A pesar de la niebla

Actualidad y reflexión en una historia que por su presencia continua en los telediarios nos resulta tan familiar que para muchos ya no tiene interés. Porque el drama de la inmigración, cuya criminalización da votos, es un tema denuncia que ya sólo utilizan, afortunadamente, los militantes de las causas perdidas como Goran Paskaljevic.

El misterio que rodea a los menores que el mar escupe en las playas de Europa; y que acaban en centros de acogida, caminando por carreteras perdidas o desaparecidos sin dejar pistas, intenta resolverlo el director serbio ficcionando un caso posible, que tiene como protagonista a un niño marroquí cuyos padres han desaparecido en el hundimiento de una patera.

Todo pasa en la Italia xenófoba de Salvini donde los ciudadanos, amedrentados por el futuro incierto, el desempleo y la falta de políticas sociales, culpan a los más pobres y débiles de sus problemas.
Le honra a este ganador de tres Espigas de Oro, presentar en la 64 Seminci este alegato sin complejos a favor de la humanidad como concepto universal, y subrayar los derechos que les negamos a pesar que la firma de todos los gobiernos esté registrada en la Declaración Universal de los Derechos Humanos.

La supervivencia de un niño de 8 años frente a los asuntos cotidianos, convencionales y negacionistas de la justicia social sumergen nuestras conciencias en una densa niebla que huele a fascismo. Esperemos que, más temprano que tarde, vuelvan el sol y la hermandad.

He seguido el cine de Goran Paskaljevic a través de su paso por la Seminci de Valladolid y la verdad que no me había defraudado hasta la fecha.
Pero, pienso que todo gran director tiene alguna película menor y esta podía ser la suya.
La historia sobre inmigración que quiere contarnos, salvo retazos de interés, para mí se pierde en la otra historia que parece cobrar protagonismo sin quererlo, la de los problemas de la mujer en cuya casa acaba el menor.
En la rueda de prensa de la Seminci 2019 el director dijo que había elegido Italia para rodar por ser el país que más sufre la llegada de inmigrantes.
También dijo que el primer título era "Me llamo Mohammed" y el nuevo título "A pesar de la niebla, es una metáfora sobre la niebla xenófoba".

Paskaljevic, ha querido hacer el estreno mundial de su película A pesar de la niebla (Nonostante la nebbia), en su querida Seminci (Semana Internacional de Cine de Valladolid), no en vano es el director mas premiado de ese festival, pues ha ganado en tres ocasiones la Espiga de Oro.

En A pesar de la niebla, el cineasta serbio, nos interroga acerca de que hariamos si nos encontrasemos en la situación de Paolo, uno de los protagonistas de esta cinta.

Paolo, es el dueño de un restaurante de una localidad cercana a Roma, una noche cuando regresa a casa bajo la lluvia, ve un niño acurrucado en la parada del autobús para protegerse del frio, y decide llevárselo a su casa.

El niño de nombre Mohammed, es un refugiado que perdió a sus padres en su intento de alcanzar las costas italianas, pero el niño vive con la ilusión de que sus padres se encuentran vivos en Suiza.

Paskailjevic, entiende el cine como algo mas que mero entretenimiento , e intenta hacernos reflexionar sobre todos los defectos que tenemos en la vieja Europa, como la xenofobia que tiene la sociedad y que negamos constantemente.

El problema es que Paskaljević construye una película un tanto telefilmesca, al poner el foco en la depresión de la madre por la perdida de su hijo, y se pierde en otros vericuetos que nos hacen banalizar el problema de niños como Mohammed.

En definitiva, una película que en un cineforum puede abrir muchos debates, con lo que cumpliría su función, pero lejos de lo que filmicamente Paskaljević nos tiene acostumbrados.

Con un inicio interesante y rodada con eficacia, la película hace aguas al final, que no está para nada bien resuelto.
Muchas escenas emotivas y a la vez contenidas harían esperar un final con mayores dotes de imaginación.
Como se ha comentado aquí, la película quiere denunciar el drama tantos menores inmigrantes, desaparecidos al llegar a Europa. Buena causa que puede tratarse muy bien un un documental. Pero si se hace una película debe tener un guión más sólido y una resolución verosímil, aun dentro de la ficción.

Me ha resultado decepcionante.

Un tema tan de actualidad como los refugiados es tratado de un modo íntimo y enmarcado en un contexto de drama familiar, y que en palabras del propio director, con el objetivo de denunciar la xenofobia presente en nuestra sociedad, algo palpable durante toda una película que en ningún momento oculta sus intenciones resultando incluso previsible en algunos tramos.

De todos modos, las buenas y cercanas interpretaciones del matrimonio protagonista, y sobre todo del niño en torno al cual gira la trama, consigue implicar al espectador, que acaba tomando conciencia de un problema tan humano como real.

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