Agradable película de animación, realizada con enorme cariño por un grupo de grandísimos profesionales.

La historia no es nada del otro jueves y el guión no es demasiado rico en situaciones. Pero se lleva bien y resulta un sano entretenimiento, sobre todo para los más jóvenes, que disfrutan de lo lindo.

Los dibujos son bonitos y el apartado técnico es muy competente, sobre todo la música, francamente preciosa, a cargo de Ángel Illarramendi (la protagonista, en un momento dado hace un chiste, contándole a su abuela que estudió ópera en Viena, con el maestro Angelo Illarramendi).

Las canciones son melódicas y cuentan con una voces impresionantes, a cargo del Apple Goleen Quart, muy conocidos en el País Vasco y otros lugares.

Hay un momento, incluso muy emotivo, que es cuando en alta mar, en medio de una terrible tormenta, contemplan el barco de unos piratas, mientras su capitana canta.

Por lo demás, no es gran cosa, y es muy corta, apenas una hora. Lo cual se agradece pues no cansa, pero si no eres niño te puede saber a poco.

Ganó el Goya de animación en el año 2001.

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