Criaturas de Dios

Drama familiar en el que las duras condiciones de vida marcan el devenir de los protagonistas. En un pueblo de pescadores de la costa irlandesa, Brian vuelve a casa tras una prolongada ausencia. Su madre está tan contenta de verle de nuevo que dará la cara por él aun cuando no lo merezca, empujada también por la inercia del hábito en una tierra de tradiciones opresivas.

Es una pena que una historia interesante y tan bien actuada acabe opacada por un tempo narrativo que nos hace mirar el reloj cada poco rato. Resulta inmersiva por lo detallado de los procesos que muestra y la atmósfera triste y sin esperanza que se respira en ese pueblo dependiente de la factoría pesquera. Un lugar donde las costumbres llevan décadas instaladas y que sitúa a cada uno en un rol que, le guste o no, es el que le toca jugar. Es el precio de nacer y vivir en un sitio así, donde todo progreso social y moral parece haberse interrumpido.

Tenemos la impresión de que en menos minutos se podía haber contado la misma historia. Esa falta de dinamismo lastra todo el metraje, que aun así se ve con interés porque queremos saber qué se nos está ocultando, desentrañar el misterio. No es un thriller, no se equivoquen, sabemos que algo pasa con Brian y solo poco a poco se nos va suministrando información, pero no tiene esa intriga y esa urgencia por averiguarlo. Si le echan paciencia pueden encontrar recompensa, aunque habrá quien tire la toalla antes de terminar.

¿Por qué Dios no nació en Australia? Porque no había Reyes Magos ni vírgenes.

El título de esta reseña, con un chiste fácil, de bar, machista, es representativo del sentido de la historia.

La película tiene una temática interesante, el abuso sexual, el maltrato en la pareja, la relación paternofilial, el machismo de la sociedad, en este caso enmarcada en un pequeño pueblo costero donde todos se conocen y tienen sus propias rencillas. Sin embargo está contada de una manera que no engancha, que llega a provocar a veces la desconexión o el asomo del aburrimiento. De hecho, la trama empieza pasados los tres cuartos de hora de la película.

Cuestiones interesantes como la acusación de una situación mantenida o un abuso espontáneo; el presunto maltrato en la pareja durante años ante el que nadie del pueblo hace nada ni le presta atención y, sin embargo y de repente, provocado por una situación, todos piensan que el problema es de otra persona que precisamente es la víctima de ambas situaciones; cuestión que por sí misma es nociva en el pequeño núcleo social y se añade a la anterior.

Interesante asimismo conocer cómo marisquean los criadores de ostras, el duro trabajo que supone, el peligro del mar aunque se haga pie, los bellos planos del mar, sus corrientes, la marea, los colores grises del clima frío y lluvioso del norte. La ambientación te traslada y llegas casi a sentir la humedad fría del ambiente.

La música es apropiada y acompaña las situaciones de tirantez, el clima húmedo, la lluvia y el golpear del viento, del oleaje del mar, puesto que se trata de una banda sonora repetitiva, rayante, de violines chirriantes, con golpes acompasados que parecen el choque de las olas del mar contra las piedras de la costa.

No obstante, más allá de eso, el conjunto no consigue captar toda la atención y el resultado que debería obtener unos actores de este calibre y una historia interesante.

Criaturas de Dios no es nada original que no hayamos visto antes.
Además, el tono es algo frío. No existe mucha identificación de los espectadores con los personajes.
Sin embargo, la tragedia es total y la dureza es el signo clave de una historia que nos habla de hasta qué punto puede llegar una madre para proteger a un hijo. ¿Dónde están los límites? ¿Qué hacer cuando alguien a quien amabas es acusado de un terrible crimen? Todas estas preguntas las plantea la cinta dirigida por Anna Rose Holmer y Saela Davis.
De lo que no hay duda es de la excepcional interpretación de Emily Watson, perfecta para este personaje (ver cuando pregunta al policía por qué la ha hecho ir a comisaría en mitad de la noche), y por supuesto un ascendente Paul Mescal que está fabuloso. Ojo, porque tiene madera de estrella.
Notable.

Lo mejor: Emily Watson, Paul Mescal y el tono duro de la narración.
Lo peor: Le falta más originalidad y empaque emocional.

Una madre miente para proteger a su hijo. ¿A qué costo y cuánto se puede soportar la culpa?

En 'God's Creatures', sobresalen las actuaciones: con Emily Watson como protagonista, el asunto siempre tendrá el plus que le otorga su presencia y su capacidad expresiva.

Se trata de un film que no cambia el tono, que apela prácticamente todo el metraje a caer en los sucesos dramáticos una y otra vez, abusando del uso del silencio, el cual en determinados momentos funciona y en otros tantos no conduce a ningún sitio.

Temática que no innova aunque resulte interesante, pero ejecución no del todo convincente, por su intermitencia para enganchar al espectador.

Regular.

5 Alancitos Pescadores Furtivos sobre 10

Película dramática dentro de un entorno de un pequeño pueblo de pescadores en donde lo cotidiano puede ser pesado, abrumador.

Muy buena producción al buen estilo de la BBC lo cual se nota entre otras cosas, en el excelente plantel actoral que tiene, pero que una pobre dirección no puede aprovechar.

La historia de base es buena, el guión no tanto, la dirección pésima.

Las excelentes interpretaciones de Emily Watson, Paul Mescal, Aisling Francios y el resto del elenco sostienen a una narración que la pésima dirección la hace tan lenta como soporífera.

Las directoras abusan de las esperas, dilatan los tiempos, discurren en planos innecesarios logrando así una película malograda sólo por demérito de la dirección.

En resumen: Una película con actuaciones estelares pero con la peor dirección posible.