Tiene tres fallos: uno es que una vez hallado el cadáver emparedado, lo entierren a escondidas en medio del bosque, sin decir nada del macabro descubrimiento a la policía. Otro, la extraña aparición de la fantasma en un coche extraño, sin que sepamos exactamente qué le pasó a su legítimo propietario, de cuya imagen se apropia. Y por último, que sit tan enamorado está de su mujer muerta, se vaya con una a la que abandonó en su vida pasada. Pero es que, al parecer, allá como aquí, “pueden más dos tetas fantasmales... que un buen recuerdo”.