La voz dormida
7,2
20.500
Drama
En plena postguerra, Pepita (María León), una joven cordobesa, abandona su aldea y viaja a Madrid para estar cerca de su hermana Hortensia (Inma Cuesta) que está embarazada y en prisión. Una vez en la capital, se enamora de Paulino (Marc Clotet), un valenciano de familia burguesa que sigue luchando en las montañas de la sierra de Madrid. (FILMAFFINITY)
22 de octubre de 2011
22 de octubre de 2011
131 de 161 usuarios han encontrado esta crítica útil
Termina la película y mientras pasan los créditos aguanto las lágrimas de emocíon, me giro y veo a mi madre llorando. El silencio se instala en una sala en la que nunca mejor dicho la procesión va por dentro.
Y es que es una película emocionante, una entrañable historia entre dos hermanas, ejemplo de las muchas historias consecuencia de una guerra que si en algo estaremos todos de acuerdo, es que nunca debió haber sucedido.
Quizás no sea una gran película, y más si la evalúas desde el alto listón que dejó la novela de Dulce Chacón. Pero es una pelicula emocionante, conmovedora, que llega hasta muy adentro y que por lo tanto es 100 por 100 creíble, entre otras cosas porque es una ficción que no es ficción repleta de imagenes y sucesos que nuestros abuelos en alguna ocasión nos han contado. Y si es capaz de todo ello es porque es una buena película.
Mucha culpa de todo ello la tienen Inma Cuesta y la genial Maria León, que en su papel de Pepita derrocha humanidad, espontaneidad, transmite con todas la partes de su cuerpo e incluso es capaz de sacarte más de una sonrisa en una atmosfera tan triste. Sin duda una interpretación difícil de olvidar y por la que merece ya la pena pagar la entrada.
En definitiva, conmovedora y desgarradora pelícua una vez más con la posguerra de fondo. Y que si es así?. La cartelera está para elegir. Aunque ver este tipo de películas debería ser imprescindible , porque si somos lo que somos, es por nuestro pasado
Y es que es una película emocionante, una entrañable historia entre dos hermanas, ejemplo de las muchas historias consecuencia de una guerra que si en algo estaremos todos de acuerdo, es que nunca debió haber sucedido.
Quizás no sea una gran película, y más si la evalúas desde el alto listón que dejó la novela de Dulce Chacón. Pero es una pelicula emocionante, conmovedora, que llega hasta muy adentro y que por lo tanto es 100 por 100 creíble, entre otras cosas porque es una ficción que no es ficción repleta de imagenes y sucesos que nuestros abuelos en alguna ocasión nos han contado. Y si es capaz de todo ello es porque es una buena película.
Mucha culpa de todo ello la tienen Inma Cuesta y la genial Maria León, que en su papel de Pepita derrocha humanidad, espontaneidad, transmite con todas la partes de su cuerpo e incluso es capaz de sacarte más de una sonrisa en una atmosfera tan triste. Sin duda una interpretación difícil de olvidar y por la que merece ya la pena pagar la entrada.
En definitiva, conmovedora y desgarradora pelícua una vez más con la posguerra de fondo. Y que si es así?. La cartelera está para elegir. Aunque ver este tipo de películas debería ser imprescindible , porque si somos lo que somos, es por nuestro pasado
23 de octubre de 2011
23 de octubre de 2011
109 de 141 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una de las críticas que se le suele hacer al cine acerca de la Guerra Civil o de la posguerra es su maniqueísmo. No hay medias tintas. Todo es blanco o es negro. Los republicanos son gente buena, humilde y luchadora, mientras que los franquistas son malvados y crueles.
Es cierto. No voy a ser yo quien lo niegue.
No estaría de más alguna que otra película que, por una vez, presentara republicanos llenos de defectos y franquistas con virtudes, o personas que, simplemente, hacen su trabajo, aunque éste sea el de carcelero o torturador...
Ahora bien. Reconocer ésto, que es la verdad, no debería ser impedimento para reconocer algo mucho, muchísimo más importante: La represión de posguerra se llevó por delante a muchas, demasiadas personas cuyo único delito había sido conocer a un militante de izquierdas o tener una serie de ideas. Ésa es la triste historia de nuestro país, y quien no lo reconozca se engaña a sí mismo.... viendo esta película y viendo la televisión, cuando es tan fácil denunciar en Siria, Libia o Cuba lo que hemos negado dentro de nuestras fronteras durante tantos y tantos años....
Así, partiendo de esta triste premisa, Benito Zambrano regresa al gran cine después de la sobrevaloradísima Habana Blues, y lo hace demostrando que es un maestro como pocos. Zambrano es un habilísimo narrador, y maneja luces, sombras y colores con una pericia envidiable. La fotografía, el vestuario y la dirección de arte recuerdan mucho a las de otras películas similares, como Las 13 Rosas, pero no por ello resultan menos destacables.
Pero es en la dirección de actores donde reside la clave de la película. Las presencias de Marc Clotet y Daniel Holguín son fascinantes y emotivas. Ana Wagener y Lola Casamayor se convierten en auténticas robaescenas. Ángela Cremonte confirma las buenísimas sensaciones que ha dejado en Hispania. Miryam Gallego, con sólo tres secuencias, se hace inmortal en un personaje sin peso pero maravillosamente escrito. Y por supuesto, Inma Cuesta y María León, María León e Inma Cuesta. Las dos en el mismo estado de gracia, y las dos distintas.... Cuesta emociona a cada paso, con esa rabia, esa contención, esa dignidad que imprime a Hortensia. Viniendo de un personaje tan distinto como el que interpreta en Águila Roja, es un lujazo verla llevando sobre sus espaldas el peso de la película, y dando una auténtica lección de sacrificio y alma.
Pero si Cuesta está increíble, lo de León es ya extraterrestre. Su naturalidad, su dulzura, su sentido del humor y su expresión a través de esos ojos son tan grandes que consigue que te hundas en el corazón enorme de Pepita desde el primer minuto y hasta el final. Éstos son los papeles que marcan una carrera, y el momento de María León ha llegado. Si no se lleva el Goya, habrá una gran injusticia...
Es cierto. No voy a ser yo quien lo niegue.
No estaría de más alguna que otra película que, por una vez, presentara republicanos llenos de defectos y franquistas con virtudes, o personas que, simplemente, hacen su trabajo, aunque éste sea el de carcelero o torturador...
Ahora bien. Reconocer ésto, que es la verdad, no debería ser impedimento para reconocer algo mucho, muchísimo más importante: La represión de posguerra se llevó por delante a muchas, demasiadas personas cuyo único delito había sido conocer a un militante de izquierdas o tener una serie de ideas. Ésa es la triste historia de nuestro país, y quien no lo reconozca se engaña a sí mismo.... viendo esta película y viendo la televisión, cuando es tan fácil denunciar en Siria, Libia o Cuba lo que hemos negado dentro de nuestras fronteras durante tantos y tantos años....
Así, partiendo de esta triste premisa, Benito Zambrano regresa al gran cine después de la sobrevaloradísima Habana Blues, y lo hace demostrando que es un maestro como pocos. Zambrano es un habilísimo narrador, y maneja luces, sombras y colores con una pericia envidiable. La fotografía, el vestuario y la dirección de arte recuerdan mucho a las de otras películas similares, como Las 13 Rosas, pero no por ello resultan menos destacables.
Pero es en la dirección de actores donde reside la clave de la película. Las presencias de Marc Clotet y Daniel Holguín son fascinantes y emotivas. Ana Wagener y Lola Casamayor se convierten en auténticas robaescenas. Ángela Cremonte confirma las buenísimas sensaciones que ha dejado en Hispania. Miryam Gallego, con sólo tres secuencias, se hace inmortal en un personaje sin peso pero maravillosamente escrito. Y por supuesto, Inma Cuesta y María León, María León e Inma Cuesta. Las dos en el mismo estado de gracia, y las dos distintas.... Cuesta emociona a cada paso, con esa rabia, esa contención, esa dignidad que imprime a Hortensia. Viniendo de un personaje tan distinto como el que interpreta en Águila Roja, es un lujazo verla llevando sobre sus espaldas el peso de la película, y dando una auténtica lección de sacrificio y alma.
Pero si Cuesta está increíble, lo de León es ya extraterrestre. Su naturalidad, su dulzura, su sentido del humor y su expresión a través de esos ojos son tan grandes que consigue que te hundas en el corazón enorme de Pepita desde el primer minuto y hasta el final. Éstos son los papeles que marcan una carrera, y el momento de María León ha llegado. Si no se lleva el Goya, habrá una gran injusticia...
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
En definitiva, una película difícil de ver, muchas veces dura de contemplar, con la que deseas volver la cabeza y no seguir mirando.... pero una película necesaria. Muy necesaria.
Porque no se trata de remover nada ni de buscar venganza. Se trata de no olvidar. Nunca.
Lo mejor: María León e Inma Cuesta, al frente de un reparto simplemente soberbio.
Lo peor: No es mejor que otras películas de temática similar, y tiene dos escenas algo excesivas (especialmente la de la monja y el niño Jesús).
Porque no se trata de remover nada ni de buscar venganza. Se trata de no olvidar. Nunca.
Lo mejor: María León e Inma Cuesta, al frente de un reparto simplemente soberbio.
Lo peor: No es mejor que otras películas de temática similar, y tiene dos escenas algo excesivas (especialmente la de la monja y el niño Jesús).
30 de octubre de 2011
30 de octubre de 2011
79 de 101 usuarios han encontrado esta crítica útil
Antes de escribir mi opinión, he querido leer algunas criticas escritas, observo que muchas de las redactadas por críticos que escriben en los medios tachan de maniqueísmo, excesivo tremendismo, manipuladora y teatral.
En el lado de las opiniones de los espectadores leo que han sido embargados de emoción y de sentimientos conmovedores.
He querido situar la novela de Dulce Chacón, la cual ha sido el origen de esta película, la autora nació en Zafra, la ciudad fue tomada por los sublevados, unas doscientas cincuenta personas fueron asesinadas por las nuevas autoridades. La localidad tenía 7000 habitantes.
Chacón tardó cuatro años en escribir la novela. En ella, Dulce Chacón continuó abordando los difíciles años de la posguerra, novelando los testimonios, recogidos en entrevistas por toda España, de mujeres víctimas de la represión franquista durante los años cuarenta.
Tachar de maniqueísmo, tremendismo, manipuladora y teatral, es tanto como querer ignorar la historia, y con ello retrasar la reconciliación real, hemos oído la voz de los vencedores durante muchos años, es momento de oír la voz de los vencidos.
Esa desgraciada época de la guerra y de la posguerra, se escribe en pequeños capítulos, los que han vivido las personas de un bando y del otro, matándose sin querer matarse en muchos casos, odiándose en el mismo idioma, y llenando las fosas de personas inocentes.
No debería de haber ocurrido, pero después de que ha ocurrido debemos de recordarlo para evitar que vuelva a suceder.
La historia que narra esta película es estremecedora, el silencio contenido en la sala que a duras penas el espectador puede aguantar la emoción y con ellas las lagrimas.
Inma Cuesta y María León, las dos protagonistas indiscutibles de la obra, la primera nos impregna de ese espíritu y coraje que tiene toda madre que sufre por su hija recién nacida, manteniendo la dignidad y sus ideales.
Maria León sin duda es la encarnación de la dulzura, la inocencia, la pureza, lucha por su hermana, por su sobrina, su lucha es por amor, su interpretación es de lujo.
Un último recuerdo para Dulce Chacón, murió sin ver la película, a los 49 años de edad un cáncer se la llevo, en la web de la película encontraras “La historia de cómo empezó esta aventura por Benito Zambrano. Director y Guionista”, merece la pena leerlo.
En el lado de las opiniones de los espectadores leo que han sido embargados de emoción y de sentimientos conmovedores.
He querido situar la novela de Dulce Chacón, la cual ha sido el origen de esta película, la autora nació en Zafra, la ciudad fue tomada por los sublevados, unas doscientas cincuenta personas fueron asesinadas por las nuevas autoridades. La localidad tenía 7000 habitantes.
Chacón tardó cuatro años en escribir la novela. En ella, Dulce Chacón continuó abordando los difíciles años de la posguerra, novelando los testimonios, recogidos en entrevistas por toda España, de mujeres víctimas de la represión franquista durante los años cuarenta.
Tachar de maniqueísmo, tremendismo, manipuladora y teatral, es tanto como querer ignorar la historia, y con ello retrasar la reconciliación real, hemos oído la voz de los vencedores durante muchos años, es momento de oír la voz de los vencidos.
Esa desgraciada época de la guerra y de la posguerra, se escribe en pequeños capítulos, los que han vivido las personas de un bando y del otro, matándose sin querer matarse en muchos casos, odiándose en el mismo idioma, y llenando las fosas de personas inocentes.
No debería de haber ocurrido, pero después de que ha ocurrido debemos de recordarlo para evitar que vuelva a suceder.
La historia que narra esta película es estremecedora, el silencio contenido en la sala que a duras penas el espectador puede aguantar la emoción y con ellas las lagrimas.
Inma Cuesta y María León, las dos protagonistas indiscutibles de la obra, la primera nos impregna de ese espíritu y coraje que tiene toda madre que sufre por su hija recién nacida, manteniendo la dignidad y sus ideales.
Maria León sin duda es la encarnación de la dulzura, la inocencia, la pureza, lucha por su hermana, por su sobrina, su lucha es por amor, su interpretación es de lujo.
Un último recuerdo para Dulce Chacón, murió sin ver la película, a los 49 años de edad un cáncer se la llevo, en la web de la película encontraras “La historia de cómo empezó esta aventura por Benito Zambrano. Director y Guionista”, merece la pena leerlo.
22 de octubre de 2011
22 de octubre de 2011
67 de 99 usuarios han encontrado esta crítica útil
“La voz dormida”, un compromiso con la Historia y la Memoria de España.
BRAVO POR EL CINE BIEN HECHO, POR EL CINE VALIENTE, SERIO Y COMPROMETIDO.
Así empiezo mi crítica reflexiva sobre esta magnífica película del director Benito Zambrano. Toda una bofetada a la conciencia, a la moral y a lo "políticamente correcto".
En pocas palabras, un film valiente y necesario que TODOS deberíamos ver, al menos, una vez al mes, para valorar la enorme suerte que tenemos de vivir actualmente en DEMOCRACIA.
"LA VOZ DORMIDA" quedará en los anales del cine español como la mejor película sobre la negra posguerra española que se ha rodado jamás, una historia humana, real y necesaria.
Necesaria para que el pasado de nuestra historia no caiga en el olvido, sobre todo ahora, cuando parece que la sociedad española pretende pasar página y olvidar los horrores pasados.
En cuanto a la película, enorme trabajo interpretativo de Inma Cuesta y de María León, extraordinarias ambas. Para los que hemos leído y conocemos la Historia, ahora, una vez vista esta gran película, es más fácil poner caras a tanto sufrimiento, a tanto dolor, a las víctimas de la represión y a los derrotados de la guerra.
Un emocionado recuerdo a todos aquellos que sufrieron el horror de la victoria franquista.
Con una dirección magistral y una ambientación perfecta, esta trágica historia se merece un 10. Una nota máxima por su seriedad, respeto y valentía ante un tema muy peliagudo.
RECOMENDABLE AL 100% para todos aquellos cinéfilos a los que nos gusta el BUEN CINE con mayúsculas, es decir, el CINE COMPROMETIDO Y CRÍTICO CON NUESTRA HISTORIA.
Qué lastima que no se hagan más películas así, de esas que nos acercan a la realidad y nos dan un pellizco en el corazón, haciéndonos salir del cine con el alma tocada y con un nudo en la garganta, haciéndonos reflexionar sobre muchos temas.
No dejéis de verla. Por muy dura que sea esta película, la realidad lo fue mucho más.
BRAVO POR EL CINE BIEN HECHO, POR EL CINE VALIENTE, SERIO Y COMPROMETIDO.
Así empiezo mi crítica reflexiva sobre esta magnífica película del director Benito Zambrano. Toda una bofetada a la conciencia, a la moral y a lo "políticamente correcto".
En pocas palabras, un film valiente y necesario que TODOS deberíamos ver, al menos, una vez al mes, para valorar la enorme suerte que tenemos de vivir actualmente en DEMOCRACIA.
"LA VOZ DORMIDA" quedará en los anales del cine español como la mejor película sobre la negra posguerra española que se ha rodado jamás, una historia humana, real y necesaria.
Necesaria para que el pasado de nuestra historia no caiga en el olvido, sobre todo ahora, cuando parece que la sociedad española pretende pasar página y olvidar los horrores pasados.
En cuanto a la película, enorme trabajo interpretativo de Inma Cuesta y de María León, extraordinarias ambas. Para los que hemos leído y conocemos la Historia, ahora, una vez vista esta gran película, es más fácil poner caras a tanto sufrimiento, a tanto dolor, a las víctimas de la represión y a los derrotados de la guerra.
Un emocionado recuerdo a todos aquellos que sufrieron el horror de la victoria franquista.
Con una dirección magistral y una ambientación perfecta, esta trágica historia se merece un 10. Una nota máxima por su seriedad, respeto y valentía ante un tema muy peliagudo.
RECOMENDABLE AL 100% para todos aquellos cinéfilos a los que nos gusta el BUEN CINE con mayúsculas, es decir, el CINE COMPROMETIDO Y CRÍTICO CON NUESTRA HISTORIA.
Qué lastima que no se hagan más películas así, de esas que nos acercan a la realidad y nos dan un pellizco en el corazón, haciéndonos salir del cine con el alma tocada y con un nudo en la garganta, haciéndonos reflexionar sobre muchos temas.
No dejéis de verla. Por muy dura que sea esta película, la realidad lo fue mucho más.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Benito Zambrano regresa al cine con La voz dormida, adaptación de la novela homónima de Dulce Chacón. Una historia dura, que no admite la indeferencia, y que ha llenado de suspiros y gimoteos los primeros pases de la película en el festival.
"Llorar el arte es bonito. Eso te reconcilia contigo mismo, te hace saber que dentro de ti hay una persona que se deja doler. No me gusta pasar por un libro o una película sin que me ocurra nada", explica Zambrano. El cineasta sevillano ya lo dijo en Lebrija en 1965 “Si tú no tomas partido, la vida no te espera y tomará partido por ti”, “Pero lo triste de esa época es que hubo mucha gente que no tenía conciencia política y murió simplemente porque le tocó estar en uno u otro lado, o por ser familiar de alguien (...). Y sí, creo que hay que comprometerse, y más aún si se quieren contar historias”.
“La voz dormida” es un proyecto que el director de “Solas” y “Habana blues” asumió como personal a partir de la novela de Dulce Chacón. Al enorme trabajo de documentación que la escritora llevó a cabo sobre la represión de las mujeres en las cárceles franquistas, Zambrano y su reparto han sumado el suyo.
SINOPSIS
La voz dormida
Una película de Benito Zambrano
Basada en la novela de Dulce Chacón
Pepita (María León), una joven cordobesa de origen rural, va al Madrid de 1940 para estar cerca de su hermana Hortensia (Inma Cuesta) que está embarazada y en la prisión de mujeres de Las Ventas. Pepita conoce allí a Paulino (Marc Clotet), un joven comunista valenciano de familia burguesa que lidera, junto a su cuñado Felipe (Daniel Holguín), un grupo de maquis que sigue luchando y haciendo frente al fascismo en la sierra de Madrid.
A pesar de la dificultad de su relación, se enamoran apasionadamente.
Hortensia es juzgada y condenada a muerte. La ejecución no se llevará a cabo hasta después del parto. Pepita intenta por todos los medios que el tribunal militar conmute la ejecución por la pena de cadena perpetua, con el fin de salvar la vida de su hermana. Va todos los días a la prisión con el objetivo de que le entreguen el futuro hijo de Hortensia, suplicando que no lo den en adopción o lo internen en un orfanato donde el régimen franquista lo reeducará en los principios del Movimiento Nacional.
"Llorar el arte es bonito. Eso te reconcilia contigo mismo, te hace saber que dentro de ti hay una persona que se deja doler. No me gusta pasar por un libro o una película sin que me ocurra nada", explica Zambrano. El cineasta sevillano ya lo dijo en Lebrija en 1965 “Si tú no tomas partido, la vida no te espera y tomará partido por ti”, “Pero lo triste de esa época es que hubo mucha gente que no tenía conciencia política y murió simplemente porque le tocó estar en uno u otro lado, o por ser familiar de alguien (...). Y sí, creo que hay que comprometerse, y más aún si se quieren contar historias”.
“La voz dormida” es un proyecto que el director de “Solas” y “Habana blues” asumió como personal a partir de la novela de Dulce Chacón. Al enorme trabajo de documentación que la escritora llevó a cabo sobre la represión de las mujeres en las cárceles franquistas, Zambrano y su reparto han sumado el suyo.
SINOPSIS
La voz dormida
Una película de Benito Zambrano
Basada en la novela de Dulce Chacón
Pepita (María León), una joven cordobesa de origen rural, va al Madrid de 1940 para estar cerca de su hermana Hortensia (Inma Cuesta) que está embarazada y en la prisión de mujeres de Las Ventas. Pepita conoce allí a Paulino (Marc Clotet), un joven comunista valenciano de familia burguesa que lidera, junto a su cuñado Felipe (Daniel Holguín), un grupo de maquis que sigue luchando y haciendo frente al fascismo en la sierra de Madrid.
A pesar de la dificultad de su relación, se enamoran apasionadamente.
Hortensia es juzgada y condenada a muerte. La ejecución no se llevará a cabo hasta después del parto. Pepita intenta por todos los medios que el tribunal militar conmute la ejecución por la pena de cadena perpetua, con el fin de salvar la vida de su hermana. Va todos los días a la prisión con el objetivo de que le entreguen el futuro hijo de Hortensia, suplicando que no lo den en adopción o lo internen en un orfanato donde el régimen franquista lo reeducará en los principios del Movimiento Nacional.
9 de febrero de 2014
9 de febrero de 2014
28 de 33 usuarios han encontrado esta crítica útil
Siempre me parece interesante refrescar la memoria -sin entrar en juegos políticos para distraer la atención, como se hace con frecuencia- sobre atrocidades pasadas, como el Holocausto, la Guerra Civil Española y su amarga posguerra, la dictadura militar en Argentina o Chile, la RDA de la Stasi, la URSS de Stalin, la China de la revolución cultural o la Italia de Mussolini.
Por eso siempre me animo a ver pelis que traten sobre estos temas. Se suele decir de estos films que pecan de maniqueísmo, de tremendismo, de falta de objetividad, pero no se puede ignorar la historia, y con ello retrasar la reconciliación real y seguir dando la oportunidad a políticos oportunistas y sin escrúpulos de volver a sacar el tema a su conveniencia, especialmente para desviar la atención sobre asuntos de más actualidad y de difícil solución, como el paro, la mala marcha de la economía o la corrupción generalizada del poder a todos los niveles.
Hemos oído la voz de los vencedores durante muchos años, así que no pasa nada por oír la voz de los vencidos aunque a veces se peque de "buenismo", retratando a los republicanos como gente buena, humilde y luchadora, mientras que los franquistas son descritos habitualmente como gente malvada y cruel y obviando episodios no menos terribles como la matanza de Paracuellos del Jarama.
Supongo que con el paso del tiempo la reconciliación llegará por inercia, pero nunca está de más que haya obras que nos recuerden que el hombre es un lobo para el hombre y que le gusta tropezar varias veces en la misma piedra.
Por eso siempre me animo a ver pelis que traten sobre estos temas. Se suele decir de estos films que pecan de maniqueísmo, de tremendismo, de falta de objetividad, pero no se puede ignorar la historia, y con ello retrasar la reconciliación real y seguir dando la oportunidad a políticos oportunistas y sin escrúpulos de volver a sacar el tema a su conveniencia, especialmente para desviar la atención sobre asuntos de más actualidad y de difícil solución, como el paro, la mala marcha de la economía o la corrupción generalizada del poder a todos los niveles.
Hemos oído la voz de los vencedores durante muchos años, así que no pasa nada por oír la voz de los vencidos aunque a veces se peque de "buenismo", retratando a los republicanos como gente buena, humilde y luchadora, mientras que los franquistas son descritos habitualmente como gente malvada y cruel y obviando episodios no menos terribles como la matanza de Paracuellos del Jarama.
Supongo que con el paso del tiempo la reconciliación llegará por inercia, pero nunca está de más que haya obras que nos recuerden que el hombre es un lobo para el hombre y que le gusta tropezar varias veces en la misma piedra.
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