de la categoría física de la mujer, que son evaluadas por el protagonista y sus amigos con las calificaciones habituales de siete o nueve o cinco, y así… Por fin, el protagonista parece encontrar una muchacha bella, incluso al gusto de los padres que, a la postre y como dice su aparentemente abstraída hermana, lo único que quiere es manejarlo a su antojo (Scarlett Johansson).
La tal chica le prohíbe y acucia en muchas cosas, entre otras que no mire porno, pero también le dirige y poco menos que ordena “manu militari” que estudie, que no dedique tiempo a las cosas del hogar, a que compre esto o lo otro, etc. O sea, que su hermana tenía razón. Tras cortar relaciones con ésta joven autoritaria y “peligrosa”, tropieza con una segunda mujer madura, viuda, con un historial de tragedias familiares, que le enseña el auténtico sentido del sexo e incluso del amor (Julianne Moore).
Y este es el mensaje más positivo de la peli, el mensaje del auténtico amor en el que nadie manda o dirige y en el que ambos pueden compenetrarse, gozar en la intimidad y mirarse a los ojos cara a cara. Este mensaje salva la cinta que sin ser nada del otro mundo, sabe contraponer el mundo cascivano y estúpido de la vida del joven en sus inicios, con una relación madura y enriquecedora. Al final, Gordon-Levitt es capaz de empatizar con el público y ser cómplice de sus más íntimos y genuinos deseos.
En resolución, la dirección, el guion y las interpretaciones, más o menos. También más o menos entretenida. Yo, en conciencia, no la puedo recomendar, pero como decía antes, le doy un cinco.
23 de noviembre de 2013
23 de noviembre de 2013
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
He de reconocer que aunque “Don Jon” va a lo fácil y no siempre consigue su objetivo, a mi me ha fascinado, tiene algo indefinible que la hace diferente de lo que hemos visto antes, como un cuento de hadas en versión porno. Es entretenida y cuenta algo que todos conocemos pero nunca nos han contado antes o al menos no lo han hecho así. Aquí la típica pregunta de “¿amor o sexo?” se reescribe como “¿mi mano derecha o una mujer?” o lo que es lo mismo “¿fantasía o realidad?”. El protagonista se mueve mejor en el terreno de la fantasía porque ninguna realidad es mejor que su fantasía aunque nos descubre que, a veces, la realidad es mejor que la fantasía si no la buscamos desesperadamente. “Don Jon” en su búsqueda de la felicidad (o de lo que los demás llaman felicidad) se estrella estrepitosamente, Don Jon prefiere autosatisfacerse a que el mundo le satisfaga y es en este camino por la parte más básica del hombre que “Don Jon” también consigue hablarnos de amor. Una película desinhibida, divertida y no se va por las ramas. No es un melodrama de hondo calado pero es un divertimento de lo más estimulante. Y además consigue el milagro de hacernos odiar a Scarlett Johansson. ¿Se pueden romper más esquemas? Supongo que no. Atención al actor Joseph Gordon-Levitt, aquí también director y guionista, este tipo es realmente inteligente y original, en esta película tiene fallos, como todo aquel que comienza un camino, pero sabe levantarse y continuar. Una película para adultos realmente recomendable.
24 de noviembre de 2013
24 de noviembre de 2013
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ahora más que nunca es cuando Joseph Gordon-Levitt nos demuestra que es realmente polifacético. Deseado desde hace años por los seguidores del cine independiente americano, codiciado entre las grandes estrellas de Hollywood en algunos grandes títulos y con pequeños puntos de creación propia en cortometrajes y alguna producción, este actor ha crecido hacia nuevos límites de la expresión cinematográfica, decantándose ahora por la escritura y la dirección de alguna que otra obra. Don Jon es su primera película al estilo 'yo-lo-soy-todo', con la que busca el reconocimiento total en los diferentes pilares que ha construido para la realización de la misma. Así podremos ver en la misma hora y media tres trabajos de un mismo artista, fusionados para nuestro gusto y disfrute.
La película enfoca la vida relativamente sencilla y superflua de un personaje sin demasiadas aspiraciones, o mejor dicho, con aspiraciones cuestionables que se ciñen a la búsqueda del mejor vídeo porno con el que masturbarse. La grosería de ciertos aspectos de una sociedad materialista y superficial queda marcada en Don Jon, una caricatura de 'cani-americano' centrado en su cuerpo, sus ligues y la pornografía. Esto hace que la película capte cierto ritmo al ser un personaje sin demasiado trasfondo, cuyos problemas no terminan de preocuparnos hasta que su novia se entera de lo del porno. En ese momento empieza la verdadera película y el guión parece tomar algo de sentido para convertirse en una propuesta atractiva y divertida gracias a personajes arquetipos (el padre machista, la madre protectora, la hermana loca por el móvil, los colegas, la novia florero...) interpretados con fluidez -de tal manera que el Gordon-Levitt actor se enmarca como su aspecto más destacado, a pesar de que Johansson sea lo más insípido como pareja de baile- y a una búsqueda de moralidad en la, a veces inútil, mente del protagonista.
La comedia continúa pero el personaje principal evoluciona a medida que avanza la película, lo que es de agradecer cuando por fin aparecen motivos por los que el Gordon-Levitt guionista emprendió este viaje dirigido de manera segura por su amigo, el Gordon-Levitt director. El aprendizaje personal y el viaje realizado nos hace pensar que quizá podía haber abusado más de su propia cabeza indagando en el significado de los sentimientos de su personaje, haber dado más profundidad al asunto, pero aun así el resultado es positivo para ser su primer film. Impacta la capacidad de aunar momentos hilirantes, tensos y con cierto sentimiento tras llevar los tres pilares maestros de la película.
La película enfoca la vida relativamente sencilla y superflua de un personaje sin demasiadas aspiraciones, o mejor dicho, con aspiraciones cuestionables que se ciñen a la búsqueda del mejor vídeo porno con el que masturbarse. La grosería de ciertos aspectos de una sociedad materialista y superficial queda marcada en Don Jon, una caricatura de 'cani-americano' centrado en su cuerpo, sus ligues y la pornografía. Esto hace que la película capte cierto ritmo al ser un personaje sin demasiado trasfondo, cuyos problemas no terminan de preocuparnos hasta que su novia se entera de lo del porno. En ese momento empieza la verdadera película y el guión parece tomar algo de sentido para convertirse en una propuesta atractiva y divertida gracias a personajes arquetipos (el padre machista, la madre protectora, la hermana loca por el móvil, los colegas, la novia florero...) interpretados con fluidez -de tal manera que el Gordon-Levitt actor se enmarca como su aspecto más destacado, a pesar de que Johansson sea lo más insípido como pareja de baile- y a una búsqueda de moralidad en la, a veces inútil, mente del protagonista.
La comedia continúa pero el personaje principal evoluciona a medida que avanza la película, lo que es de agradecer cuando por fin aparecen motivos por los que el Gordon-Levitt guionista emprendió este viaje dirigido de manera segura por su amigo, el Gordon-Levitt director. El aprendizaje personal y el viaje realizado nos hace pensar que quizá podía haber abusado más de su propia cabeza indagando en el significado de los sentimientos de su personaje, haber dado más profundidad al asunto, pero aun así el resultado es positivo para ser su primer film. Impacta la capacidad de aunar momentos hilirantes, tensos y con cierto sentimiento tras llevar los tres pilares maestros de la película.
25 de noviembre de 2013
25 de noviembre de 2013
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Después de haber visto la película, no me ha quedado muy claro cuál es el mensaje que intenta transmitir. Sin moraleja final y sin un desarrollo más o menos claro, "Don Jon" se mueve entre las ganas de montar una película trasgresora que habla de temas tabús sin complejos, y la autoimpuesta contención que lleva a hablar de ellos sin pasarse de la raya para ser moralmente aceptable.
No hay que quitarle mérito a Gordon-Levitt, que ha rodado una película valiente siendo a la vez director y protagonista de una película que narra la vida de un joven obsesionado con ver porno y de las consecuencias que ello conlleva en su vida. Sin embargo, todo es banal y superficial, no hay un trasfondo dramático que lo sustente, y tampoco ha comedia con la que la película construya un desarrollo gracioso. Diferentes vertientes que la película no adopta viendo la vida pasar delante de sus fotogramas.
Pero la película se queda ahí. Podría haber sido (y en parte lo es ) una brutal crítica hacia la deshumanización del ser humano frente a la fría tecnología que le aisla poco a poco, pero el guión no profundiza y parece centrarse en la relación del protagonista con sus amigos, o con su novia Scarlett, o con su compañera de clase Moore. Personajes secundarios que tienen impacto en su vida en diferentes grados, pero que son planos y sencillos. Moore es mucho más aprovechable porque es arriesgada, pero apenas sabemos nada de su pasado.
Historia del típico don Juan, que colecciona ligues cada semana, pero que no consigue alimentar el espíritu, en una agridulce comedia que utiliza un lenguaje y unas imágenes explícitas como gancho para rematar en un final que debería haber sido más directo y potente, pero que pone en el mapa al que ya era un interesante actor y que ahora es también un prometedor director.
No hay que quitarle mérito a Gordon-Levitt, que ha rodado una película valiente siendo a la vez director y protagonista de una película que narra la vida de un joven obsesionado con ver porno y de las consecuencias que ello conlleva en su vida. Sin embargo, todo es banal y superficial, no hay un trasfondo dramático que lo sustente, y tampoco ha comedia con la que la película construya un desarrollo gracioso. Diferentes vertientes que la película no adopta viendo la vida pasar delante de sus fotogramas.
Pero la película se queda ahí. Podría haber sido (y en parte lo es ) una brutal crítica hacia la deshumanización del ser humano frente a la fría tecnología que le aisla poco a poco, pero el guión no profundiza y parece centrarse en la relación del protagonista con sus amigos, o con su novia Scarlett, o con su compañera de clase Moore. Personajes secundarios que tienen impacto en su vida en diferentes grados, pero que son planos y sencillos. Moore es mucho más aprovechable porque es arriesgada, pero apenas sabemos nada de su pasado.
Historia del típico don Juan, que colecciona ligues cada semana, pero que no consigue alimentar el espíritu, en una agridulce comedia que utiliza un lenguaje y unas imágenes explícitas como gancho para rematar en un final que debería haber sido más directo y potente, pero que pone en el mapa al que ya era un interesante actor y que ahora es también un prometedor director.
7 de diciembre de 2013
7 de diciembre de 2013
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un film revelador, entretenido, refrescante, sencillo.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Valioso el aprendizaje que obtiene con dos mujeres opuestas, que si bien la primera colmaba sus expectativas en cuanto a belleza de ahí la atracción sexual que ejerce la exuberante Scarlett Johansson sobre el, con Julianne Moore realmente conecta y así logra ser el mismo. En fin muestra una especie de evolución del personaje enviciado con la pornografía para crecer dentro de una relación.
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